Vive la zarzuela en el Teatro La Latina

Regresa al Madrid más castizo a través de uno de los espectáculos del ciclo ‘Zarzuelas en La Latina’

Cartel del ciclo 'Zarzuelas en La Latina'
Cartel del ciclo 'Zarzuelas en La Latina'

Siente la garra y la chulería del Madrid del siglo XIX con la temporada veraniega de Zarzuelas en La Latina. Un ciclo compuesto por tres grandes títulos de este género musical escénico: Agua, azucarillos y aguardiente, La Chulapona y La Revoltosa, acompañados por una orquesta de 20 músicos en directo y más de 30 artistas en escena. Consigue tus entradas para uno de los tres espectáculos que tendrán lugar el 11, 15 y 22 de agosto a las 20:00 en el exterior del Teatro La Latina.

Agua, azucarillos y aguardiente

Asia, niña cursi, y su madre, doña Simona, se mudaron a Madrid, donde llevan una vida mísera, debiendo dinero hasta al casero. Una carta del tío les aconseja regresar al pueblo (Valdepatata), donde el primo está loco por casarse con Asia. Pero esta sueña con Serafín, hijo de un exministro.

El joven planea aventuras en secreto con Asia, y por ello ofrece dinero a Pepa, que regenta un quiosco, para que le eche un somnífero a la madre de Asia, pero se niega. Sin embargo, Lorenzo, compañero de Pepa, decide aceptar esta proposición para conseguir una recompensa económica.

La Revoltosa

La trama se desarrolla en el patio de vecino del interior de una corrala madrileña de principios del siglo XX. Allí Felipe, uno de los vecinos, presume de ser el único que se resiste a los encantos de Mari Pepa, sin embargo, está totalmente enamorado de ella. Lo mismo ocurre con ella, que siente celos cuando ve a Felipe acercarse a otras, y aunque ambos están enamorados mutuamente, simulan un desprecio que no sienten.

Este continuo tira y afloja entre ellos para mantener el asunto en secreto, ayudado del continuo babeo de los hombres que revolotean como moscones a su alrededor, lleva el tema de los celos a su máxima expresión.

La Chulapona

En esta obra, considerada representativa del casticismo madrileño dentro de la zarzuela grande que había sentado precedente Doña Francisquita, Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, plantean una trama que se aleja de los moldes tradicionales para crear una historia que respira humanidad, con personajes psicológicamente estudiados y una trama que está más cerca de la tragedia que de la propia comedia, como alude su calificación.

La historia cuenta la vida de Manuela, regenta de un taller de plancha; Rosario, una joven bien avenida, ofíciala y amiga de esta y Jose María, un joven vividor que se aprovecha de sus encantos para seducir a las mujeres para divertirse.


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