Consejos para ahorrar (también) en vacaciones
Aunque de entrada parezca una misión imposible, sí se pueden controlar los gastos durante los días de descanso. Algunas pistas: aprovechar las ofertas, comprar alimentos de temporada y planificar las escapadas. Nunca es tarde para trazar la hoja de ruta del verano
Qué bien sientan las vacaciones: las sesiones de playa y piscina, las rutas al aire libre, las escapadas al pueblo, las sobremesas interminables con familia y amigos, los horarios flexibles, los días largos… Al fin y al cabo, para eso está el verano, para desconectar de la rutina y disfrutar de un merecido descanso. Son días de comidas y cenas fuera de casa, de viajes, de darse algún que otro capricho… y también de gastos imprevistos. Después de 11 meses de trabajo, madrugones y obligaciones, lo cierto es que durante estas semanas estivales se repara bastante menos en los movimientos de la cuenta corriente. Este verano, el gasto medio previsto por los españoles para las vacaciones alcanza los 1.174 euros, apenas 10 euros menos que el año pasado, según el reciente informe del Observatorio Cetelem.
Por ese motivo, conviene seguir una serie de recomendaciones para disfrutar al máximo de las vacaciones sin dejar vacía nuestra cartera. Son consejos muy sencillos y eficaces en los que basta aplicar el sentido común. El bolsillo lo agradecerá.
• Planificar con tiempo qué se quiere hacer durante estas fechas (y reservar con antelación). Es una obviedad, pero tener las cosas claras facilita mucho todo el proceso. En caso de que haya un viaje por delante, cuanto antes se conozcan las fechas, más margen de maniobra hay para comprar los billetes –ya sean de avión, de tren, de autobús, de barco– y para reservar la estancia a mejor precio. La indecisión es siempre mala consejera, y cuanto más se retrase la elección, las vacaciones serán más caras y la oferta, menor. Aunque hay un truco infalible. Si se evitan las fechas de temporada alta y se viaja, por ejemplo, la última semana de agosto y la primera de septiembre, se puede ahorrar hasta el 27%, según datos de Skyscanner.
Evitar las fechas de temporada alta y viajar, por ejemplo, la última semana de agosto y la primera de septiembre, puede representar un ahorro de hasta el 27%Fuente: Skyscanner
• Realizar un presupuesto realista, y cumplirlo. Hay que ser conscientes de las limitaciones de cada uno y vivir de acuerdo a las posibilidades familiares. Un truco infalible: decidir qué cantidad de gastos es asumible y adaptarse a la realidad. Claro que es posible darse un capricho, sólo faltaría. Pero es importante mantenerse firme y no caer en demasiadas tentaciones, porque el alojamiento, el transporte, el ocio y la comida cuestan un buen pellizco. Para no derrochar a lo tonto, una buena fórmula es repartir el dinero por días.
• Aprovechar bonos, descuentos, carnés, tarifas reducidas. Es habitual que, desde hoteles a compañías de transporte, agencias de viajes, restaurantes o supermercados ofrezcan cupones y códigos de descuento. En EROSKI, los socios de EROSKI Club pueden beneficiarse de multitud de promociones y conseguir hasta 20 vales descuento al mes personalizados, que se activan de forma fácil a través de la web o en la app. También pueden optar a otras muchas ventajas a través de su tarjeta de pago.
• Estar atento a los chollos de última hora. Para los amantes de las emociones fuertes (o para los reyes del despiste, que también los hay), es posible aguantar hasta el último minuto. En ocasiones –no siempre–, aparecen viajes, estancias y vuelos a precios reducidos, sobre todo en plataformas y webs de Internet. Es una buena oportunidad de disfrutar a lo grande de unas vacaciones más económicas, aunque el riesgo de quedarse sin nada también está ahí.
• Cuando toca llenar la nevera, es aconsejable no dejarse llevar por el primer impulso. Lo suyo es controlar los gastos y evitar los que son innecesarios. En EROSKI, por ejemplo, existe una cesta completa y variada a precios muy competitivos con productos frescos, de alimentación y para el cuidado personal y del hogar. Incluyen tanto productos de marca propia como de otras marcas. Muchos de estos artículos de consumo son de temporada, muy veraniegos e ideales para estas fechas, como frutas y helados. Una opción perfecta para ahorrar y mantener una alimentación equilibrada en los meses más calurosos del año.
Se trata, en definitiva, de ideas diferentes que comparten algo en común: el ajuste del gasto. Porque disfrutar al máximo de las vacaciones no está reñido con dejarse el sueldo a las primeras de cambio. Todo lo contrario: se puede (y se debe) ahorrar, incluso en los días más relajados del año.