Robots para una red digital descentralizada, flexible y sostenible
Iberdrola despliega un ambicioso proyecto aplicado a sus redes de suministro eléctrico, con la puesta en funcionamiento sobre el terreno de robots dotados con inteligencia artificial
Los agentes digitalizadores, esos embajadores de un futuro que ya es presente, proliferan por doquier. Algunos de ellos, ni siquiera son humanos. Miren si no el caso de Iberdrola, que cuenta desde hace unos meses con un nuevo aliado en el proceso de digitalización de sus redes eléctricas. Se trata de R0V3RT, robot patrullero, digitalizador infatigable. Esta ágil tanqueta robotizada de última generación y alrededor de un metro de altura se encarga de asistir a sus compañeros humanos en las tareas de inspección de las subestaciones de la compañía. Dispone de control remoto y capacidad de navegación autónoma y cuenta con una cámara 360º que proporciona visión virtual de su entorno, micrófono y zoom óptico. Pero, muy especialmente, está dotado de amplias capacidades de inteligencia artificial, que le permiten detectar anomalías y anticiparse a posibles incidencias en su radio de acción. Las subestaciones cumplen una importante función en el ambicioso proyecto de digitalización que está acometiendo Iberdrola en su red de servicio. Estos emplazamientos están repartidos por toda la geografía española, con frecuencia en lugares remotos, y se encargan de distribuir la electricidad. Resultan, en fin, fundamentales para garantizar la generación renovable descentralizada y distribución optimizada de una red de miles de kilómetros de cable que da servicio a millones de clientes.
Este formidable laberinto de infraestructuras exige mantenimiento y supervisión periódica. Y es allí donde irrumpe R0V3RT, el último de una generación de robots colaborativos de Iberdrola. La compañía ha utilizado otros robots, como Antecursor I, un autómata encargado de inspeccionar subestaciones en Castilla y León. Sus primeros servicios a la compañía los prestó en la de El Torrao, en Zamora.
Descripción de sus tareas
El nuevo retoño de esa estirpe, R0V3RT, puede asumir desplazamientos incómodos a lugares remotos y, según fuentes de la compañía, está pensado para hacerse cargo de los procesos más mecánicos para ayudar a los compañeros de i-DE. En cuanto llega a su destino, “escanea toda la subestación para hacerse una completa composición de lugar y moverse con facilidad por el entorno”. A partir de ahí, “se pone a trabajar”. Su control remoto permite alertar al centro de control virtual con el que está conectado sobre cualquier riesgo potencial, lo que supone una ayuda inestimable en el proceso de prevención de incidencias. R0V3RT, en definitiva, reduce riesgos, asume tareas repetitivas y potencialmente exigentes desde un punto de vista físico y asegura un acceso a la información rápido y sencillo. En Iberdrola bromean con que, “de momento, sigue siendo un compañero algo tímido”, que se deja ver más bien poco porque su presencia sobre el terreno está aún orientada a pruebas, pero planean a medio plazo “emplearlo en distintos lugares para seguir garantizando el mejor servicio”. Pronto tendrá sucesores en otros lugares del mundo, como Spot, un robot sabueso que detectará y analizará incidencias a través de fotos en alta definición. Este prototipo, creado por AVANGRID, filial de Iberdrola en Estados Unidos, acaba de ser presentado en una demostración pública en Brewster, Nueva York.
La innovación tecnológica es clave para la integración en el sistema de la generación renovable, del autoconsumo, de la movilidad y de la climatizaciónEstibaliz Goñi, directora de Procesos y Tecnología de Iberdrola
Estibaliz Goñi, directora de Procesos y Tecnología de Iberdrola, enmarca la utilización de aliados tecnológicos como R0V3RT en el plan de transformación disruptiva de la compañía: “La innovación y la introducción de tecnologías en la gestión de las redes eléctricas son claves para permitir la conexión y la integración en el sistema de generación renovable distribuida, del autoconsumo, de la movilidad y de la climatización”. Esta apuesta se ha materializado en un diseño estratégico global y en una serie de iniciativas digitalizadoras. La principal, la creación del Global Smart Grids Innovation Hub, centro mundial de referencia de la innovación en redes inteligentes, cuya sede está en Bilbao. Desde allí se impulsan proyectos relacionados no solo con la transición digital, sino también con la integración de energías renovables, sistemas de almacenamiento energético o despliegue de vehículos eléctricos.
Los números de las redes del futuro.
Durante décadas, el sistema energético ha respondido a un modelo analógico y unidireccional. La energía se producía en centrales y era distribuida a viviendas, fábricas, comercios e instalaciones públicas. La tecnología y la transición energética han traído cambios revolucionarios a este sistema convencional, haciendo posible que la electricidad circule a través de redes mucho más robustas, flexibles, inteligentes y sostenibles y permitiendo a los consumidores que puedan actuar también como pequeños generadores, gracias al autoconsumo. El compromiso de la compañía consiste en digitalizar más del 80% de sus redes de transporte y distribución antes del final de 2025. Una parte de los 27.000 millones de euros de inversión total a nivel global se encaminarán a ello. Un 5% de la suma, 1.350 millones, se destinarán a España.