Sanidade promete que ningún hospital será explotado a través de empresas
El PP acusa al bipartito de crear un "holding" para adjudicar contratos a "amigos"
Tras las protestas de los sindicatos por la "privatización" de la sanidad y las ironías del Partido Popular, ayer en el Parlamento, sobre su "dedicación a los negocios", la conselleira de Sanidad, María José Rubio, aseguró que Galaria, la empresa pública creada para la "explotación de toda clase de infraestructuras sanitarias", nunca asumirá la administración de hospitales y centros sanitarios, ni en solitario ni asociándose con compañías privadas. Según explica Rubio, este amplio objeto social, que acaba de introducir la Xunta en sus estatutos, sólo se utilizará para "explotar" la fabricación de radiofármacos y gestionar dos resonancias magnéticas móviles.
Después de comparecer en el Parlamento para explicar para qué utilizará esta sociedad, la conselleira negó que las atribuciones de Galaria para explotar "por sí misma o mediante terceros" infraestructuras sanitarias abran la puerta en Galicia a la gestión de hospitales por parte de empresas, un modelo ya implantado por el PP en la Comunidad de Madrid. Rubio alegó que eso no ocurrirá porque en 2010, si su partido repite en el Gobierno, se retirará la parte de los estatutos que ahora permite a Galaria prestar servicios asistenciales, una labor que la Xunta de Manuel Fraga sí ponía en manos de una sociedad pública.
La oposición insinúa que el nuevo centro hospitalario de Vigo lo gestionará Galaria
Rubio reta a Feijóo a explicar si su modelo sanitario es como el de Aguirre
"¿Es ésta la disolución de las fundaciones y empresas públicas que anunció Touriño?", se preguntó ayer desde el estrado del Parlamento el diputado popular Miguel Ángel Santalices. Las nuevas funciones de Galaria -una sociedad creada por la Xunta de Manuel Fraga con el nombre de Medtec- fueron utilizadas por el grupo parlamentario del PP para acusar a la conselleira de "dejar de atender a los enfermos y dedicarse a los negocios". Santalices afirmó que la socialista ha puesto en marcha un "holding para penetrar en todo lo que tenga que ver con la sanidad" y realizar encargos a "amigos".
"¡Eso es mentira!", saltó a gritos desde su escaño el socialista Francisco Cerviño. "Veo que se pone nervioso", replicó, burlón, Santalices. Y como ejemplo de sus graves acusaciones, el popular echó mano de un contrato adjudicado por Galaria a la empresa Intersalus, SA por 75.588 euros para reorganizar el área sanitaria de Vigo. A Santalices le parece un "gran escándalo" que esta sociedad haya sido comprada por una firma -Code- en la que trabajó hasta el año 2000 el ex secretario general de Sanidade, Antolín Rodríguez.
La conselleira se mostró indignada por el "cinismo político" del diputado popular y le devolvió su golpe de sarcasmo al negar que, como insinúa el PP, Galaria vaya a gestionar el nuevo hospital que se está construyendo en Vigo. "¿Acaso el anterior conselleiro tenía pactada la concesión del nuevo hospital?", inquirió Rubio. "Aquí no hay amiguismo", subrayó, "sino profesionales". La socialista retó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a explicarle a la ciudadanía gallega si el modelo sanitario que propugna es el mismo que su compañera de partido Esperanza Aguirre ha implantado en Madrid, y que incluye la gestión de hospitales públicos por parte de empresas.
Tras pedir el PP aclaraciones sobre la atribución de Galaria para explotar infraestructuras sanitarias, Rubio sólo se refirió a la gestión del ciclotrón, un costoso acelerador de partículas del Hospital Clínico de Santiago que se utiliza para fabricar radiofármacos. La conselleira explicó que Galaria se hará cargo de esta tecnología y de la venta de los medicamentos que produzca a hospitales privados, con ayuda probablemente de "empresas intermediarias". "No tenemos nada de qué avergonzarnos ni nada que esconder", afirmó la responsable de Sanidade del bipartito.
Rubio abundó en las labores de consultoría y asesoramiento para la adquisición de equipamientos y tecnología que también asumirá Galaria, un cometido que, según la conselleira, le ahorrará al Sergas la contratación de empresas privadas. La conselleira explicó que Galaria abandonará en 2010 la gestión de unidades asistenciales en los hospitales de Vigo y Ourense, una función que le encargó el antiguo Gobierno del PP.
La responsable de Sanidade aludió finalmente a la gestión de la cita previa de los ambulatorios que se le ha encomendado recientemente a esta sociedad mercantil y que ha provocado las críticas de sindicatos y asociaciones profesionales. CIG, UGT y CC OO ponen en duda que esta función no pueda ser asumida directamente por el Sergas y critican la "falta de transparencia e información" que han rodeado los cambios en Galaria. Rubio afirma que los equipos informáticos de la central de llamadas siguen siendo del Sergas y que la empresa sólo contrata a los operadores.
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