Una década de valentía
La Fundación NMAC Montenmedio aspira a consolidarse como proyecto educativo
Jimena Blázquez se siente como la madre a la que piden que elija a uno de sus hijos. La directora de la Fundación NMAC Montenmedio de arte contemporáneo (Vejer, Cádiz) es incapaz de elegir entre los más de 40 proyectos artísticos que ha conseguido atraer hasta su sede al aire libre, un enorme bosque donde el arte y la naturaleza llevan 10 años mezclándose. Si se le insiste, sí dice qué es lo que más orgullo le provoca. La década de trabajo para consolidar este lugar como un punto de encuentro educativo para profesores y estudiantes. "Es en lo que vamos a incidir, al menos, en los próximos dos años", anuncia.
La fiesta de cumpleaños arranca el 1 de julio. Cuarenta personas ya se han inscrito en el taller de creación artística que el dúo cubano Los Carpinteros desarrollará en la NMAC los tres primeros días del próximo mes. Su iniciativa lleva por título Situación límite. "Tenemos la intención de que los asistentes indaguen en su historia personal hasta encontrar aquellas situaciones límite que sean fuente de inspiración para realizar una obra de arte. Será posible crear una fabulación de alguna situación límite imaginaria y a raíz de esta elaborar también una propuesta artística", anuncian sus componentes Marco Antonio Castillo Valdés y Dagoberto Rodríguez.
Cuarenta proyectos se reparten por las instalaciones, muchos al aire libre
"Hemos visto gente emocionarse ante una obra", afirma Jimena Blázquez
Los Carpinteros estarán en Montenmedio en el décimo aniversario de la apertura de la fundación artística. Consolida la apuesta de sus responsables para convertir esta sede cultural, ubicada en la dehesa de Vejer, como una plataforma de intercambio de ideas. "Queremos que sea un lugar de encuentro de artistas, con exposiciones, conferencias, talleres. Que sea un centro relacional para vincularse con el contexto y los ciudadanos", sostiene Jimena Blázquez.
Su directora asegura que nunca imaginó que en 10 años podría haber conseguido lo logrado hasta ahora. Cuarenta proyectos artísticos se reparten por las instalaciones. Muchos de ellos se camuflan entre los árboles. "No ha sido fácil y lo hemos conseguido: trabajar con los artistas que queríamos y que ellos nos ofrecieran la calidad que han mostrado, y que sus obras además consiguieran integrarse perfectamente en la dehesa y permitieran reflexionar sobre el contexto geográfico, social o cultural en el que nos encontramos".
En el bosque de la NMAC ha habido reflexiones de todo tipo durante esta década. El argelino Adel Abdessemed construyó un enorme anillo de 16 kilómetros de alambrada para destacar la distancia entre Europa y África por el Estrecho. La china Shen Yuan levantó un puente de cerámica imposible de cruzar para denunciar los problemas de comunicación. La polaca Aleksandra Mir dibujó 800 corazones en los árboles para celebrar las historias de amor. El sevillano Jesús Palomino congeló y descongeló palabras. Y el estadounidense James Turrell creó una enorme estructura subterránea para celebrar la belleza de la luz. Su estupa es una de las obras más admiradas y difundidas de la colección NMAC.
No todo se ha conseguido. En el camino, y de momento parada, la ampliación del museo diseñada por Alberto Campo Baeza. "Lo hemos aparcado", admite la directora. "Prefiero trabajar con artistas en nuevos proyectos y agrandar la colección que hacer un museo". La crisis ha tocado como a todos. "La estamos capeando. El año pasado vinieron menos colegios pero tampoco nos hemos visto muy afectados porque este año ya ha crecido el número de visitantes".
Aumentar el público es un reto pero, sobre todo, Jimena Blázquez aboga por incrementar el entusiasmo. "Hemos visto gente emocionarse ante una obra, personas que tenían su primer contacto con el arte. Eso es especialmente maravilloso". La directora quiere conseguirlo consolidando los proyectos educativos, con la colaboración de los colegios, y también poder impulsar desde la NMAC proyectos satélite que puedan ser itinerantes y viajar a exposiciones puntuales o bienales.
La fiesta de cumpleaños arranca el próximo viernes con la llamada de Los Carpinteros a convertir en arte las experiencias personales. También habrá visitas para las familias, talleres de manualidades, animaciones de vídeo, lectura de poesía y, como novedad, un taller de flamenco en la obra Hammam, de Huang Yong Ping. Un barracón reconvertido en baño turco para dar lecciones de duende. Otra exhibición de valentía en medio del bosque.
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