Las cajas se arriesgan a ser excluidas del concurso eólico

El calendario marcado para la fusión gallega y las condiciones y plazos de la orden que desarrolla el concurso eólico se pueden cruzar fatalmente para que las dos cajas vean al final truncadas sus aspiraciones de obtener los megavatios que solicitan en la nueva convocatoria de la Consellería de Economía. Caixa Galicia y Caixanova, que en el concurso del bipartito resultaron entre los grandes adjudicatarios, acuden por separado con peticiones directas por parte de sus filiales, en un proceso que concluirá en la primera quincena de noviembre, un mes después de que las asambleas de ambas entidades hayan aprobado el protocolo de fusión si nada se tuerce. Para entonces, cuando se resuelva el concurso, sus peticiones serán las de una única caja.

Un armador condenado por pesca ilegal en EE UU pide 180 megavatios

La orden de Economía deja claro en uno de sus artículos que "las solicitudes presentadas por promotores que pertenezcan a un mismo grupo de empresas se entenderán como solicitudes de un mismo promotor". Lo dice tanto para los proyectos de especial interés y relevancia para la economía gallega como para establecer que por peticionario el límite máximo queda fijado en 350 megavatios.

En otro de sus preceptos la orden indica que "cada solicitante solamente podrá presentar una única solicitud para cada una de las zonas, limitación aplicable a aquellas empresas pertenecientes al mismo grupo empresarial, vinculadas por una relación de control directa o indirecta". "El incumplimiento de esta prohibición", continúa la orden, "supondrá la exclusión de todas las solicitudes de la empresa o empresas que incurriesen en dicho incumplimiento, así como la incautación de la garantía provisional presentada".

Caixa Galicia concurre al concurso a través de su filial industrial, la corporación CXG, que solicita un total de 273 megavatios, y a través de Norvento, en la que participa con un 20% del capital. Esta firma lucense aspira al tope de megavatios, esos 350 de límite, un techo similar al que plantea, según fuentes del sector, el proyecto de Caixanova, que ha declinado hasta el momento cuantificar su solicitud. La caja presidida por Julio Fernández Gayoso concurre a través de su filial Eólica Galenova, que está participada por la entidad viguesa en un 66% y en otro 33% por el Banco Gallego, también filial de Caixanova.

Desde las cajas admiten que la situación planteada con la fusión y el concurso eólico "es muy particular", aunque dejan claro que "en estos momentos, jurídicamente, somos dos entidades". "Actualmente, cuando acudimos a mercados internacionales", mantienen fuentes de las cajas, "nos sucede algo similar, tenemos que explicar que estamos en fase de fusión y que en unos meses lo más probable es que seamos una sola entidad". "Suponemos que la Xunta estudiará el caso", explican en referencia al análisis que tendrá que abordar la comisión de valoración impulsada por Economía que validará y puntuará las ofertas.

Entre los 90 peticionarios que suman solicitudes de más de 15.000 megavatios, según Economía, se encuentra el controvertido armador Antonio Vidal, que concurre con una petición de 180 megavatios con la sociedad Proyectos y Desarrollos Renovables. Vidal, inhabilitado y multado por pesca ilegal en Estados Unidos, se ha aliado a Astilleros Armón, con un proyecto que contempla el fomento del empleo entre discapacitados, que recibe una puntuación extra en el concurso. Otro grupo, San José, concurre con una solicitud de 391,5 megavatios a través de su filial Enerxías Renovables de Galicia. El grupo DE Jacinto Rey, con proyectos de parques a desarrollar en A Coruña, Pontevedra y Lugo, plantea una inversión de 550 millones en sus planes industriales.