Camps convierte el plan que parte El Cabanyal en símbolo de autonomía

El presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, trató ayer la polémica con el Gobierno central por la ejecución del plan del Cabanyal de Valencia como una afrenta a la autonomía y al Estatuto. "Defender el plan es defender nuestra autonomía, nuestro estatuto y nuestras decisiones", dijo ante decenas de alcaldes y concejales del PP a los que aseguró que "actuaré así, en defensa de la competencia municipal y autonómica en materia de ordenación urbana, en cualquier municipio".

Camps no habló del Cabanyal sino del plan, que pretende prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar atravesando el barrio, pero sí que se refirió a la actuación del Gobierno central como una "brutal agresión". Y, en su intención de equiparar la orden del Ministerio de Cultura de paralizar un proyecto urbanístico con un atentado a la autonomía valenciana, habló del presiente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como alguien que no sólo "va en contra de la autonomía municipal" sino que, con esta actitud, forma "un gobierno errático que no cree en las autonomías".

Barberá considera que los resultados electorales son una licencia para actuar

La orden del Ministerio de Cultura de paralizar el proyecto tuvo como respuesta del Consell la eliminación de la protección de Bien de Interés Cultural (BIC) del barrio, base sobre la que Cultura consideró el plan como expolio del patrimonio. Sin embargo, el Gobierno ya ha empezado a preparar los trámites para llevar el caso al Tribunal Constitucional.

El Cabanyal fue uno de los temas estrella de la convención celebrada del PP en Valencia, en la que la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá, también tuvo palabras de crítica al Gobierno y de alabanza a la Genetalitat. Para la actuación del primero utilizó términos como "exabrupto" y "osadía", mientras que agradeció la rapidez del Consell en "hacer frente a los agravios" y utilizó los resultados electorales en el barrio como licencia para sacar adelante, con cualquier arma, el proyecto. "Ganamos con mayoría absoluta y no hemos engañado a nadie", señaló, para atribuir al PP la "garantía de recuperación del barrio".

Los vítores en favor de las decisiones que la Generalitat ha adoptado en defensa del plan del Cabanyal fueron tantos como los arrancados a concejales y alcaldes populares cuando la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, anunció la próxima convocatoria de una manifestación en Madrid para reclamar una financiación local "justa y equitativa". "El Partido Popular de la Comunidad Valenciana encabezará la manifestación", mantuvo la alicantina, encargada de exponer algunas de las conclusiones de la convención en la que también se reclamó al Gobierno que aplique un IVA reducido a las operaciones en las que un ayuntamiento sea consumidor final y devuelva a las corporaciones locales el IVA generado por los proyectos de los dos Fondos de Inversión Local. La pretensión del PP no es destinar ese dinero a nuevas inversiones sino a gasto corriente.

Pese a no ser el tema central del encuentro, Francisco Camps puso mucho más énfasis en llamar a los alcaldes a hacer campaña electoral, aunque los comicios, de momento, estén convocados para dentro de dos años. "La victoria en 2011 es la puerta de la victoria en 2012", año en el que se celebrarán las elecciones generales. Así, el presidente del PP no sólo habló del programa que espera presentar a Mariano Rajoy "con las necesidades de la Comunidad Valenciana", sino que volvió a recordarle al presidente nacional del PP los votos que aporta para el recuento nacional.