Roy Newell, pintor
Fue uno de los primeros expresionistas abstractos en EE UU
Newell era un gran colorista, dedicado a crear pinturas con patrones geométricos irregulares, de factura detallada, que semejan campos de color acolchados. A menudo, retocaba sus cuadros durante décadas, construyendo con lentitud las formas y las superficies geométricas en incontables capas, para lo cual usaba grandes densidades de pintura. Algunos de sus cuadros tienen dos centímetros de espesor.
Discretamente admirado por los críticos y por sus colegas pintores, Newell se mantuvo fuera de la corriente principal del mundo del arte. Su mercado y su importancia se resintieron debido a su irascible personalidad y a su incansable perfeccionismo. Era un trabajador lento y episódico, que rara vez expuso en su larga carrera de 70 años. Se cree que su producción total no alcanza la cifra de 100 cuadros.
El dinero nunca lo motivó, y le resultaba inmensamente difícil deshacerse de los cuadros; en un incidente famoso, pidió a un coleccionista que le devolviera un cuadro para poder retocarlo. Entre sus pocos mecenas y defensores se encontraban los pintores Willem y Elaine de Kooning, que en 1988 donaron una pintura suya al Museo Guggenheim. Es uno de sus pocos cuadros incluidos en la colección de un gran museo, aunque el reconocimiento de su importancia como artista ha ido aumentado con el tiempo.
Roy Newell nació en el Lower East Side de Manhattan el 10 de mayo de 1914, de padres inmigrantes procedentes de Europa del Este. Tuvo tres hermanos, y todos ellos crecieron en medio de la pobreza cuando el padre los abandonó. La madre, que era analfabeta, conseguía algún que otro trabajo para mantener a la familia.
Sólo asistió al colegio esporádicamente, sumergiéndose en la poesía cuando iba; también aprendió a dibujar. Fue un artista prácticamente autodidacta, que tomó como modelos y mentores a los primeros artistas modernos, en especial Cézanne, Casimir Malevich y los constructivistas rusos, y los pintores Nabis. Más tarde también le atrajo la obra de Albert Pinkham Ryder (1847-1917), cuyo antiguo estudio en la Calle 15 Oeste usó en una ocasión como estudio y vivienda.
A comienzos de la década de 1940, un encuentro casual con de Kooning en la Biblioteca Pública de Nueva York, en la Calle 42, lo llevó al círculo de los Expresionistas Abstractos. Más tarde fue miembro fundador del Club de Artistas de la Calle Octava, una reunión inicial de una serie de artistas notables asociados con la Escuela de Nueva York, como de Kooning, Aeshile Gorky, Franz Kline y Phillip Pavia.
Aunque rara vez exponía sus obras, cuando lo hacía recibía a menudo elogios de The New York Times y de otras publicaciones. Al escribir sobre su segunda exposición de cuadros abstractos en la Galería Hacker de Nueva York, en 1953, un crítico de Art News escribía lo siguiente: "Ataca el lienzo blanco como un herrero que golpea sobre un yunque, y produce así una impresión de vigor que desprecia el encanto".
Newell se centró en la pintura hasta el punto de excluir muchas cosas en su vida. Raramente asistía a la inauguración de sus exposiciones y nunca se promocionó a sí mismo ni a sus cuadros, aceptando que su esposa, Anne Cohen, maestra de profesión, lo mantuviera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.