La Xunta retendrá las subvenciones a los Ayuntamientos morosos
Un decreto bloqueará las ayudas a los municipios que no fiscalicen cuentas
El Consello de la Xunta cumplió ayer el mandato del Parlamento y aprobó un decreto de subvenciones a las entidades locales que bloquea la concesión de ayudas a aquellos Ayuntamientos que no presenten sus cuentas en plazo ante el Consello de Contas para su fiscalización. Es una de las principales medidas de la nueva norma, de la que el presidente Feijóo destacó el equilibrio entre las obligaciones que asumen la Administración autonómica y las locales. A estas últimas les corresponde agilizar los pagos a sus proveedores, ya que el Gobierno gallego retendrá las cantidades pendientes de una subvención si un Ayuntamiento no se pone al día con sus deudores en un plazo de 60 días.
Alberto Núñez Feijóo anunció el bloqueo de ayudas a los municipios morosos como una herramienta en la lucha contra la demora en los pagos. También aseguró que el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, le comunicó que el decreto fue negociado con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). El presidente en funciones de este organismo, Carlos Fernández, prefiere hablar de acuerdos puntuales con la Xunta que de consenso sobre la nueva norma, y apela precisamente al bloqueo de subvenciones en casos de retrasos como una de las cuestiones más delicadas del decreto.
Feijóo no descarta un recorte en el Plan Concertado de Servicios Sociais
"Exigir el pago en 60 días, y sobre todo bloquear las ayudas cuando hay un retraso, es una medida tremendamente exagerada, que puede añadir dificultades a los Ayuntamientos en problemas", relata Carlos Fernández, que abandonará el cargo el próximo 28 de noviembre. Con todo, admite que es una decisión "que forma parte de una dinámica general". El presidente de la Fegamp también discrepa de medidas drásticas por el retraso en la fiscalización de las cuentas, ya que "a menudo se escapa de la voluntad de los alcaldes".
Las obligaciones que la Xunta asume en el decreto tienen que ver con una "simplificación de los trámites" para hacer las ayudas más accesibles, "con menos burocracia", aseguró Feijóo. "Todas las ayudas se gestionarán de la misma forma, y bastará con una validación de la inversión para autorizar la ayuda", explicó el presidente gallego. Los municipios ya no tendrán que acreditar que pagan una inversión o un servicio, sino que podrán recibir la ayuda a través de una certificación o de una verificación.
El bloqueo a los morosos se articulará de forma que, si un Ayuntamiento no paga en plazo a los proveedores, la Xunta le retendrá las cantidades que aún no estén desembolsadas de esa misma ayuda o subvención. "La cláusula de seguridad obliga a los Ayuntamientos a pagar en dos meses a los proveedores las ayudas que reciban con cargo al Presupuesto de la Xunta", resumió Feijóo.
Las condiciones relacionadas con la fiscalización de cuentas son consecuencia de un mandato unánime del Parlamento, que en octubre de 2010, y tras una iniciativa del Bloque, reclamó al Consello de Contas que "emplease todos los mecanismos legales hasta lograr la colaboración de todas las administraciones". La Xunta ha aprovechado el decreto para introducir una medida que deberá favorecer la unión de Ayuntamientos para la prestación de determinados servicios, ya que tendrán prioridad en el reparto de los fondos.
En la rueda de prensa posterior al Consello, Feijóo no aclaró si el Plan Concertado de Servicios Sociais, con transferencias a Ayuntamientos para centros de día y ayudas de cuidador, sufrirá un recorte de 600.000 euros. "Será cuando presentemos los Presupuestos de 2012 cuando podamos hablar del plan de 2012", respondió. El presidente garantizó en todo caso que su Gobierno seguirá "comprometido" con la difícil situación que atraviesan las administraciones públicas, "y por supuesto, con las locales". "Lo demostramos cuando aprobamos en el mes de marzo anticipos del 90% en varias líneas de ayudas a los Ayuntamientos", afirmó.
"Los libros se pagan"
Alberto Núñez Feijóo restó crédito ayer a las denuncias de los libreros por el retraso en los pagos de los libros de texto. El presidente de la Xunta afirmó que "se están pagando y se seguirán pagando" a los titulares de librerías de la comunidad autónoma, pese a que estos han alertado de que la demora de la Consellería de Educación está asfixiando al sector.
El jefe del Gobierno autónomo admitió ser conocedor de estas quejas, pero se refirió a una información publicada ayer por este periódico, aunque sin citarlo, en el que varios libreros denunciaban deudas de hasta 75.000 euros, para afirmar que uno de ellos presentó la factura de julio el 19 de agosto. "Es muy difícil pagar una factura de julio cuando se presenta el 19 de agosto", consideró Feijóo, que se comprometió no obstante a que la Xunta "intentará seguir agilizando los pagos" y cumplir con sus "obligaciones".
El presidente de la Federación de Libreiros de Galicia, Xurxo Patiño, asegura que la Consellería de Educación todavía no ha pagado 10 millones de euros, y afirmó que la situación, que afecta a 250 librerías, puede abocar al cierre a muchas de ellas.
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