“Si solo hubieran votado los latinos, Harris habría ganado en todos los Estados excepto Florida”
La vicepresidenta de la Iniciativa Voto Latino de UnidosUS sostiene que esta elección fue un referéndum sobre economía y los demócratas llevan una década sin saber conectar con el electorado en esa materia
Clarissa Martínez de Castro lidera los esfuerzos de UnidosUS, una de las mayores y más influyentes organizaciones de latinos en Estados Unidos, para entender al votante latino y fomentar su participación. Reconoce que la abrumadora victoria de Donald Trump en las elecciones fue inesperada, aunque cree que se exagera el apoyo obtenido de los latinos. En su opinión, el Partido Demócrata lleva una década sin saber conectar con el electorado en materia económica y esa fue la principal razón de perder el respaldo de los hispanos, que castigan a quien está en el poder en ese momento. Cree que Trump no llevará a cabo todas las políticas antiinmigrantes que ha prometido, pero sí muchas de ellas y admite que el peligro es latente.
Pregunta. El voto de los latinos fue fundamental para la victoria de Donald Trump ¿Fue una sorpresa para Unidos US?
Respuesta. Los resultados del martes fueron una sorpresa para todos, inclusive la misma campaña de Trump. Fue una noche histórica para los republicanos. Sabemos que incrementó su porcentaje de apoyo con el electorado latino. Si los latinos hubieran sido los únicos votantes en esta elección, la candidata Harris habría ganado en todos los Estados, excepto Florida.
P. ¿Cómo explica la caída del voto latino para los demócratas?
R. Lo que ya era súper claro para los votantes latinos desde hace varios años, es que el tema más potente es el de la economía. Cuando los votantes están descontentos sobre la economía siempre castigan a quien está a cargo en ese momento. Esta elección fue un referéndum sobre la economía. Eso no quiere decir que no haya otros factores que hayan afectado a un número menor de votantes en esto o en lo otro, pero el factor más potente fue la economía.
P. Sin embargo, algunos indicadores no muestran que la economía vaya tan mal… ¿Fue culpa de la desinformación?
R. No necesariamente, lo que pasa es que algunos pasos que se toman en la economía dan fruto lentamente y los votantes, sea legítimo o no, evalúan qué es lo que está pasando en ese momento y quién está a cargo. Vemos la disonancia entre la fuerza de la economía estadounidense, de la que se ha hablado mucho a nivel nacional e internacional, y el segmento de la clase trabajadora en Estados Unidos. Aunque la inflación se haya frenado, las compañías y las tiendas no han reducido los precios. Lo que sienten muchas personas que están en la clase trabajadora es que sus cheques no les alcanzan, que los precios siguen altos, el costo de la vivienda sigue alto y eso es algo que ya ha estado encima de las prioridades por bastante tiempo.
P. ¿Qué podría haber hecho mejor el Partido Demócrata?
R. Creo que ya por más de una década al Partido Demócrata le aqueja el no poder conectarse de una manera más intensa con el electorado en cuestiones económicas. Aún cuando los hechos demuestran que los demócratas tienen más cosas que pueden poner en su lista de acciones que han tomado que benefician a la clase trabajadora. Sin embargo, no han podido descifrar cómo conectarse bien con ese electorado. Mientras del lado republicano, aunque han hecho menos cosas, sí han tenido éxito en crear una percepción pública de que en temas económicos ellos son por quienes se debe apostar y esa percepción sigue teniendo poder.
P. Entre los latinos, el cambio más drástico se ha dado entre los jóvenes de hasta 29 años. ¿Se puede interpretar de alguna manera?
R. Va a llevar tiempo ver los datos específicos y finales. Pero lo que está claro es que el Partido Republicano, el presidente electo, logró incrementar su apoyo latino. No al nivel que se está reportando. Hay una diferencia entre el apoyo de las votantes latinas y los votantes latinos, pero ambos van a terminar en la misma columna, en el lado de Harris. Como pasa con el electorado blanco, aunque en el caso de ellos se hace en las columnas rojas. Es importante para el Partido Demócrata analizar qué es lo que ha llevado a esa erosión y, ya que aún cuentan con la mayoría del apoyo de este electorado, sepan cómo solidificarlo y que no se erosione más.
P. La mayoría de las organizaciones de defensa de los latinos han apoyado a los demócratas. Después de ver estos resultados, ¿se puede decir que hay un desentendimiento entre los líderes latinos y la comunidad que representan?
R. La mayoría de las organizaciones que son sin fines de lucro no son partidistas y no han apoyado a un candidato u otro. Muchas de las políticas públicas que se apoyan, que son las necesarias para avanzar en las oportunidades económicas y sociales de la comunidad latina, han tendido a estar del lado demócrata. También entre los votantes hay supermayoría de apoyo a las políticas públicas que incluyen, por ejemplo, el asegurar que las mujeres tengan derechos sobre sus propias decisiones médicas; que se avance en la legalización para aquellos inmigrantes que ya llevan muchos años en este país; expandir la vivienda asequible, y dar apoyo para comprar casas. En ese ámbito hay bastante alineación entre la mayoría de las organizaciones latinas y los votantes. Hay disonancias, pudieran decir algunos, viendo cuáles son las posiciones específicas de los candidatos en algunos de esos asuntos. El mandato más claro para el presidente electo no es por el lado migratorio, ni del aborto, lo preponderante aquí es que los votantes quieren que haga algo para que la economía mejore para la clase trabajadora.
P. Sorprende que después de que Trump haya insultado de varias maneras a la comunidad, llamándoles asesinos, violadores que envenenan la sangre del país… la lista es larga.
R. Más de 60% del electorado latino quedó del otro lado de Trump y la mayor parte de aquellos que quedaron de su lado son personas que están preocupadas por la economía, aunque también hay personas que apoyan sus pronunciamientos sobre la inmigración y otras cosas.
P. Hablando de la inmigración, Trump ha anunciado la mayor deportación de la historia, lo que incluye a muchos latinos. No a los que son ciudadanos, pero una medida así va a afectar a sus amigos, vecinos, familiares... ¿Está faltando empatía en la comunidad?
R. En cuestión de políticas públicas, una supermayoría de votantes latinos apoya la legalización para los inmigrantes que llevan muchos años en este país y siguen indocumentados. La mayoría del electorado latino no está de parte de que se implementen las deportaciones masivas y hay personas que no creen que lo vaya a hacer. El peligro es latente, aunque no creo que sea posible que deporte a todos los que dice. Pero eso abre la puerta a minimizar los derechos civiles y las libertades, no solamente de la comunidad que sea indocumentada, sino de cualquier otro sólo por su apariencia o su acento.
P. Hay varios programas como DACA o el TPS, que permiten que muchos latinos residan en el país, pero Trump ya se pronunció en contra de ellos en su primer mandato. ¿Cree que cumplirá las promesas de eliminarlos?
R. Trump y sobre todo las personas de las que se va a rodear, que incluyen personas de ideología y de política antiinmigrantes, van a tratar de que avance muchas de las cosas que dijo. Y ahí va a haber una reacción del electorado, porque hay muchas personas que no le dieron valor a algunas de sus declaraciones y vamos a ver que muchas de ellas sí van a avanzar. Las organizaciones que han trabajado en defensa de derechos civiles, de derechos de los inmigrantes y de otras cuestiones sociales están preparándose para responder al momento y para lo que pueda venir.
P. Las organizaciones latinas como UnidosUS, ¿también se están preparando de alguna manera para la próxima Administración?
R. Sí, de la forma que siempre lo hemos hecho y de la forma que lo hicimos la primera vez que Trump llegó a la presidencia, trabajando a nivel estatal para tratar de avanzar reglamentos y servicios a esas comunidades, mantenerlas informadas y ver qué se puede hacer en las cortes. Desafortunadamente, es algo donde también hay un reto mayor en este momento del que había hace cuatro años. Y, sobre todo, asegurar la protección de los derechos que existen para estas comunidades.
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