O. J. Simpson, 12 veces culpable
El ex jugador se enfrenta a una posible condena a cadena perpetua por robo
Trece años después de ser absuelto del asesinato de su ex mujer, el ex jugador de béisbol O. J. Simpson escuchó ayer el temido veredicto del jurado: "Culpable". Y lo volvió a oír hasta 12 veces. Se le consideró culpable de todos los cargos. El crimen nada tenía que ver con la muerte, en 1994, de Nicole Brown, con la que había estado casado siete años, y de un amigo de ésta, Ronald Goldman. Esta vez, Simpson se había sentado en el banquillo por haber intentado robar a dos vendedores de objetos de coleccionista pistola en mano en Las Vegas. Pero el recuerdo del oscuro pasado de este ex jugador estaba ayer más presente que nunca, tanto en el juzgado como en los programas de televisión estadounidenses.
En 1995 protagonizó el llamado "juicio del siglo", tras la muerte de su mujer
Tras escuchar el veredicto, Simpson, de 61 años, suspiró profundamente. Su hermana, sentada tras él, se puso a llorar y, posteriormente, se desmayó. Bajo custodia judicial en Nevada, Simpson debe esperar a la sentencia del juez, prevista para el 5 de diciembre y que puede adjudicarle una cadena perpetua.
Ciertamente, O. J. Simpson no es una figura neutral en EE UU. En 1995 protagonizó el llamado "juicio del siglo", tras la muerte de su esposa. Su caso dividió a la ciudadanía, convirtiéndose en un reflejo televisado de las tensiones raciales que todavía existían en el país. Una parte considerable de la población afroamericana creía que se le podía inculpar de antemano por ser negro. Finalmente, el 3 de octubre de aquel año, un jurado popular de California le declaró inocente. Dos años después, en un juicio civil, se le declaró culpable y se le impuso una multa millonaria. Nunca llegó a pagarla.
En esta ocasión, Simpson tuvo menos fortuna. El jurado estimó que hay pruebas suficientes que le inculpan del atraco a mano armada y secuestro de dos vendedores de objetos deportivos en el hotel Palace Station de Las Vegas, hace un año. La defensa ha mantenido durante el juicio que el ex jugador sólo quería recuperar unos objetos que le habían pertenecido en el pasado. A Simpson le traicionaron sus amigos. Cuatro de los cinco secuaces que le acompañaron a Las Vegas a ejecutar el atraco testificaron contra él y cumplirán condenas menores a las estipuladas por la ley.
En el juicio, los abogados de Simpson expresaron un temor: que el jurado y la opinión pública vieran este proceso como una segunda oportunidad de la justicia. Ayer Simpson perdió todo el sentido del humor. Los televidentes le vieron como no le habían visto hace 13 años: desapareciendo esposado y escoltado por un grupo de agentes de policía. Su abogado ya ha revelado que apelarán la decisión. Ambos esperan que se le conceda una segunda oportunidad.
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