El parque Terra Mítica cerró 2008 con 11 millones de pérdidas

El parque temático Terra Mítica de Benidorm ha vuelto a la senda de las pérdidas tras el lapso de beneficios operativos declarados en los ejercicios de 2006 y 2007. El complejo lúdico, primera apuesta del ex presidente del Consell Eduardo Zaplana para relanzar el turismo valenciano, ha cerrado el ejercicio de 2008 con un resultado neto de explotación de 11 millones de euros de pérdidas.

El dato está recogido, según fuentes oficiales de uno de los tres socios mayoritarios de la empresa (Consell, CAM y Bancaja, con el 20% de las acciones, respectivamente) en el avance de resultados que ayer conoció el consejo de administración. El cuadro financiero del ejercicio de 2008, que será aprobado en una próxima reunión del consejo de administración, está aún pendiente del informe final de los auditores. No obstante, otras fuentes del consejo rechazaron ayer hablar de pérdidas y apuntaron que la empresa había cerrado, de nuevo, con beneficio operativo. Esta posibilidad sería producto de imputar en el apartado de inversiones gastos, entre ellos los derivados de la adaptación de la zona pública gratuita, conocida como Ocionía, o los ocasionados por el traslado de atracciones.

El PSPV urge a buscar un socio para cambiar la filosofía del parque

El consejo congela el nombramiento de un nuevo director general

La galopante crisis financiera que atenaza al complejo lúdico fue el eje central de la reunión del consejo. Pero inicialmente ninguno de los tres socios está dispuesto a arrojar la toalla, aunque sí a revisar el plan de negocio, invariablemente a la baja en concordancia con indicadores del sector. "Las variaciones a la baja de todos los indicadores macroeconómicos, así como otros datos relacionados con el sector del ocio y el turismo, hacen necesaria la modificación de objetivos", señala la dirección de Terra Mítica en un comunicado.

El consejo también estudió la reciente dimisión del director general del parque, el ejecutivo norteamericano John Fitzgerald. El ex directivo presentó su renuncia irrevocable mediante una carta desde Estados Unidos. Fitzgerald llegó a la dirección de Terra Mítica en 2001 y luego de ocho años de una gestión marcada por los números rojos ha dimitido por discrepancias con el Consell. El consejo de administración acordó iniciar un proceso de sustitución del primer ejecutivo del parque. "Hasta que se designe un nuevo director general, la sociedad será gestionada por el actual comité de dirección y la comisión ejecutiva", puntualiza la nota oficial.

La aguda crisis por la que atraviesa el parque temático ha desatado las alarmas en el seno del comité de empresa. Fuentes de los representantes de los trabajadores señalaron ayer que oficialmente la dirección de la empresa no les ha comunicado "nada" respecto al futuro del complejo. "Ante esta situación hemos optado por trasladar una carta al presidente del consejo, David Lladró, en la que le instamos a que cualquier decisión respecto a futuro del parque tenga presente la carga la laboral, es decir, los 1.000 trabajadores de Terra Mítica", explicaron fuentes del comité de empresa.

La frágil salud financiera de Terra Mítica provocó ayer la reacción del primer partido de la oposición, el PSPV. El diputado autonómico socialista José Camarasa señaló que, de confirmarse "el dato de 11 millones de euros de pérdidas, pondría de manifiesto que el modelo inicial y el corregido de Terra Mítica ha sido un fracaso, y el fiasco de lo que fue el mascarón de proa los grandes eventos del PP", puntualizó. El diputado del PSPV remarcó que la situación económica del parque hace necesario un nuevo plan de viabilidad y de negocio para adaptar el parque a la realidad del sector turístico de Benidorm y, que al mismo tiempo, consolide los puestos de trabajo del complejo. Camarasa también urgió al Consell a la búsqueda de comprador experto en el sector, capaz de garantizar el futuro del complejo pero desde la perspectiva de un "gran parque de atracciones".

El parque temático Terra Mítica abrió en 2000. Cuatro años más tarde, presentó suspensión de pagos con un pasivo de 218 millones de euros. La empresa salvó el escollo con la venta de su reserva de suelo por 85 millones. En 2007, aún acumulaba una deuda de 22 millones.