La Xunta invierte 14 millones en un puerto para una empresa de Villar Mir
El bipartito asume la obra que pactó Fraga en Cee con el dueño de Ferroatlántica
La Consellería de Política Territorial ha comenzado a invertir, a través del ente público Portos de Galicia, 14,5 millones de euros para multiplicar por cinco la capacidad de carga de la terminal de Brens, en la ría de Corcubión. En la actualidad los muelles públicos tienen una superficie de atraque de apenas 390 metros y un calado máximo de siete. Al margen de los astilleros de Cee, dedicados a barcos de pequeño tonelaje, Ferroatlántica, empresa de Juan Miguel Villar Mir, es la principal y casi la única usuaria de las instalaciones portuarias, y curiosamente nunca ha pagado por utilizarlas.
Tras las insistentes peticiones de la empresa, la Xunta se ha volcado para que Ferroatlántica disponga de una nueva terminal más moderna, que seguirá utilizando casi en exclusiva cuando las obras hayan finalizado. A cambio, la empresa tiene que contribuir con dos millones de euros a su construcción y comenzar a pagar las tasas portuarias. "La infraestructura es el mejor ejemplo de cooperación pública y privada", señalan desde Política Territorial.
Touriño colocó la primera piedra de los trabajos, pero no han avanzado más
Pero la situación se ha complicado con la crisis y ahora el muelle no es, ni de lejos, la única preocupación del grupo metalúrgico. Aunque la respuesta oficial confirma que siguen adelante "con todos los compromisos adquiridos con la Xunta en la construcción del puerto de Brens", la producción en sus fábricas de ferrosilicio en Cee y Dumbría ha caído en picado, ya que sus principales clientes son empresas de los sectores de la construcción y la automoción. Una buena parte de los 250 trabajadores que suman ambas factorías están dedicados a labores de mantenimiento a la espera de que se recuperen los pedidos. Mientras, dos de los tres hornos de Cee, muy próximos al puerto, se han apagado. Lo mismo ha ocurrido en Dumbría, donde sólo funciona uno de los dos disponibles. Los sindicatos todavía no temen por los puestos de trabajo, y han llegado a un acuerdo con la dirección de la fábrica para ocupar las horas muertas en distintas labores.
Entre tanto ya han pasado dos meses y medio desde la colocación de la primera piedra del nuevo puerto en un acto presidido por el titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Se anunció como la actuación más importante en la historia del organismo Portos de Galicia, que gestiona 122 terminales marítimas, tanto recreativas como comerciales, pesqueras y marisqueras.
Desde aquella ceremonia no se ha hecho mucho más. Las casetas de obra siguen a la espera de comenzar los trabajos que incluyen la ampliación de la línea de atraque 710 metros. La superficie de la explanada de carga se incrementará en 34.000 metros, y se efectuará un dragado de 110.000 metros cúbicos para mejorar el calado y alcanzar profundidades de 11 metros. Paralelamente, la Xunta ha comenzado la construcción de la autovía Carballo-Berdoias, que forma parte del eje de altas prestaciones de la Costa da Morte. Esta vía también es fundamental para las fábricas de Villar Mir, ya que comunicará Brens con Carballo, que a su vez enlaza con la autovía de A Coruña. El presupuesto asciende a 340 millones de euros, de los cuales 250 se destinarán a la autovía.
Ferroatlántica llevaba 15 años reclamando para sus fábricas de Cee y Dumbría una terminal de carga que absorbiese sus necesidades de transporte, tanto para abastecerse de materia prima como para enviar su producción fuera de Galicia. Manuel Fraga, en su última legislatura al frente de la Xunta, fue el primero que escuchó la petición de la empresa de Juan Miguel Villar Mir y firmó un convenio de colaboración para ampliar la terminal portuaria de Cee, que está a pocos metros de la entrada de la factoría. El acuerdo fue reeditado en abril de 2006 con el socialista Emilio Pérez Touriño en la Presidencia del Gobierno gallego.
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