Fecoval lleva más de un año sin cobrar de la Generalitat
Mario Flores exigió una rectificación a los contratistas
La Federación de Empresas Contratistas de la Administración Pública (Fecoval) difundió ayer una nota en la que revela que lleva "más de un año" sin cobrar de la Generalitat. La nota constituye la tercera vuelta del cruce de declaraciones entre los contratistas de la Generalitat y el consejero de Infraestructuras, Mario Flores, desde que mantuvieron una reunión de trabajo el último día de agosto. Flores cargó contra el Ministerio de Fomento por anular obras y presumió de ser buen pagador.
Fecoval tardó una semana en replicar, pero lo hizo con contundencia. Javier Luján y Eduardo Beut, presidente y secretario general de Fecoval, detallaron cómo el Estado paga puntualmente las obras licitadas, cómo el Consell retrasa hasta 220 días los pagos y cómo cobrar de las empresas públicas de la Generalitat puede convertirse en una larga agonía de hasta dos años.
Flores replicó indignado. Acusó a los dirigentes de sufrir de doble personalidad y exigió una rectificación inmediata. "A mí me reconocieron que estaban satisfechos con los pagos de mi consejería", declaró Flores a la SER.
Fecoval difundió ayer una nota envenenada. "A lo largo de los últimos 25 años, Fecoval ha desarrollado su actividad en estrecha colaboración con la Generalitat", arranca el texto, "esta colaboración es la que ha permitido a las empresas valencianas ganar en tamaño y mejorar en términos de competitividad, dando incluso el salto a otros mercados nacionales e internacionales". Los contratistas subrayan, además, que han expresado "esa realidad en múltiples ocasiones".
Busca de soluciones
La cálida declaración da paso a un párrafo abrupto: "Hace más de un año que esta federación está trabajando conjuntamente con la Consejería de Economía para buscar soluciones efectivas al cobro de las obras".
La variedad de fórmulas que ha introducido la Generalitat para aplazar pagos o facilitar a los empresarios que descuenten ingresos a cuenta resultan poco efectivas cuando los bancos atraviesan problemas de liquidez. El texto se cierra con una apuesta por el diálogo y por una normalización de las discrepancias entre la patronal y la administración.
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