"Cada programa, cruzo los dedos"
Bear Grylls tenía 20 años cuando se unió a las Fuerzas Especiales del Ejército inglés. A los 22 sufrió un accidente de paracaídas en Kenia y se machacó tres vértebras. Dos años más tarde, escalaba el Everest. Hoy, con 35 años, Bear es un showman de la supervivencia en situaciones extremas. Su programa El último superviviente (sábados y domingos a las 12.30 en Cuatro) se emite en todo el planeta. En España tiene una audiencia reducida (entre 300.000 y 700.000 personas), pero fiel.
La cosa va así: Bear [y su equipo, unas cuatro personas] cae en paracaídas sobre algún paraje remoto y muestra cómo sobrevivir. ¿Que necesita energía? Se zampa un pez crudo. ¿Que hay que descansar? Se fabrica un refugio. A veces sufre accidentes. Hace dos semanas, en Vietnam, estuvo a punto de rebanarse dos dedos con una caña de bambú.
Pregunta. ¿Cómo van sus dedos?
Respuesta. Hinchados, pero bien. Forma parte del juego. Llevo unos 45 episodios y de momento me he hecho pocas lesiones, aunque ésta es muy molesta. Pero me curo con facilidad.
P. ¿Me explica lo de su nombre, Bear (oso)?
R. En realidad me llamo Edward. Bear es un apodo que me pusieron a los cinco minutos de nacer. Viene de Teddy Bear (osito de peluche) y de niño lo odiaba. Pero podía haber sido mucho peor.
P. ¿Le asusta que su paracaídas vuelva a fallar?
R. Soy positivo, pero siempre siento un cosquilleo. Intento doblarlo a conciencia. En cada emisión, cruzo los dedos.
P. ¿Qué otras secuelas físicas tiene?
R. En diciembre me rompí el hombro en la Antártida, pero es el peaje que pago por hacer lo que me gusta. Tengo cortes, moratones, rozaduras...
P. ¿Ha llegado a algún acuerdo con su mujer sobre cuánto tiempo va a dedicarse a esto?
R. Conocí a Shara cuando estaba en el Ejército y eso le parecía mucho peor. Aun así es duro. Tengo tres niños y esto cada vez se pone más peligroso, pero mi familia confía en mi sentido común.
P. ¿Qué sabe peor, el excremento de elefante, el estómago de escorpión o los gusanos del cadáver de un zorro?
R. Buf, está todo asqueroso, pero se necesita energía para sobrevivir.
P. ¿Pero qué es lo peor que ha probado?
R. Ojo crudo de yak.
P. ¿Y de qué tiene mono cuando vuelve a casa?
R. De pastel de chocolate.
P. Hay quien opina que su programa está falseado.
R. Cuanto más famoso me hago, más acusaciones recibo. No soy un superhéroe, pero tampoco un supervillano. Lo que ves es lo que hay.
P. Su equipo también sufrirá accidentes...
R. Tuvimos que evacuar a un cámara que sufrió un golpe de calor en el Sáhara y otro se rompió varias costillas en Siberia. Pero por lo general, y toco madera, hemos tenido suerte.
P. ¿Cree que su programa ha ayudado a alguien a sobrevivir?
R. Me lo han dicho unas cinco o seis veces. Y ayuda, porque es un trabajo tan duro que a veces te preguntas, ¿servirá todo esto para algo?
P. ¿Por qué tanto sufrir?
R. Porque esto es lo único que he hecho bien en mi vida.
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