España se colorea de amarillo
A Coruña estrena el contenedor para envases de plástico, latas y briks. Con esta incorporación, prácticamente todos las grandes ciudades y pequeños municipios disponen ya de un cubo para envases domésticos
Todas las grandes ciudades y pequeños municipios de España tienen ya contenedor amarillo. Tras las incorporaciones al sistema de cubos de colores de Valladolid (2021) y Córdoba (2024), A Coruña estrenó el pasado octubre su contenedor específico para envases domésticos: botellas de plástico, latas de refresco y conserva, briks... Con esta adición, la urbe gallega suma un quinto contenedor y completa así la lista de las capitales de provincia que cuentan con este sistema.
El primer contenedor amarillo llegó a España en 1997. Lo posibilitó la ley 11/1997 de envases y residuos de envases, pionera entones en materia de reciclaje. 28 años después, hay más de 412.00 cubos amarillos diseminados por todo el territorio nacional, uno cada 150 metros de media, según estimaciones de Ecoembes. En ellos cada ciudadano deposita, de media, 21,4 kilos de residuos al año.
Botella de plástico
PODERES
Fusión
Invisibilidad
Finura
Botella de plástico
Fusión
El tapón unido a la boca de la botella impide que se extravíe, por lo que se garantiza su reciclaje.
Invisibilidad
Un envase transparente puede volver a ser ese mismo envase una vez se recicle. Si es azul o verde, no podrá ser transparente.
Finura
El peso de un envase como una botella de agua ha decrecido un 18% de media en los últimos 25 años.
LATA DE BEBIDA
PODERES
Ligereza
Superresistencia
Reciclabilidad extrema
LATA DE BEBIDA
Ligereza
Una lata de aluminio pesa entre 12 y 13 gramos. Ha disminuido su peso un 30% en los últimos 30 años.
Superresistencia
Una lata aguanta 90 kilos en vertical, lo que facilita su apilamiento.
Reciclabilidad extrema
Si se recicla, se consume el 95% de energía menos que cuando se produce por primera vez.
El logro, entiende Ángel Hervella, director de Gestión Local y Autonómica de Ecoembes, es fruto de la colaboración público-privada: “Llevamos muchos años trabajando, junto con las empresas y la administración, en hacer que el reciclaje sea una realidad en todo el país”. A Coruña es la pieza que completa el puzle amarillo: “Ahora, además de armonizar los colores de los contenedores a nivel nacional, hacemos que sea posible un reciclaje más sencillo y eficiente”, prosigue.
A Coruña se suma
En la ciudad de A Coruña (250.000 habitantes), el nuevo quinto contenedor nace de la división del antiguo contenedor amarillo, en el que hasta ahora se tiraban tanto los envases domésticos como la llamaba fracción resto, esto es, aquellos materiales no reciclables. Ahora, los ciudadanos dispondrán de un contenedor específico para los envases domésticos (que conservará el color amarillo) y otro gris para para la fracción resto.
Los cinco contenedores de reciclaje
Las plantas de separación distinguen entre siete tipos diferentes de materiales para su clasificación y correcto reciclaje. Eso explica que residuos tan dispares como una lata de conservas y un bote de salsa se depositen en el mismo cubo
Amarillo
Aquí se depositan botellas de agua, latas de refresco y briks, pero también envases de comida a domicilio de aluminio o latas de conservas.
Azul
En este contenedor van envases de papel y cartón, como pueden ser una caja de zapatos o un periódico viejo, entre otros.
Verde
Destinado a los envases de vidrio, el verde es el contenedor donde tirar una botella de cerveza o un bote de legumbres, por ejemplo.
Marrón
El contenedor marrón es el apropiado para la materia orgánica: peladuras de fruta, restos de infusiones o posos de café, residuos de jardinería...
Gris
También conocido como fracción resto, en el contenedor gris van todos los residuos que no tienen cabida en los otros cuatro cubos.
A Coruña separa sus residuos desde el año 2000 entre orgánicos e inorgánicos, pero aún no contaba con un contenedor exclusivo para los envases domésticos, un deber que dicta la ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Esta norma emana de una directiva europea de 2018 en la que se establece el deber de separar los residuos en cinco categorías: papel y cartón, envases domésticos, vidrio, materia orgánica y fracción resto.
En esta primera fase del proyecto, impulsado por el Ayuntamiento y en colaboración con Ecoembes, el Gobierno local ha optado por colocar tapas nuevas en unos 5.000 contenedores. Estas tapas son de dos colores: amarillas, con una boca especial para que solo sea posible introducir envases domésticos, como por ejemplo botellas de plástico; y grises.
Una solución por el momento adecuada para una urbe con las características de A Coruña, tal como explica Yoya Neira, concejala de Medio Ambiente: “Con la extensión, el tráfico y la densidad de población de nuestra ciudad, la vía lógica pasa por cambiar las tapas de los contenedores más que por instalar unos nuevos”.
Brik
PODERES
Híbrido
Ultraprotección
Ergonomía
Brik
Híbrido
Está compuesto por tres materiales: 75% papel, 20% plástico y 5% aluminio.
Ultraprotección
Su estructura multicapa protege los alimentos de la luz y el oxígeno y permite que se conserven sin refrigeración o conservantes.
Ergonomía
Su forma facilita que se puedan apilar en grandes cantidades.
Lata de conserva
PODERES
Vida extra
Longevidad
Inmortalidad
Lata de conserva
Vida extra
Si se lava, se puede reutilizar como recipiente en el que servir un aperitivo.
Longevidad
Al ser herméticas, impiden la entrada de cualquier agente contaminante y garantizan la conservación del alimento.
Inmortalidad
El aluminio, material con el que se fabrican, se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades.
La caja de cartón en la que se comercializa va al cubo azul
Hacer pedagogía
El reto inminente es hacer pedagogía. “Ahora que le hemos dado la última vuelta de tuerca a la separación, el desafío está en que la gente cumpla. Y eso pasa por concienciar a la población de que este asunto es importante y conlleva ventajas: un reciclaje más eficiente y una mejor economía, porque el que contamina paga”, entiende Neira.
Fernando Blázquez, gerente de la Zona Norte de Ecoembes y gestor del proyecto coruñés, señala que lo que más cuesta trasladar es, precisamente, el gran impacto numérico de un cambio tan pequeño: “Calculamos unos 46.210 empleos asociados al reciclaje de envases en España. Con el material recuperado en 2024 ahorraríamos energía para abastecer a una ciudad como A Coruña durante 38 años”.
Bote de salsas
PODERES
Elasticidad
Ingravidez
Inmortalidad
Bote de salsas
Elasticidad
El PET (Polietileno Tereftalato) es flexible, lo que permite apurar la cantidad de producto y que no se genere desperdicio alimentario.
Ingravidez
Es tan ligero que resulta muy fácil de manejar y de transportar, lo que reduce la huella de carbono.
Inmortalidad
Se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades. No hace falta enjuagarlo en casa antes de tirarlo.
Envase de aluminio
PODERES
Calefactor
Protección
Inmortalidad
Envase de aluminio
Calefactor
El aluminio mantiene de manera eficaz el calor y la temperatura de los alimentos.
Protección
Es un material muy higiénico. Guarda con facilidad el sabor, la frescura y el aroma de la comida recién hecha.
Inmortalidad
Se puede reciclar infinitas veces sin perder propiedades.
La tapa de cartón que a veces lleva este envase se tira al cubo azul
La instalación en A Coruña del quinto contenedor, extendido ya por la práctica totalidad del país, culminará de aquí a final de año. Blázquez explica que, al principio, siempre se da un “periodo de tránsito”: “Encontraremos residuos impropios, claro. Pero a corto plazo el material estará cada vez más depurado y llegará más limpio a las plantas de separación, lo que redundará en una tasa mayor de recuperación de envases”.
Las confusiones más clásicas con el cubo amarillo se suelen dar con los residuos de plástico que no son envases: un juguete, un paraguas roto, una espátula, un biberón... Todos esos objetos van a la fracción resto. “Siempre decimos lo mismo: el amarillo sigue siendo mayoritariamente para los envases, que es el grueso de lo que tiramos”, sintetiza Neira. “Ahora se trata de que en cada hogar la gente disponga de un cubo pequeñito para el resto de los residuos. Ese es el pequeño esfuerzo que hay que hacer. Es bueno para nosotros y, sobre todo, para las generaciones venideras”, cierra.
GENTE RRRESPONSABLE
que Reduce, que Reutiliza, que Recicla
Si nosotros no reciclamos en nuestra casa la cadena no comienza. El ciudadano siempre será el eslabón más importante
Fernando Blázquez
Gerente de la Zona Norte de Ecoembes
Trabaja para establecer convenios de reciclaje con las administraciones de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra
Ingeniero de Minas de formación, Fernando Blázquez es gerente de la Zona Norte (que agrupa a las comunidades autónomas de Galicia, Cantabria, País Vasco, Asturias y Navarra) y representa a Ecoembes ante los actores políticos y técnicos que forman parte del ciclo del reciclaje. Su cometido, explica, consiste en negociar e impulsar convenios de recogida selectiva con las administraciones públicas y velar por su cumplimiento. “Y hacerlo siempre con eficiencia técnica, económica y ambiental”, precisa. “Una vez que se firman estos acuerdos, hay que trabajar para incrementar los ratios de recogida y minimizar los residuos que van al vertedero”.
Blázquez percibe en su día a día una mayor preocupación e implicación por el cuidado del planeta: “Sí, hemos notado un cambio significativo en estos años y un crecimiento constante del reciclaje”. Aún así, señala que aún quedan “algunas resistencias, algunas aldeas galas que vencer”: “Tenemos que trabajar para que todo el mundo separe la basura. Es una acción sencilla, pero con un retorno muy significativo”. Y subraya el papel esencial de cada hogar: “Por mucho que trabajen las administraciones y las empresas, si nosotros no reciclamos en nuestra casa la cadena no comienza. El ciudadano siempre será el eslabón más importante”.

