La ría de Ferrol, "enferma crónica"
La ensenada registra niveles de contaminación similares a los que causó en 2002 el fuel del 'Prestige' en las zonas afectadas por la marea negra
Es la más pequeña y angosta de todas las rías, con una riqueza marina comparable a la de Arousa, 18 veces mayor. Pero la ría de Ferrol está particularmente "enferma y su dolencia es crónica". "Padece de contaminación crónica", asegura Victoriano Urgorri, responsable de la Estación de Bioloxía Mariña de A Graña (Ferrol). "Está amputada, algunas partes ya se han perdido para siempre, otras, con voluntad y conciencia cívica, todavía son recuperables". Las causas de esta dolencia son tantas como sus males. Contaminación orgánica, vertidos industriales, sobreexplotación, rellenos e ingentes obras civiles como el puerto exterior han alterado el curso de las corrientes afectando al ecosistema marino. "Todos estos elementos tienen un efecto sinérgico y el resultado es desastroso. Es una contaminación silenciosa y menos visible que la del Prestige, pero igualmente grave", explica Urgorri.
A sus espaldas, la ría tiene un dilatado historial de obras y rellenos -más de tres millones de metros cúbicos-, vertidos orgánicos e industriales nunca depurados. Arsenal militar desde el siglo XVIII y puerto refugio en tiempos de guerra, la ría se transformó en una de las mayores factorías navales de Europa con los astilleros de Bazán y Astano. Futura plataforma industrial de la comarca con su puerto exterior y, en los últimos meses, escenario de las protestas de los mariscadores contra la ubicación de una planta de gas en su interior. Sin embargo, la instalación de Reganosa no supone, según Urgorri, "un problema ambiental". Un informe realizado por éste y otros biólogos con las universidades de Santiago y Vigo desmiente a los mariscadores, que vaticinaron un descenso en la temperatura de las agua y un grave perjuicio para el marisqueo.La ría de Ferrol se salvó por los pelos -y las corrientes- de la marea negra del Prestige, pero sufrió las inesperadas consecuencias de una plataforma marítima, la Discoverer Enterprise, que en enero de 1998 soltó amarras en la antigua Astano y se fue a estrellar contra el puente de As Pías, sembrando de cascotes este banco marisquero rico en almeja. Los trozos de asfalto sirvieron a los mejillones para crecer por toneladas y anular a los bivalvos.
Con este extenso currículum, las causas de la contaminación en la ría ferrolana, responden, según Urgorri, a tres factores. El primero, orgánico, deriva de los vertidos de los más de 150.000 habitantes del entorno de la ría, todavía sin depuradoras. El segundo, procede de los vertidos industriales que durante años han emitido empresas como Navantia, la metalúrgica de Megasa o el complejo petroquímico de Forestal del Atlántico, situada junto a Reganosa.
El tercero responde a las obras civiles realizadas en la línea de costa, como la dársena de Caneliñas, con un dique de abrigo de 1.050 metros que ha variado el rumbo de las corrientes. En la estación marina de A Graña explican que, tras el Prestige, se practicaron mediciones y se encontraron en Ferrol los mismos niveles de contaminación que en las zonas afectadas, pero con otras causas. "Una contaminación tan grave como la del Prestige la hay continuamente en esta ría. A veces parece que es necesario que el deterioro sea trágico para que la gente se percate".
Del fondo de una ría en la que operan alrededor de medio millar de mariscadores ha salido desde una lavadora hasta una bicicleta. No todo el marisco extraído puede venderse directamente en el mercado y Pesca obliga a los mariscadores a trasladarlo durante un tiempo a aguas limpias para que el producto se depure. Los grandes bancos fueron catalogados como zona C -los de mayor contaminación- por una normativa comunitaria que sublevó a los mariscadores ferrolanos. El Ministerio de Medio Ambiente construye en Ferrol la primera depuradora para la cara norte de la ría, que no funcionará al menos hasta el 2009. Mientras, la Xunta mueve las fichas para construir en Ares la segunda depuradora para el sur de la ría.
Con motivo de la Semana de la Ciencia, la estación de Bioloxía Mariña de A Graña abrió sus puertas a un taller a fin de mostrar el "diminuto mundo vivo que hay bajo nuestros ojos" a un grupo de biólogos y profesores de secundaria para acercarlos al ecosistema oculto de las rías gallegas. "Se trata de despertar una mayor conciencia social, educar en valores medioambientales", dice Urgorri. ¿Son necesarias más leyes? "Existen leyes y existen normas para proteger el medio natural. Sólo hay que obligar a su cumplimiento".
Por otra parte, la regasificadora de Mugardos espera hoy la llegada de su décimo metanero, el Port Harcourt, con 134.000 metros cúbicos de gas licuado. Será el primero que atraque en Reganosa desde que la compañía recibió, el día 7, la autorización definitiva. El Comité Cidadán, que agrupa a los opositores a la instalación, ha convocado una cacelorada para recibir al buque.
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