Jaime Cantizano explica en el tercer capítulo de 'Acertar con energía' cómo practicar un consumo energético eficiente en casa.

El club de la eficiencia energética

El plan de Europa para reducir el uso de combustibles fósiles pasa por fomentar las energías renovables, las tradicionales y las alternativas, y por reducir el consumo energético. Es aquí donde todos tenemos un papel que desempeñar. El presentador de radio y televisión Jaime Cantizano nos muestra en este vídeo interactivo de la serie ‘Acertar con energía’ qué es la eficiencia energética y cómo integrarla en casa

Javier A. Fernández

Los planes para impulsar la transición energética en Europa se han acelerado. La Comisión se ha propuesto agilizar el reemplazo de las fuentes de energía fósiles por otras menos contaminantes desde tres frentes. Por un lado, va a potenciar el desarrollo de combustibles alternativos, como el biometano y el hidrógeno verde. Por otro, pretende acelerar el despliegue de las renovables tradicionales, como la energía eólica y, especialmente, la solar, con gran potencial para instalarse rápidamente sobre los tejados de edificios de todo el continente. Y, por último, busca fomentar el consumo responsable. De aquí a ocho años se debe recortar el gasto energético más de un tercio. Con estas iniciativas, el plan es doblar el consumo de energía renovable, bajar a la mitad las emisiones contaminantes y reducir la dependencia de combustibles fósiles importados.

Bienvenida a casa, eficiencia energética

Gastar solo lo que necesitamos es el principio de la eficiencia energética, que en los hogares se traduce en disfrutar de los mismos niveles de comodidad, pero utilizando menos recursos. Un factor que reduce la factura y al mismo tiempo beneficia al planeta.

Una manera de consumir menos consiste en elegir electrodomésticos más eficientes. Estos aparatos suponen más de la mitad de la factura eléctrica, de acuerdo con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por lo que cuanta menos energía necesiten más reduciremos la factura. De todos ellos, la lavadora, el lavavajillas y la nevera son de los que más gastan. Para conocer su eficiencia cuentan con una etiqueta energética, que los clasifica según su consumo en una tabla que va desde la A, que se corresponde con los de mayor eficiencia y, por tanto, que menos gastan, a la G, que indica los que más consumen.

Para hacerse una idea, sustituir una nevera combi —la más habitual en los hogares—, con 15 años de antigüedad, por una de la máxima categoría, supone un ahorro de más de 140 euros al año, de acuerdo con la Asociación Española de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos (APPLIA). Solo cuentan con este distintivo las lavadoras, las secadoras, los lavavajillas, los refrigeradores, las fuentes de luz, los televisores y las pantallas. En la página web Label 2020 se puede encontrar más información al respecto.

Este nuevo etiquetado sustituye la clasificación de 2012 que se había quedado obsoleta —casi todos los electrodomésticos eran ya de clase A+++— y aún no se ha actualizado para calderas, hornos, campanas, aires acondicionados y secadoras. Las cocinas eléctricas y las aspiradoras quedan exentas por ahora de tener etiqueta.

Transformar tu casa para potenciar el ahorro

La eficiencia energética también depende del estado de la vivienda. Si no está bien aislada, se producirán fugas de calor en invierno y entrará el aire caliente en verano, a través de paredes, puertas y ventanas, lo que aumentará el consumo. Un aislamiento eficaz, en cambio, permite reducir la demanda de calefacción y refrigeración, como mínimo, un 7%, aunque con una actuación integral se puede rebajar el consumo entre un 20% y un 50%, de acuerdo con el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España.

En torno al 20% de las viviendas están bien preparadas para evitar este tipo de fugas, de acuerdo con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Eso significa que tienen etiqueta A, B o C. Los inmuebles, al igual que los electrodomésticos, cuentan con calificación energética. Una escala que va desde la A, que se corresponde a la máxima eficiencia, a la G, que es la mínima. Más del 80% de los inmuebles con certificado energético está clasificado como E, F o G, las más bajas. Además, solo el 0,3% cuenta con una A, según el recuento de IDAE de diciembre de 2021.

Para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, el Gobierno de España dedica una partida del fondo Next Generation EU, el plan de estímulo para reactivar las economías de los países miembros después de la crisis provocada por la pandemia, para que los propietarios rehabiliten sus viviendas, así como para que las comunidades hagan lo propio con los edificios. Con esto, se busca rebajar, al menos, un 30% del consumo de energía no renovable, es decir, de combustibles fósiles y ese 7%, como mínimo, en la demanda de climatización. El programa contempla ayudas para la mejora del aislamiento en las fachadas, las cubiertas y en la carpintería de las ventanas, así como el cambio de calefacción por sistemas más eficientes. El importe será del 40% del coste de la rehabilitación, con un límite de 3.000 euros.

El crecimiento imparable del autoconsumo solar

El Plan de Recuperación que articula el fondo europeo Next Generation también puso en marcha en 2021 ayudas para la instalación de placas solares en edificios tanto residenciales como comerciales e industriales. De acuerdo con Europa, la energía solar tiene un gran potencial para sustituir al gas natural en la generación de electricidad y calor.

El programa REPowerEU propone cuadruplicar su capacidad en esta década, apostando por aprovechar el enorme potencial de los tejados. Europa quiere que entre 2027 y 2029 sean obligatorios en todos los grandes edificios públicos y en las casas y bloques residenciales de nueva construcción. Pero hoy, la colocación de placas fotovoltaicas ya es una realidad que muchas empresas energéticas ofertan y a la que cada vez se suman más consumidores.

En 2021 se instaló el doble de paneles solares que en 2020. Y este año se espera doblarla de nuevo, de acuerdo con la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Para seguir creciendo y, cuadruplicar, como mínimo, la capacidad de autoconsumo fotovoltaico en 2030, también en España, se han propuesto cambios legislativos, además de las inversiones a través del fondo europeo en todos los sectores, con subvenciones que llegan al 20% en el caso de particulares y hasta el 65% del coste de la instalación para empresas. El Gobierno acaba de anunciar, además, una ampliación en la financiación para este fondo, cuyo tramo inicial, abierto en el año pasado, está a punto de agotarse.

Las ventajas de instalar placas solares

Una instalación de autoconsumo permite reducir la factura eléctrica hasta un 40%, de acuerdo con Naturgy. Ese porcentaje crecerá cuanto mayor sea el tiempo en el que la actividad en la vivienda coincide con las horas de máxima generación. No obstante, el porcentaje puede elevarse hasta el 70%, de acuerdo con la energética, si se añaden baterías con las que acumular energía para usarla en los momentos de menor producción, como la noche.

Este sistema permite verter a la red eléctrica el excedente creado y recibir una remuneración por ello, lo que ayuda a reducir la factura. En el caso de Naturgy, se ofrece 0,11 euros por cada kilovatio/hora que el cliente no consuma. La vida útil de una instalación está entre los 20 y los 25 años y el tiempo de retorno se calcula entre cinco y siete años.

Objetivo: avanzar en el consumo eficiente

Terraza de la sede de Naturgy en Barcelona.
Terraza de la sede de Naturgy en Barcelona.

La eficiencia en el uso de la energía es uno de los cuatro ejes en torno a los que gira la estrategia ambiental de Naturgy. En 2021 redujo un 29% el consumo energético dentro de la organización respecto a 2017, a través de la sustitución de equipos por otros más eficientes y la instalación de sistemas renovables de autoconsumo, entre otras acciones. Ha rebajado, además, en un 94% las emisiones atmosféricas de dióxido de azufre (SO2), que se originan durante la combustión de carburantes fósiles, de sus procesos industriales, en los últimos cinco años. 

La compañía continúa ampliando su cartera de fuentes de generación renovables y está en pleno desarrollo y aplicación de nuevos combustibles, como los gases renovables, que refuerzan su apuesta por la economía circular al dar un nuevo uso a residuos como los urbanos, los de la agricultura y los de la ganadería. 

En la producción de los vídeos de este proyecto hemos generado 0,52 toneladas equivalentes de CO2

¿Cómo se ha calculado? La huella de carbono de este proyecto, es decir, el volumen de dióxido de carbono (CO2), se ha obtenido a partir de la suma de las emisiones que se generaron a lo largo de la jornada de rodaje y las horas de posproducción.

1,2% Posproducción

98,8% Rodaje

56% Desplazamientos

41% Catering

3% Consumo energético

Naturgy compensará el CO2 liberado a la atmósfera a través de la iniciativa #BuenaHuella

Créditos

Coordinación editorial: Juan Antonio Carbajo y Francis Pachá
Guion del vídeo: Javier A. Fernández y Marta Villena / Realización: Quique Oñate y Paula D. Molero / Edición: Paula D. Molero / Grafismo: Gabriel Contreras / Director de fotografía: Manuel del Moral / Operadora de cámara: María Page / Ayudante de cámara: Bea García de Carellán / Sonido directo: Harut Hovhannisyan / Posproducción de sonido: Christian Aira / Operador de prompter: Jose Manuel Lastra / Maquillaje y peluquería: Mimí Camelo / Producción: Paloma Oliveira / Ayudante de producción: Asha Martínez 
Desarrollo: Rodolfo Mata
Diseño:  Juan Mayordomo
Coordinación de diseño: Adolfo Domenech

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