La saturación frena la economía del Mediterráneo

La progresiva degradación del territorio, por la ocupación intensiva de litoral, y la falta de grandes empresas, son las dos grandes amenazas que se ciernen sobre el desarrollo futuro del área conocida como el Arco Mediterráneo. La primera cuestión pone en riesgo la "sostenibilidad" de la zona, y la segunda cercena su potencial competitivo. Ambos aspectos son las conclusiones más relevantes de un estudio realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) por encargo de la CAM.

El informe, que analiza la trayectoria y perspectivas de las cinco comunidades autónomas de la ribera del Mediterráneo, fue presentado ayer en Murcia por los directivos de la CAM y el director de investigación del IVIE, Francisco Pérez García.

La falta de grandes firmas amenaza la competitividad del área geográfica

En el apartado del medio ambiente y, en concreto, la ocupación de la franja litoral en estas cinco regiones del Mediterráneo, el informe es contundente y alerta de las consecuencias de la saturación de las zonas costeras como consecuencia de la fuerte expansión "de las superficies artificiales", es decir, la edificación de nuevas zonas residenciales.

En la actualidad, y de acuerdo con la estadística que esgrime el informe, el Arco Mediterráneo, con 160.000 kilómetros cuadrados y 23,5 millones de habitantes, concentra en la franja litoral (0-2 kilómetros) las dos terceras partes del total de zonas artificiales de España y especialmente en Barcelona, Málaga y Alicante la construcción ocupa más de la mitad de la superficie de esta franja litoral, que ha quedado saturada, trasladando la edificación hacia franjas litorales interiores.

El informe señala además el elevado grado de aridez y de riesgo de desertización, la sobreexplotación de los acuíferos, especialmente en Alicante, Murcia y Granada, y la amenaza que representa la falta de agua para su elevado índice de potencialidad agrícola y su capacidad productiva para el regadío.

En apartado de la actividad ecómica, el informe destaca que en 2008 esta área geográfica concentró la mitad de la actividad de la economía española y generó una producción de 473.000 millones de euros, más que 22 de los 27 países de la Unión Europea. No obstante, también en este plano, el IVIE resalta otra carencia que pone en riesgo la potencial competitividad del entorno: la escasez de grandes empresas y la falta de especialización productiva. El responsable del organismo insiste en que para superar "esas debilidades" se debe emprender una "estrategia global de reforma". El Arco Mediterráneo debe, pues, reforzar la capacidad de sus empresas de generar valor añadido para recuperar la competitividad perdida y, en paralelo, reforzar la eficacia de las políticas públicas, sobre todo en el apartado de las infraestructuras (especialmente el transporte ferroviario).

Otros datos relevantes del estudio son los referidos a los niveles de renta y productivos del área (15 puntos por debajo de la Unión Europea a 15 países), su dinamismo demográfico (la población creció un 70% entre 1960 y 2009) y su fuerte capacidad para crear empleo (10 millones de ocupados en 2007) y, al mismo tiempo, de destruirlo en época de crisis como la actual, que ha generado ya 2,4 millones de parados, el 58% del desempleo global del Estado.