El tirón de Romero de Torres
'La niña torera' fue vendido por 334.000 euros en una subasta en Sotheby's
La joven viste de matador. En plata. Sólo medio abrigada por un capote del mismo color, deja al descubierto el pecho derecho desnudo, al igual que la espalda. Su mirada está vuelta al espectador. Casi desafiante, flanqueada por su cabello cortado a lo garçon, como mandaba la moda más avanzada de fines de los años veinte. Al fondo, tras unos escalones y un pasillo abovedado, la plaza de Las Ventas, en Madrid. Es La niña torera, pintado por el artista cordobés Julio Romero de Torres (1874-1930) en 1928. La obra fue subastada ayer en la casa londinense Sotheby's y vendida finalmente por un precio de 301.250 libras (unos 334.000 euros).
"Este precio da buena cuenta de que la crisis no afecta a pintores de la talla de Romero de Torres o Sorolla, que mantienen sus niveles", comentó ayer, al conocer la noticia, Mercedes Valverde, directora del Museo Julio Romero de Torres de Córdoba. Otras voces señalan que la cotización ha bajado ligeramente. Hace justo dos años, la obra La Fuensanta alcanzó un precio estratosférico, al llegar a las 826.900 libras, alrededor de 1,1 millones de euros en Sotheby's.
'La Fuensanta' alcanzó los 1,1 millones de euros hace dos años
Por contra, el año pasado, el artista que pintó La chiquita piconera no encontró comprador para sus cuadros Amparo y Amiga de Torres Arias. En la puja de ayer, el gran vencedor fue el valenciano Joaquín Sorolla, que ha logrado, con Barcas en la playa (1909), superar los 848.000 euros. La cita de ayer constituyó la décima subasta de pintura europea del siglo XIX que se celebra en la casa de pujas londinense, entre las que se encontraban otros artistas españoles, como Rusiñol o Anglada Camarasa.
La niña torera es un cuadro pintado entre 1928 y 1929 que se enmarca dentro de la temática taurina de Romero de Torres. La pieza está muy marcada por la influencia que el art decó francés dejó en el pintor cordobés tras su visita a la Exposición de Artes Decorativas de París, en 1925, como recuerda Mercedes Valverde. Su modelo, la actriz Elena Pardo, era muy famosa por sus actuaciones en el Teatro Romea de la capital. De hecho, la moderna estética que lucía, la llevó a convertirse en la musa art decó del pintor cordobés, pues la retrataría en 17 ocasiones, explica la directora del museo.
La niña torera forma parte de una serie de retratos que Romero de Torres realizó a grandes figuras del toreo de su época. Su proyecto comenzó 30 años antes, en 1900, cuando realizó un retrato del matador cordobés y primer califa del Toreo, Rafael Molina, Lagartijo. En él, el torero aparece muy mayor, en sus últimos años.
En 1900, el artista plasmó en el lienzo al segundo califa del Toreo, Rafael Guerra, Guerrita, inmortalizado en la escalinata de su casa, "huyendo claramente del lado cruento y sangriento de la fiesta", apunta Valverde, quien recuerda que el cuadro, una obra a tamaño natural, se encuentra en las salas del museo Julio Romero de Torres, en Córdoba.
Mientras, el tercer califa, Rafal González, Machaquito, fue retratado con la plaza de la Corredera de Córdoba como escenario. El marco no es casual, pues era allí precisamente donde se habían corrido y lanceado los toros tradicionalmente en la ciudad. Machaquito también apareció en la obra La consagración de la copla.
Pero será su segundo cuadro dedicado al trianero Juan Belmonte (el primero lo realizó cuando éste era novillero), el que esté más relacionado con la La niña torera subastada ayer. Y es que el retrato de Belmonte, pintado en 1917, es también un desnudo, en el que el matador se encuentra envuelto en un capote de paseo, siguiendo el mismo patrón del cuadro de La niña torera, pero con la orientación de los personajes opuesta. "Imagine la polémica de aquel cuadro en la época", destaca Mercedes Valverde.
El último de los lienzos dedicado al mundo taurino fue Ofrenda del arte del toreo, fechado en 1928. En el cuadro aparecen tan sólo citados Lagartijo y Guerrita. "Por alguna extraña razón, en vez del tercer califa, Machaquito, aparece otra vez Juan Belmonte", destaca Valverde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.