Videoarte en una enorme celosía

El diálogo entre pasado y futuro es la base del diseño del Centro de Creación Contemporánea de Córdoba, o C4, cuya construcción ya ha superado el 50% de lo previsto. El edificio acogerá el trabajo de artistas de vanguardia audiovisuales, que desarrollarán y exhibirán su arte en el seno del centro, diseñado para acoger piezas vanguardistas basadas en las nuevas tecnologías.

En esencia, lo que han hecho los arquitectos, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano, es inspirarse en la historia de la ciudad. "Cuando nos plantearon este proyecto sabíamos que no partíamos de una página en blanco", explica Sobejano. "Teníamos todo ese paisaje urbano justo enfrente de nosotros: la ciudad de Córdoba entera, la Mezquita y toda la memoria del pasado de la ciudad. Y para nosotros, que hemos trabajado en Medina Azahara era muy importante", añade en referencia a su premiado diseño del nuevo museo del yacimiento, inaugurado hace un año.

Sobre una de las fachadas del edificio se proyectarán vídeos

Como resultado, ambos arquitectos acudieron a una de las características distintivas del arte musulmán: las celosías. Sus formas son un juego geométrico exquisito que sirven para decorar y cerrar ventanas, además de permitir ver sin ser vistos. Partiendo de esta idea, Nieto y Sobejano usaron la figura del hexágono que, repetido en la planta del edificio, se usa para articular y distribuir una serie de espacios. Esos lugares serán ocupados por instalaciones de arte audiovisual de Net Art (ideado para ser exhibido en Internet), videoarte o arte digital.

"El edificio tiene varias áreas destinadas a la exposición, pero siempre de una manera muy versátil. Podrán usarse como una gran sala continua que se va a ir uniendo unas con otras; o como salas independientes", explica Sobejano. A la principal de estas salas, los arquitectos la llaman "la caja negra" y se trata de un gran espacio escénico para exhibiciones. Todas las áreas cuentan en sus muros (construidos en hormigón), con una red de huecos redondos que permitirán que los espacios se usen de muy distintas maneras a la hora de colocar las complejas instalaciones que suelen acompañar a muchas obras, como pantallas, elementos audiovisuales o cámaras que cuelgan. "Además, todas estas salas tienen un lucernario central en el techo que permite el acceso de luz natural y que puede taparse si fuera necesario con un sistema automático si hay alguna instalación que requiera absoluta oscuridad".

El C4 respira de dos maneras, según se esté en su exterior o dentro de él. Fuera, nos encontraremos con un edificio de fachadas limpias y blancas, donde vuelve a repetirse el juego delicado y geométrico de las celosías. Una de estas fachadas, la orientada al río Guadalquivir, guarda una de las características más singulares del centro: en ella se quieren proyectar vídeos donde los artistas reflejen sus creaciones y trabajos.

Dentro del C4, se jugará con los espacios más sobrios y oscuros. "Los artistas contemporáneos que trabajan en este tipo de instalaciones, generalmente, tienden a preferir grandes espacios industriales o edificios ya existentes para sus instalaciones. Nosotros, a pesar de ser un edificio nuevo, queríamos mantener ese espíritu de factoría artística".

La Junta estima que el centro, de 12.207 metros cuadrados y 19,5 millones de presupuesto, comenzará su actividad hacia 2013.