Jorge Enrique Adoum, poeta ecuatoriano
Jorge Enrique Adoum era el poeta ecuatoriano. Lo era en gran parte por méritos propios, pero también porque en estos tiempos no parece que a un poeta, y más si es latinoamericano, le valga con serlo. Tiene además que ocupar el puesto -que a veces se transforma en cargo- de escritor nacional.
Adoum, que murió en Quito el 3 de julio a los 83 años, víctima de un paro cardiorrespiratorio, sobrellevó además toda su vida otra etiqueta, la de secretario de Pablo Neruda. Lo fue durante dos años y mientras culminaba sus estudios en la Universidad de Santiago de Chile. Por entonces tenía 26 años. Había nacido en Ambato, 100 kilómetros al sur de Quito, en 1926, y fue todo lo que podía ser un poeta en el siglo XX además de nacional y secretario de: periodista, traductor, ensayista y diplomático.
Se estrenó en 1949 con Ecuador amargo y tres años más tarde publicó la primera entrega de Los cuadernos de la tierra, un ciclo poético teñido de historia y antropología que culminó en 1961. En España, su obra lírica puede leerse en una amplia antología publicada por la editorial Visor en 1998.
El otro gran hito en la carrera de Adoum fue la novela Entre Marx y una mujer desnuda, publicada en 1976 y llevada al cine por su compatriota Camilo Luziriaga 20 años después. Con ella obtuvo en México el Premio Xavier Villaurrutia. Años más tarde fue finalista en Venezuela del Rómulo Gallegos con Ciudad sin ángel. Él mismo fue jurado de ese premio en 2005, el año en que la polémica en torno al oficialismo chavista de los miembros del citado jurado empañó el indudable mérito de la novela ganadora, El vano ayer, del narrador español Isaac Rosa.
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