_
_
_
_

Los detenidos por el crimen de Marta enredan la investigación

La policía busca el cuerpo en un vertedero después de que Miguel se retractara

Más confusión y contradicciones. Las versiones de los implicados en el caso de la joven desaparecida Marta del Castillo se retuercen aún más. Ahora ha sido el supuesto asesino, Miguel Carcaño, de 19 años, quien ha cambiado su versión y ha culpado al menor de los implicados, Javier G., de 15, como autor de la muerte de la adolescente sevillana.

Miguel, que había mantenido que fue él quién acabó con la vida de Marta, acusa ahora a Javier de estrangular a la chica, pero esta versión no encaja con las muestras de la sangre de la joven halladas en el dormitorio de Miguel. Ante la ausencia de cadáver, todo apunta a una estrategia de los implicados y sus defensas para generar desconcierto en la investigación judicial y policial.

El principal acusado afirma ahora que el menor estranguló a la chica

Pero después de haber confesado el crimen y haber mantenido su versión durante más de un mes, Miguel no sólo desvió ayer la culpa al menor. Además, relató al juez que ellos dos y Samuel Benítez (amigos de ambos y también detenido) arrojaron el cuerpo de Marta a un contenedor de basura cercano a su casa y no al río Guadalquivir, tal y como había sostenido desde su confesión policial. Para contraponer las versiones, el juez ordenó ayer un careo de Miguel con Javier y otro con Samuel.

Tras el primero, los investigadores restaron credibilidad al intento de exculpación de Miguel como autor material del crimen. En el segundo quedó en entredicho que Samuel no tuviera nada que ver en los hechos, tal y como afirma ahora. "Miguel se ha comido a Samuel en el careo", dijeron fuentes del caso.

La nueva versión del hasta ayer asesino confeso obligó a repetir la reconstrucción de los hechos en su casa. Ayer hacía justo un mes que Miguel explicó in situ cómo golpeó a Marta con un cenicero y luego la envolvieron en una manta para transportarla hasta el río. Ahora nada de eso valía. Contó su nueva versión y el juez ordenó a la policía llevar a la casa un maniquí y una silla de ruedas como la que usaba la madre de Miguel -ya fallecida- y en la que el joven asegura ahora que transportaron el cuerpo de la chica hasta el contenedor más próximo a su domicilio.

A la reconstrucción, que se prolongó durante cuatro horas, asistió también Francisco Javier, el hermano mayor de Miguel, que está en prisión preventiva por su implicación en los hechos.

Tras escuchar las nuevas declaraciones de los imputados, el juez que instruye el caso ordenó por la tarde a la policía que iniciara la búsqueda del cuerpo de Marta en la planta de tratamiento de residuos Montemarta-Cónica, ubicada en el término municipal de Alcalá de Guadaíra, a 28 kilómetros de la capital. Hasta allí va a parar la basura depositada en todos los contenedores de la capital y de varios pueblos del área metropolitana. En total, unas 1.300 toneladas diarias, por lo que en los 52 días que han transcurrido desde que desapareció la joven, esta planta ha recibido casi 68.000 toneladas de basura.

La policía ya visitó el lunes las instalaciones para interesarse por su funcionamiento. Los responsables de la planta le explicaron que la basura procedente de los contenedores de residuos orgánicos (como en el que Miguel dice ahora que arrojaron el cuerpo) se deposita en un foso y, desde ahí, una grúa la lleva a una cinta transportadora.

En estas cintas, unos cilindros separan la basura por tamaño y unos operarios seleccionan los residuos reciclables (como papel, vidrio o envases) de los orgánicos. Éstos se usan para fabricar abono, aunque hay una parte que no puede ser aprovechada y se deposita en un vertedero controlado, del que se extrae biogás a través de conducciones.

Un agente introduce un maniquí en la casa de Miguel Carcaño, supuesto asesino de Marta del Castillo, para la reconstrucción de los hechos.
Un agente introduce un maniquí en la casa de Miguel Carcaño, supuesto asesino de Marta del Castillo, para la reconstrucción de los hechos.ALEJANDRO RUESGA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_