La Unesco reconoce al faro en activo más antiguo del mundo
Los expertos valoraron unánimemente la identificación entre ciudad y monumento
Fue una larguísima espera. Más de 40 horas pendientes de interminables debates en el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, reunido en Sevilla. Pero a las 18.28 horas de ayer cayó al fin el veredicto: la milenaria Torre de Hércules de A Coruña ha sido declarada, por unanimidad, Patrimonio de la Humanidad. El faro de origen romano más antiguo, en activo desde hace casi dos mil años, ha pasado a ser el número 40 en la lista de bienes culturales de España con reconocimiento universal -el segundo país, tras Italia, con más distinciones. Y es el cuarto monumento de Galicia con esta distinción, de la que gozan la catedral de Santiago (desde 1985), el Camño (1993) y la muralla de Lugo (2000).
Es el faro en activo más antiguo del mundo: dos mil años de funcionamiento
Se trata del cuarto monumento gallego que goza de la distinción
Seiscientas personas se congregaron en María Pita para celebrar la decisión
El fallo fue acogido con emoción contenida en una ciudad mayoritariamente convencida de que su emblema no podía ser rechazado como patrimonio mundial. Nadie en A Coruña, aún a sabiendas de que esta candidatura primeriza también tenía papeletas de no ser tomada en cuenta, concebía realmente la posibilidad de perder. Ni siquiera las cinco horas de tenso debate que tuvo ayer la Unesco sobre las también milenarias minas de Almadén, en Ciudad Real -que no lograron por un voto la declaración- enturbió el optimismo de los coruñeses.
En la Unesco, una de los aspectos más apreciados del voluminoso expediente elaborado por el Ministerio de Cultura y la Xunta fue precisamente la identificación de A Coruña con su faro, presente a un tiempo en el escudo de la ciudad y en el logo del comercio más modesto. Todas las instituciones se volcaron en los últimos meses en apoyar la candidatura de la señal marítima en activo más antigua del mundo. Su efigie engalana desde hace semanas ventanas y balcones de buena parte de la urbe. El convencimiento generalizado de que la Torre iba lograr ser Patrimonio de la Humanidad quizás explica que los coruñeses salieran ayer a festejar con moderación, aunque orgullosos, un fallo que daban por seguro. Cualquier hazaña del Deportivo congrega más fiesta y emoción en A Coruña que la universalidad del faro.
Unas 600 personas, congregadas en la plaza María Pita ante una pantalla gigante con conexión directa con Sevilla, rompieron a aplaudir, bajo una lluvia de papeletas blanquiazules, al anunciarse un veredicto que el comité de la Unesco, ante la unanimidad de sus miembros sobre esta candidatura, apenas tardó media hora en debatir y decidir. Sonaron 21 salvas y, con acompañamiento de una tuna universitaria, la gente empezó a correar, con lágrimas en los ojos, "vivir na Coruña que bonito é".
Hasta la esquina atlántica en la que se erige el faro construido por el imperio romano en el siglo II y bajo el cual, según la leyenda, Hércules habría enterrado la cabeza del malvado Gerión tras ganarle en ruda y larga pelea, el goteo de ciudadanos de todas las edades se hizo más intenso tras conocerse el fallo de la Unesco. Aunque la afluencia fue mayor de lo habitual, tampoco allí, a los pies de la torre, hubo fiesta debordada.
"El mundo nos dijo que sí, que nuestro faro es de toda la Humanidad. No tenemos límites, A Coruña puede alcanzar todas las metas", proclamó, exultante, el alcalde Javier Losada. Encabezó, junto al conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jimenez, -la torre era la única candidatura que defendía ayer el Estado ante la Unesco-, la voluminosa delegación que viajó a Sevilla. "Supondrá un espaldarazo internacional para Galicia", afirmó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Hace una década que un grupo de coruñeses al frente de un denominado Instituto de Estudios de la Torre de Hércules empezó a fraguar, sin apoyo institucional y bajo la incredulidad de muchos, esta candidatura a la que muy poco a poco se fueron sumando la ciudad y sus representantes. El Ayuntamiento tardó en tomarse en serio las posibilidades de la Torre de Hércules de ser Patrimonio de la Humanidad pero, desde 2007, desplegó un sinfín de esfuerzos y ayuda económica, empezando por la Autoridad Portuaria, de quien depende la señal marítima que lleva dos milenios funcionando.
El hecho de que sea el único faro de origen romano en activo siempre fue la principal baza del monumento coruñés para su reconocimiento. Su reconstrucción modélica, realizada en 1790, fue especialmente destacada en el expediente de su candidatura. "El reconocimiento de la torre es un acto de justicia con la Historia", declaró el conselleiro. Hoy se prolongan durante las celebraciones oficiales.
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