Laurie Anderson y Lou Reed dialogan fuera del rock
La pareja presentó en Santiago el proyecto 'The yellow pony'
Ya puede interesarse Lou Reed por las armonías orientales, como en Hudson river wind meditations (2007), en el apartado world music de algunas tiendas franquicia. Allí donde vaya, sobre todo en Europa, alguien le exigirá una representación roquera de sí mismo. Algo de esto pasó el domingo en la Praza do Obradoiro, con 1.500 asistentes repartidos en sillas de plástico bajo amenaza de lluvia.
La parada gallega de The yellow pony and other songs & stories, la gira de Laurie Anderson y Reed -cumplen un año de casados-, empezó con The dream before (for Walter Benjamin), del viejo repertorio vanguardista de Anderson -pop y folk hablado con texturas electrónicas- y terminó con I?ll be your mirror a dúo. Único bis. Retratada en el vídeo, la estridencia vocal del tema que Reed compuso en 1966 para Nico, la cantante alemana de The Velvet Underground, se convirtió en una especie de canto al amor maduro con violín, guitarra y ruido manso. Reed casi sonríe.
El espectáculo es una sesión de música de cámara y lectura poética sin aplausos
A mitad de camino, parte del público, que pagó 40 euros por la entrada, seguía pensando en lo mismo. Pero los grandes éxitos de Reed se redujeron a Pale blue eyes y Romeo had Juliette, con alguna incursión en el repertorio de The raven y Ecstasy. "¡Artista!" y "Toca Rock and roll" fueron algunos de los reproches audibles hasta el final, como si todavía hubiese deudas que saldar entre la parroquia que llegó a Reed hace algunas décadas. Lo cierto es que el recopilatorio de The yellow pony..., concebido como una sesión de música de cámara y lectura poética sin aplausos, es una revisión curricular y un espacio de diálogo entre ambos artistas, con pequeñas concesiones al lenguaje del rock. El teclista Louis Suddarth Calhoun, incorporado a última hora, dividió el escenario con texturas de caja de ritmos y algún guiño al hip hop, con apuntes de pop electrónico añejo.
La impostura del último Reed, de 67 años, es difícil de calcular, pero Maybe if I fall, Story about a story y Only an expert, del Homeland de Laurie Anderson, sonaron orgánicas en su mezcla de spoken word y avant pop con la guitarra del neoyorquino. No hubo referencias a la poesía catalana -Anderson y Reed participaron hace un año en el recital Made in Catalonia-, ni a la gallega, aunque la artista de Illinois lució una sudadera con trisquel y Galicia debajo.
"Les gustó mucho el misticismo de la ciudad y el Hostal dos Reis Católicos", señalaron desde la organización, entre Articket y la Federación de Asociaciones de Enfermos de Galicia. Los caprichos de la pareja fueron los de Reed, que volvió a espantar a los fotógrafos.
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