De 'niñas soldado' a la universidad
Dos mujeres de Sierra Leona logran una beca para estudiar en Almería
Tuvieron la mala suerte de venir al mundo en el peor país para nacer, según los parámetros de desarrollo humano de la ONU. Hawa Sesay y Mariama Finda Ngegba, de 18 y 20 años, respectivamente, han crecido entre la pobreza, la desolación y la sanguinaria guerra abierta en Sierra Leona desde 1991. Son dos de los 25.000 niños soldado censados en ese país entre una población de dos millones de habitantes.
Con nueve años, las tropas rebeldes apresaron a sus familias y les obligaron a ejercer labores de niñas soldado en la guerra civil. La misma suerte corrieron sus hermanos y hermanas. Además de disparar, las mujeres realizaban trabajos de intendencia, espionaje y, en muchos casos, eran utilizadas como esclavas sexuales. Una de ellas fue obligada a contraer matrimonio con un comandante rebelde.
Las chicas fueron apresadas por las tropas rebeldes con nueve años
Hace años que no empuñan un arma, pero la herida sigue abierta. La ONG Todos son Inocentes, en colaboración con la Universidad de Almería y la Agencia Andaluza de Cooperación, ha conseguido una beca para Hawa y Mariama que les permitirá estudiar en Almería durante los próximos tres años.
El primero lo dedicarán a aprender español y durante los dos siguientes estudiarán un ciclo de Formación Profesional relacionado con la rama sanitaria. Ambas quieren luchar contra la ablación femenina en su país, una vez de regreso.
Mariama, nacida en Kono, núcleo muy rico en diamantes y uno de los escenarios más cruentos de la guerra civil en Sierra Leona, cofundó la organización Speak and be free dedicada a impartir charlas en institutos para incitar a las chicas violadas por sus profesores a denunciar sus casos. Al igual que Hawa, es una mujer fuerte, pese a su debilidad física. Es la primera vez que salen de su país donde tres de cada 10 niños fallece antes de cumplir los cinco años y donde la esperanza de vida se sitúa en una media de 42 años.
Llegaron a Almería el domingo y, lo primero, será someterse a un riguroso chequeo médico, además de compatibilizar las clases de español en la Universidad con terapia profesional para ayudarles a sobrellevar su angustiosa experiencia.
Hawa y Mariama han sido seleccionadas entre un amplio grupo de niñas ex soldado con voluntad de formarse en otro país y regresar a Sierra Leona a poner en práctica lo aprendido. Otras amigas no tendrán la misma suerte. "Han sido víctimas de una salvajada: las convirtieron en soldados y luego las han ignorado", describe Miguel Serrano, presidente de la ONG almeriense Todos son Inocentes.
Pese a que en 2002 se puso fin oficialmente a la guerra civil, este colectivo entiende que tanto el Gobierno como la ONU han dado la espalda a la población civil.
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