El franquismo en los cuarteles

La Monarquía constitucional se superpuso a la dictadura en el cuartel de la Guardia Civil de Almadén de la Plata (Sevilla). En la pared del despacho del comandante hay una placa que rinde homenaje al capitán Cortés, un héroe franquista con mucho predicamento en los cuarteles durante la dictadura. La loseta ya no se ve hoy. Alguien plantó encima una fotografía del Rey.

Pero todavía quedan restos visibles del régimen de Franco en algunos cuarteles de la Guardia Civil de Andalucía. Tras 30 años de democracia y una reciente ley que prohíbe ese tipo de símbolos preconstitucionales en los edificios públicos, son los propios agentes los que ahora piden la retirada de los vestigios de la dictadura. La AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) propone una solución "conciliadora". "Pedimos que se aplique la ley y se quiten los símbolos. Proponemos que se cambien por homenajes a agentes caídos en servicio en la lucha contra ETA, el narcotráfico o accidentes de tráfico durante la democracia". La propuesta la hace Juan Antonio Delgado, secretario de comunicación de la AUGC, la asociación mayoritaria dentro de este cuerpo con cerca de 25.800 afiliados.

Los agentes exigen el cumplimiento de la prohibición de algunos símbolos

El membrete de Barbate del Caudillo aún se puede leer en documentos oficiales

Esta asociación profesional tiene documentados varios ejemplos de simbología franquista en comandancias de Andalucía. Es el caso del puesto del municipio sevillano de Gines. La entrada al edificio la preside un azulejo con el escudo franquista.

En la provincia de Cádiz hay dos claros ejemplos en Olvera y Barbate, donde todavía los documentos oficiales de la Guardia Civil llevan el membrete de Barbate del Caudillo, una denominación que no es oficial desde hace años. Además, dentro del cuartel de este municipio gaditano hay otra placa de homenaje al capitán Cortés. Este personaje, además de ser uno de los encargados de reprimir los brotes revolucionarios durante la República, se atrincheró junto a unos 150 guardias civiles en el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza durante ocho meses de la Guerra Civil. Murió el dos de mayo de 1937 en el asedio. Incluso se rodó durante el franquismo una película narrando su historia (El santuario no se rinde).

La AUGC denuncia que, durante las recientes obras de acondicionamiento del cuartel de Barbate, la placa no se ha retirado. Al contrario, se le ha puesto un marco de yeso. Pero la rebeldía de algún agente ha dejado su impronta en la loseta. Alguien rayó con unas llaves el escudo preconstitucional de la placa.

El repaso por los restos de la dictadura continúa en la provincia de Granada. En la plaza del cuartel del municipio de Órgiva hay una cruz que homenajea a los caídos del bando nacional durante la guerra. También existe simbología preconstitucional en la comandancia de Cortegana (Huelva).

La situación es similar en el resto de España. El Gobierno central elaboró un listado de símbolos en edificios públicos en 2006. Según esos datos, 19 instalaciones de la Guardia Civil conservan restos de la dictadura. Además de en Andalucía también se detectaron casos en Asturias (2), la Comunidad Valenciana (1), las islas Canarias (5), Cataluña (2), Extremadura (2), Galicia (1), Madrid (1) y País Vasco (1).

Según AUGC, no hay vestigios de piedra en la provincia de Córdoba. Sin embargo, en la fachada de la comandancia de la capital se sigue leyendo Cuartel de la Guardia Civil de la Victoria. Un agente de esta provincia envió en abril de 2005 una emotiva carta al Ayuntamiento de Córdoba en la que solicitaba que se eliminara el término victoria, al entender que hacía referencia al bando nacional: "¿Sabe qué significa? Pues que se nos revuelven las tripas a los que tenemos que decir que vivimos en un sitio con ese nombre, a los que tenemos que leer en el correo nuestros apellidos al lado de algo que tiene un pasado histórico que ha supuesto tanto daño, que tenemos unas sensaciones tan desagradables cada vez que oímos: '¿tú vives en el Cuartel de la Victoria?' que se nos quitan las ganas de seguir conversando con el autor de la pregunta".