Camps vuelve con un monólogo para atacar sobre todo a Zapatero

Con puntualidad británica y atuendo desenfadado, Francisco Camps, presidente de la Generalitat, ha vuelto a la actividad después de que el 14 de abril fuera operado por una hernia discal en un hospital de Valencia. En un acto con los jóvenes del PP implicados en la difusión del mensaje del partido mediante las nuevas tecnologías, Camps, en una alocución de cerca de 45 minutos, no hizo alusión alguna a su situación judicial -está procesado por un supuesto delito de cohecho impropio- ni a las últimas revelaciones en torno a la actividad de la trama Gürtel, que cobró 600.000 euros del Gobierno regional en 2009 con la cúpula de la organización ya en prisión.

Es más, en su línea habitual, ni siquiera aceptó las preguntas de la prensa o del auditorio. Bien al contrario, el presidente valenciano, que encabeza unas listas a las elecciones autonómicas que incluyen a cinco imputados y seis supuestos implicados en asuntos de corrupción, repasó, ante un público entregado, varios de sus temas predilectos: la nefasta incidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el devenir de la Comunidad Valenciana, la necesidad de que el PP gane las elecciones generales en España y la "energía, el compromiso y el acierto" con el que su Gobierno trabaja día a día.

Camps anunció la creación, en caso de ser reelegido, de una macroconsejería de Educación y Empleo que aglutine todos los esfuerzos de la Generalitat para atenuar el paro y un mensaje de apoyo a los funcionarios de la Administración regional después de algunas informaciones que apuntan la voluntad del Consell de reducir la plantilla de la Generalitat.El presidente de la Generalitat aprovechó su comparecencia para adelantar cuál sería la "preocupación capital" del que podría ser su tercer Gobierno tras el 22 de mayo: "Hay que mejorar nuestro capital humano para así ganar en productividad y volver a crear empleo". A ello contribuiría una macroconsejería que sería la "más importante" del Consell y la "segunda en presupuesto" tras la de Sanidad.

La actual consejería de Educación supone ya la segunda partida presupuestaria del Consell, al consumir el 31,2% de sus recursos, solo superada por Sanidad, con un 40,2%. Ambas consejerías, por cierto, vieron reducidos sus recursos económicos el año pasado, entre otras cosas por el recorte de sueldo de funcionarios decidido por el Gobierno central.

Camps, de todas formas, intentó transmitir ilusión con su "nueva apuesta económica", largamente meditada pero apuntalada durante su convalecencia. "Más de 1.300.000 personas estarán relacionadas" con la Consejería de Educación, Formación y Empleo, un "concepto nuevo, moderno y necesario en la Comunidad Valenciana". "Con el PP", añadió Camps, "hay expectativas, futuro y trabajo". Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) presentados el pasado viernes, la Comunidad Valenciana tiene 600.000 desempleados y un paro del 24,1%, por encima de la media española.

Esto, sin embargo, no parece arredrar a Camps, que arengó a los jóvenes que componían, junto con varios consejeros y altos cargos del partido, el auditorio. "No nos podemos resignar. No somos peores que nadie. Solo el PP es capaz de crear empleo y seremos los primeros en salir de la crisis", dijo Camps, obviando que los últimos datos oficiales, los de la EPA, demuestran que la Comunidad Valenciana destruyó 50.500 puestos de trabajo en el primer trimestre de 2011, de lejos, el peor dato de España: representó el 20% de todos los empleos perdidos en el conjunto del Estado a pesar de que los valencianos apenas representan algo menos del 11% de la población española.

El presidente tampoco recordó en su discurso un experimento anterior en línea similar al anunciado: cuando concentró bajo la dirección de Justo Nieto, rector de la Universidad Politécnica de Valencia durante 19 años, una cartera que agrupaba las competencias de Empresa, Ciencia y Universidad a finales de agosto de 2004.

El experimento, que finalizó tras las elecciones de 2007 con la sustitución de Nieto, no tuvo continuidad, hasta el punto de que el consejero, con una indisimulada decepción, renunció a su acta de diputado y abandonó la vida política. Actualmente, la Consejería de Educación asume toda la formación pública, incluida la universitaria, mientras que las competencias de empleo recaen sobre la Consejería de Economía que dirige Gerardo Camps, uno de los vicepresidentes del Consell.

En cualquier caso, una buena parte de la patronal y de los observadores de la economía valenciana han insistido últimamente en resaltar ante la cúpula del Consell la falta de conexión entre la educación secundaria y la universidad y el tejido empresarial, lo que se traduce en exceso de oferta en determinadas titulaciones poco demandadas por el mercado y, por extraño que parezca, falta de personal formado en perfiles técnicos que deberían ser formados, básicamente, en la Formación Profesional.

Enlazando con el empleo, Camps ha agradecido la labor de los funcionarios de la Generalitat Valenciana, que son "eficaces, eficientes y comprometidos". El presidente de la Generalitat intenta así tranquilizar a un sector importante de electores ante la posibilidad de que la Administración autonómica, a la vuelta de las elecciones, adelgace su estructura, dados sus graves problemas financieros.

De hecho, la Comunidad Valenciana es la autonomía con mayor endeudamiento respecto al Producto Interior Bruto (PIB), con un 17,2%. Varios de los proveedores del Consell ya han protestado por la morosidad de la Generalitat, pero Camps, a las puertas de unas elecciones, ha reivindicado su gestión de personal -"somos la comunidad con menos funcionarios de España"- y ha dejado entrever, sin asumir compromiso alguno, que no habrá despidos: "No tengáis miedo", dijo, "os necesitamos para seguir trabajando por el futuro".

El anuncio de Camps se hace entre intensos rumores sobre ajustes muy duros en varias empresas públicas con deudas insostenibles -Canal 9 debe más de 1.000 millones de euros y apenas tiene acceso al crédito bancario para financiar sus pérdidas operativas- y después de que la Generalitat catalana, tras la victoria de Convergència i Unió en las elecciones, haya iniciado un durísimo proceso de ajuste en servicios anclados en el corazón del Estado del bienestar como la Sanidad, donde solo las protestas de los funcionarios y las diferencias en el seno de la propia coalición liderada por Artur Mas han parado, por el momento, una reconversión en toda regla.

Camps arrancó su discurso elogiando la figura de Agustín García-Gasco, arzobispo de Valencia y cardenal, que falleció el domingo en Roma a los 80 años.