Un minuto de cine adolescente contra la violencia machista

Dos actrices, un minuto de imágenes y la dirección de Daniel Guzmán forman Sin miedo, el cortometraje de Marta Blanco Fernández galardonado en el concurso Menos es Más: cine para ser la voz de quienes callan. "Trata sobre la violencia de género", explica la autora, "a través de la contraposición entre la felicidad y el maltrato". Marta Blanco cursa segundo de Bacharelato en el Instituto Carlos Casares de Viana do Bolo (en el oriente orensano) y el premio a su guión se lo han otorgado los ministerios de Trabajo y Asuntos Sociales y de Educación.

La Filmoteca Española, en Madrid, acogió ayer la presentación de las obras premiadas. Junto a Sin miedo, figuran otros cuatro cortometrajes, de adolescentes de Cataluña, Asturias, Valencia y Madrid. Los cinco fueron rodados en la capital española durante el otoño de 2008. "Lo que más me ha gustado", relata Blanco Fernández, "ha sido acudir al rodaje y estar con los actores". Emma Suárez y Eva Fernéndez -que realizó, entre otras, con el cineasta gallego Ignacio Vilar la película Ilegal-, protagonizan Sin miedo. El rodaje, dirigido por el actor y cortometrajista Daniel Guzmán, popular por su trabajo en teleseries como Aquí no hay quien viva o La familia Mata, transcurrió en la localidad madrileña de Torrelodones.

Además de su posición de espectadora en la fabricación de su primera pieza audiovisual,Marta Blanco también disfrutó "conociendo a la otra gente que se había presentando". No a los 15.000 concursantes del certamen, sino a los ganadores y finalistas que ayer, en la Filmoteca, asistieron al estreno de los cortos. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, y la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, presidieron el acto.

Para valorar los candidatos a los galardones de Menos es Más, el jurado, además de "la originalidad y la capacidad del guión propuesto", atendió a los mensajes implícitos. "La violencia de género vulnera los derechos humanos", rezan los criterios de valoración, o "el amor no es posesión, sino respeto a la libertad del otro". Además de recoger la "ayuda" con la que las víctimas cuentan, los guiones premiados debían "lograr que su mensaje llegue de forma directa a toda la sociedad, con independencia de sexo, edad, religión, cultura o discapacidad".

"Sí, a lo mejor sí me gustaría volver a hacer algo en el cine", admite la guionista de Viana do Bolo. De momento, Sin miedo se proyectará antes de la programación comercial de las salas de cine.