Cazadores de Lugo abandonan a cien perros, algunos maltratados

El abandono de perros de caza al inicio y final de cada temporada cinegética se ha convertido en un auténtico problema para las sociedades protectoras de animales. La entidad Cazadores de Lugo se encuentra desbordada y ha recogido en los últimos meses un centenar de canes de estas características.

Los perros llegan en algunos casos con secuelas físicas por una alimentación inadecuada o víctimas de una "auténtica carnicería", ya que les arrancan el microchip para evitar su identificación. Así lo denuncia el presidente de esta protectora, Javier García Calleja, quien además alerta de que se trata de cánidos de "muy difícil" recolocación. Los defensores de los animales descartan entregarlos en adopción a los cazadores, no los sacrifican salvo por cuestiones "humanitarias", y como animales de compañía tienen poca aceptación. Esta situación provoca una saturación en los albergues. En el caso de Lugo, el recinto acoge a unos 400 perros, "por encima del límite aconsejable".

Catálogo con fotos

Calleja no atribuye este comportamiento a todos los cazadores, pero denuncia que hay "un montón que se llaman cazadores, que tienen una licencia de armas y una escopeta, pero a los que en realidad lo que les gusta es apretar el gatillo contra todo aquello que se mueve". Los aficionados a la caza que abandonan a sus perros suelen hacerlo al comprobar que el animal ha perdido capacidad olfativa, o no tiene condiciones físicas para aguantar las batidas.

El problema del abandono de perros por parte de cazadores se reproduce cada temporada y obliga a las protectoras a agudizar el ingenio. Los responsables del albergue lucense están preparando un álbum de fotos acompañado de datos de cada perro para tratar de recolocarlos a través de protectoras alemanas o francesas donde este tipo de perros "tienen mejor salida". El primer book de perros de caza abandonados estará listo, con 25 fotografías y fichas, a primeros de marzo.