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Entrevista:JOSÉ JUAN DÍAZ TRILLO | Consejero de Medio Ambiente

"El estuario del río Guadalquivir necesita tiempo para mejorar su salud"

Manuel Planelles

La solución definitiva para el complicado problema generado en el Guadalquivir empieza a dibujarse. José Juan Díaz Trillo (Huelva, 1958), consejero de Medio Ambiente, aplaude que el Consejo de Ministros aprobase el viernes la modificación de la Ley de Aguas para que Andalucía asuma las labores de control del dominio público hidráulico. Pero es solo "un primer paso". La negociación continúa y la Junta aspira a lograr la gestión de más competencias, que volvieron a manos del Gobierno central en marzo tras anular el Tribunal Constitucional el artículo 51 del Estatuto andaluz que permitió el traspaso del río hace dos años.

P. ¿Qué funciones considera irrenunciables?

R. Fundamentalmente, la gestión administrativa relacionada con las concesiones y autorizaciones, teniendo en cuenta el potencial agrícola de Andalucía. También nos parece importante participar en la gestión de los embalses y en el sistema de información hidrológica. Participar en esas cuestiones nos parece sustantivo. Y creo que ganaría mucho el Guadalquivir con el asunto de cánones y sanciones. Sería mucho más eficiente, por la cercanía, que fuera la Administración andaluza la que gestionara la fiscalidad del agua.

"Es irrenunciable que la Junta gestione las concesiones en la cuenca del río"
"El viejo debate de conservación frente a desarrollo es una falacia"
"No dejaremos que se ponga en riesgo la declaración de la Unesco en Doñana"
"El cese de vertidos de fosfoyesos abre una nueva etapa en Huelva"

P. ¿El Gobierno central está dispuesto a ceder esas funciones?

R. Estamos negociando con ellos. Hay lealtad, cooperación y disposición. Lo que está marcando ahora la negociación son básicamente asuntos jurídicos. Nos movemos en un escenario de una sentencia que no podemos eludir.

P. ¿Cuántos funcionarios serán traspasados a la Junta?

R. Ese detalle lo tendremos más adelante. Al final de toda esta negociación, el número de funcionarios va a indicar el nivel de gestión de Andalucía. Si al final la transferencia es de 150 trabajadores, lógicamente, la gestión por parte de Andalucía será escasa. Nosotros aspiramos a mucho más, pero el número no se tendrá hasta que finalice la negociación.

P. ¿Considera una traición el recurso contra el nuevo Estatuto que presentó Extremadura, gobernado entonces por el PSOE?

R. Por una parte es legítimo y soy respetuoso con las aspiraciones de otras comunidades. Pero nunca me convencieron las reflexiones de ámbito estatal que en aquel momento hacía el presidente de Extremadura. La reflexión que procedía era de ámbito autonómico para dar sentido al recurso. En ningún momento invadíamos competencias de Extremadura. Nosotros aspirábamos a gestionar las aguas del Guadalquivir que transcurren por Andalucía. Y no influía en nada en la zona de la cuenca que está aguas arriba. Pero el Constitucional les dio la razón y hay que cumplirlo.

P. ¿Es factible en este momento la ampliación del dragado en el Guadalquivir que pretende acometer el puerto de Sevilla?

R. En este momento, el de profundización, no. He sido muy claro en todo esto, igual que lo han sido el grupo de expertos y el Consejo de Participación de Doñana, que es uno de los últimos órganos que se han expresado. En este momento, es inviable. Es cierto que el día de mañana, y si mejoraran las condiciones del Guadalquivir, se podría abordar otro estudio de las mismas características para ver si ha lugar. Lo que sí apoyamos es el dragado de mantenimiento en las condiciones que se ha pedido al puerto, que finalmente se han cumplido.

P. ¿De qué plazo se está hablando para la profundización?

R. De un plazo largo. Es verdad que en la naturaleza los plazos no tienen nada que ver con los de la vida de los seres humanos. Pero hablamos de años.

P. ¿Nunca en 2012?

R. Eso sería precipitado. El Guadalquivir necesita tiempo para mejorar su salud. No se nos puede olvidar que el estuario del Guadalquivir es uno de los puntos de mayor riqueza de biodiversidad de todo el planeta y eso hay que cuidarlo.

P. El puerto defiende las inversiones realizadas ya y el impacto positivo que la ampliación podría tener en el empleo.

R. Ese viejo debate de conservación frente a desarrollo es una falacia. Se ha demostrado que es mentira. Se ha demostrado que la conservación no impide el desarrollo. Esa idea que se planteaba más desde las tripas que desde la cabeza, y de la que es muy amiga el PP, de que cuando se protege algo se va a impedir el desarrollo económico y social es absolutamente incierta. Este tiempo está demostrando que es todo lo contrario: donde hay una buena protección y conservación se hace compatible el desarrollo. El caso de Doñana es una evidencia. Doñana renunció hace 20 años a un modelo que era equivocado. Hoy es un espacio donde un modelo productivo sensato y sostenible nos está dando indicativos de mayores tasas de empleo que en el resto de Andalucía, de mayor crecimiento, más pausado seguramente, pero por supuesto con mucho más futuro.

P. La última misión de Unesco que visitó Doñana alertó del riesgo del dragado. ¿Qué le pareció ese informe?

R. Doñana es uno de los espacios sometidos a mayores focos. No creo que haya un espacio natural con mayor vigilancia y mayor presión. A veces es excesiva, sobre todo con aquellos asuntos que tienen que ver más con la opinión que con la investigación o el carácter científico como la visita de la Unesco. A veces se ha convertido a Europa en una caja de resonancia de opiniones muy parciales, poco fundamentadas y no justas hacia Doñana. Pero es cierto que esa atención principal que tiene Doñana a nosotros no nos molesta, todo lo contrario, estamos encantados con que se examine. Es un estímulo que nos obliga a estar permanentemente en alerta. Es un territorio extraordinariamente rico desde el punto de la biodiversidad y por lo tanto muy frágil. Y esa misma fragilidad nos lleva a estar permanentemente alerta. Pero estamos cómodos ahí y los resultados también están ahí: Doñana vive uno de sus mejores momentos.

P. El informe de la Unesco habla de la necesidad de plantear más adelante la inclusión de Doñana en la lista de sitios en peligro si salen adelante varios proyectos.

R. La misión puso de manifiesto el buen estado de salud ecológica de Doñana. Creo que no hay riesgo en este momento. La misión habla de algunas posibles amenazas como la del dragado. Creo que con la decisión que se ha tomado, compartida con el ministerio y la Autoridad Portuaria, de esperar a ese dragado de profundización o de no llevarlo a cabo se cubre esa inquietud que tenía la misión. Y se están haciendo las cosas bien. No le quepa la menor duda de que Doñana no va a estar en riesgo y desde la consejería no vamos a dejar que se ponga en riesgo su declaración como Patrimonio de la Humanidad.

P. Otro de los asuntos que menciona el informe es la presión de la agricultura, ¿cuándo empezará a dar sus frutos el nuevo plan de regadíos?

R. Creo que ya da frutos. Desde el momento en que hay un proceso en marcha, con un periodo público de participación de los afectados con las alegaciones, ya significa el final de una etapa y el inicio de otra donde la ordenación y la gestión adecuada del recurso hídrico es la clave. Este plan de ordenación de la corona forestal de Doñana ya está en marcha. Lo que antes era una hipótesis ahora es una realidad administrativa.

P. ¿Se terminará con el descontrol en el uso del agua?

R. Sin duda, ya estamos obligados a ello. Partiendo de la ordenación, el agua tendrá que tener un uso adecuado, con una regulación por parte de la Administración. Es la primera vez que se hace en un espacio de estas características una ordenación de este tipo. Doñana se pone a la cabeza en esto también.

P. ¿Qué plazos manejan?

R. Nosotros queremos tener listo todo el asunto de las alegaciones este año. Queremos entrar con toda decisión en la ordenación definitiva en 2012.

P. La Unesco también menciona el proyecto de oleoducto de Balboa. ¿Cuál es la posición de Andalucía?

R. Es muy clara. Nos hemos pronunciado a través de dos documentos. Uno de 2008, en el que se requería nuestra participación, y otro de 2011, que actualizaba el anterior y también tenía que ver con la serie de requisitos que cualquier proyecto debe cumplir para proteger y preservar Doñana. No vamos a permitir que nada altere esa conservación. Esos dos documentos son meridianamente claros y explícitos. En lo opinable no entramos. Doñana es un espacio muy frágil y cualquier amenaza hay que estudiarla claramente.

P. ¿Considera que el oleoducto es inviable por el riesgo de vertidos para Doñana?

R. Es que este no es el caso. El proyecto del dragado sí se considera inviable porque hay datos científicos que lo muestran. Pero decir que el proyecto del oleoducto es inviable no lo podemos hacer ahora. Solo podemos decir que el proyecto, en caso de llevarse a cabo, tiene que cumplir con una serie de condiciones y cautelas que hemos marcado muy claramente, más allá de las que estime el ministerio. La voluntad de la Junta es clara. La última aprobación del plan de autoprotección de vertidos en la costa de Doñana pone de manifiesto que amenazas como las que tenemos en el litoral y singularmente en este espacio tenemos que analizarlas y estar preparados.

P. ¿Cree que en Huelva hay una sensación de que ya se ha cubierto la cuota de actividades que pueden provocar un daño ambiental?

R. En Huelva hay una situación un tanto paradójica que ha llevado a una cierta esquizofrenia. Huelva es lo que es en los últimos 40 o 50 años por el Polo Químico. Desde un punto de vista laboral, social y económico ha significado el gran salto. Ha significado riqueza y, al mismo tiempo que se ve eso con claridad, se siente que eso ha agredido al medio ambiente. Creo que la ubicación del Polo Químico fue una equivocación, pero ahora estamos en un momento con respecto a las industrias químicas que nada tiene que ver con el pasado. El cese de los vertidos de fosfoyesos abre una nueva etapa. La industria química además hace tiempo que se está adaptando a las nuevas condiciones medioambientales y creo que ahí se está diluyendo en las nuevas generaciones esa esquizofrenia o esa percepción tan radical que había.

El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, el viernes en la playa de El Portil, en la costa de Huelva.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, el viernes en la playa de El Portil, en la costa de Huelva.GARCÍA CORDERO

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Sobre la firma

Manuel Planelles
Periodista especializado en información sobre cambio climático, medio ambiente y energía. Ha cubierto las negociaciones climáticas más importantes de los últimos años. Antes trabajó en la redacción de Andalucía de EL PAÍS y ejerció como corresponsal en Córdoba. Ha colaborado en otros medios como la Cadena Ser y 20 minutos.

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