Los mejores sementales son de Baltar
Yeguas de toda la Península se instalan entre febrero y junio en el centro ecuestre de la Diputación de Ourense para que las cubran 'Wagon Master' y 'Baptize'
La Diputación de Ourense posee los mejores sementales de España, un mérito que se mide cada año de forma objetiva, contando el dinero que han ganado en las carreras sus hijos, repartidos por todo el territorio estatal. Los purasangre más cotizados como padres se llaman Wagon Master, de origen francés, y Baptize, de EE UU, y un encuentro amoroso con ellos les cuesta a los propietarios de las yeguas 1.500 y 1.000 euros respectivamente. El año pasado, cualquiera de estos empleados de José Luis Baltar tenía una tarifa por cubrición de 2.000 euros, que alegremente venían a pagar personas de toda España. Pero el purasangre, como los yates, es un objeto de lujo prescindible para muchos ricos, y con la crisis, el precio de las montas ha caído en picado en toda Europa, más incluso que en Galicia.
Un encuentro 'amoroso' con estos caballos cuesta entre 1.000 y 1.500 euros
"No hay en Ourense espectáculo que junte tanta gente ni de lejos", dice el gerente
En el caso de Baptize, un ejemplar de 12 años al que al menos le restan otros 10 en plena forma como semental, el precio de la cubrición descendió un 50% porque la Diputación comparte su titularidad con accionistas privados (tradicionalmente, la propiedad de los caballos se divide en 40 acciones, y antes cada uno de estos títulos daba derecho a cubrir una yegua al año). Estos particulares, dueños de una parte de Baptize, prefirieron no arriesgar la clientela. Wagon Master, en cambio, es enteramente del organismo provincial, que optó por bajar la tarifa solo 500 euros, entre otras cosas porque al caballo, que ya ha cumplido los 20, no le quedan más que dos o tres años de plenitud sexual y, en total, unos cinco de vida.
Desde febrero hasta principios del verano, en el período denominado parada de sementales, la actividad de estos fenomenales machos y algunos otros es frenética en el Centro Ecuestre Antela de Sandiás. Probablemente más de 200 yeguas permanecerán durante más de un mes allí, pagando una pensión de diez euros al día que incluye comida, cuidados y alojamiento, con el único fin de quedarse preñadas. Este precio, que según el gerente, Gumersindo González, es en realidad de lo que "vive" el centro ecuestre, no ha cambiado con la crisis.
Las yeguas, como las cabras o las gatas, son poliéstricas estacionales, es decir, tienen el celo en una determinada época del año. Y todo tiene que ver con la largura de los días. Las yeguas sienten la pulsión del apareo en primavera y una parte del verano. Así que a partir del 1 de diciembre, explica González, "se hace una trampa, porque interesa que los potros nazcan cuanto antes" para que puedan entrar a competir jóvenes (hay carreras a partir de los dos años, y los caballos que más aguantan siguen corriendo hasta los ocho). "Las yeguas, para el celo, necesitan tener 60 días de período lumínico elevado, y para eso lo que hacemos los criadores", detalla, "es dejarles en el box la luz encendida hasta las once y media de la noche, regulada por un reloj temporizador".
En Sandiás controlan la ovulación de las yeguas propias y de las visitantes, y "cuando están a punto", las cruzan con los caballos. Luego, el animal tiene que permanecer en el centro ecuestre al menos 14 días más, que es el tiempo tras el cual "se puede diagnosticar el embarazo con una ecografía".
Después de una gestación de 11 meses, los potros serán vendidos en subasta, en el hipódromo de Madrid, en el otoño del año siguiente al que nazcan. Y el precio dependerá, en buena parte, del nombre de sus padres. En este caso, Wagon Master y Baptize, que está claro que trabajan para la Diputación de Ourense por méritos propios. Gumersindo González reconoce que la compra de los que luego han resultado ser los mejores sementales de España se debió tanto a la "suerte" como al "buen ojo".
Baptize, por ejemplo, costó 100.000 euros, cuando sus propietarios en América empezaron pidiendo por él 400.000. Siendo potro, se había vendido por 200.000 dólares, un precio alto para su edad, cuando todavía no había demostrado nada. Y cuando se interesó por él el centro de Antela ya había ganado 600.000 dólares en carreras celebradas en EE UU. El animal estaba sobradamente acreditado, pero al parecer "no daba el nivel suficiente para ser semental allá". Al final, la Diputación consiguió rebajar sustancialmente su precio, y resultó que la montura sí era un buen semental, el mejor, al menos para la calidad de las carreras que tienen lugar en la Península.
En Antela, por lo menos, estos eventos arrasan, con una media de 3.000 personas. "Estamos en primerísima división. No hay otro espectáculo deportivo en Ourense que junte tanta gente ni de lejos", presume el gerente.
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