Potencial local, calidad global
Madrid acoge las soluciones del diseño finlandés para un futuro más racional
"En Finlandia nos educan para que no llamemos la atención". Habla el arquitecto Juhani Pallasmaa. Su libro Los ojos de la piel (Gustavo Gili, 2006), vaticinó la actual crisis arquitectónica acusando a muchos edificios recientes de un desmesurado interés por el espectáculo. Pallasmaa partía con ventaja. En su país preparan a los ciudadanos para la humildad y la discreción con la firme creencia de que esas cualidades son la antesala de la reflexión. Así, los diseñadores más ambiciosos de Finlandia se acercan al futuro observando el presente. Y conociendo el pasado. Saben que vociferando sólo llamarán la atención un momento. Y no les tientan esos 15 minutos de gloria.
Con ese bagaje, el potencial local y la calidad global se han convertido en el sello finlandés en diseño y en arquitectura. Desde su territorio frío, de apenas cinco millones de habitantes, Finlandia le habla al mundo con la seguridad de un puñado de marcas incuestionables que han conectado con la esfera más internacional de la moda (Marimekko), la tecnología (Nokia), el diseño (Artek) o la decoración (Iitala).
Aunque en los parques de Helsinki lápidas del siglo XIX hincadas en el suelo conviven con pinos y no existe una valla que impida que la mancha de césped invada la acera, Finlandia es un país joven -se independizó de Rusia en 1917- y esmeradamente cuidado. Aquí el concepto de lo funcional está tan digerido -la lamparilla de los portales sirve de alumbrado público e ilumina también el número escrito en ella- como la idea de naturaleza -capaz de hacer convivir abedules, bayas y asfalto sin que nada tenga que perder-. Fue seguramente esa raigambre natural la que hizo que, durante décadas, la modernidad finlandesa estuviese ligada a un arquitecto que cuestionó la propia idea de la modernidad arquitectónica por inhumana. Alvar Aalto llevó hasta el Báltico tradiciones mediterráneas para idear una nueva arquitectura. Si la naturaleza fue la clave en el hacer de ese arquitecto, las generaciones posteriores necesitaron oponerse a una presencia tan destacada, hasta que supieron ver en el viejo maestro no una sombra, sino cimientos. Por eso, hoy, su legado sigue dando frutos. Y no sólo porque sus piezas de Artek continúen en producción 75 años después. La impronta de Aalto puede leerse tanto en las mesas que la arquitecta Kirsi Gullichsen ha ideado para Habitek como en las viviendas que los estudios A-piste y Archeus han levantado en el archipiélago de Inkoo y en un barrio de Espoo. En la Fundación Arquitectura COAM, en Madrid, podrá verse cómo la manera de inclinar la cubierta (evitando el acabado triangular a dos aguas), la idea de arropar con maderas locales el interior y el exterior, la voluntad de elevar las casas con un zócalo de piedra local o la frescura de jugar con las asimetrías hablan de Aalto, pero también de sostenibilidad delatando un entendimiento del suelo finlandés. La idea es proponer sin destruir. Por eso su vanguardia no es guerrera.
En diseño, el redescubrimiento de la artesanía (las alfombras de Kristiina Lassus, las telas de Johanna Gullichsen, las zapatillas de Tuula Pöyhönen) convive con un intento de humanizar la tecnología punta. El diseñador Esa Wesmanen, de Pure Design, lleva al Instituto Europeo de Diseño de Madrid la Chaise-longue balance, sustentada por una estructura tan fina que convierte la tumbona en un asiento con respaldo oscilante. El cabecero incluye altavoces ocultos para escuchar música. El de Wesmanen es un trabajo más preocupado por mejorar el centímetro que por hacer la revolución. No se trata de mostrar una pieza que saldrá en múltiples portadas pero no llegará a producirse. El objetivo es tan sereno como ambicioso.
Lo que busca el mejor diseño finlandés es mejorar la calidad de vida. La mayoría de sus proyectistas hace bueno el dicho de que para evitar pasar de moda, nada como no estar a la moda. Así, apuestan por llevar a la etiqueta de sus productos su naturaleza sólida y sencilla. Su objetivo no es forzar minimalismos calvinistas, sino respirar simplicidad, hasta lograr que resulte lo más natural.
Un mes, tres citas
El diseño finlandés tomará varias salas de Madrid este mes. Éstas son algunas de las citas más destacadas:
- WOOD Works. Aprender
a construir con madera la arquitectura del futuro es el objetivo de esta muestra, en la Politécnica de Madrid, con 20 ejemplos hechos por estudiantes de la Universidad Tecnológica de Helsinki.
- OTTO Entre el diseño y el arte. La evolución del arte industrial finlandés. En el Círculo de Bellas Artes.
- Marimekko: 10 puntos de vista. Una selección de trajes y objetos que hablan de la historia de esta compañía. En el Museo del Traje.
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