Euskadi retrasa dos semanas las cirugías no urgentes ante el aumento imparable de la pandemia

El 53% de los ingresados en UCI son enfermos de coronavirus, el doble del nivel que marca el riesgo extremo

Entrada al servicio de Urgencias del Hospital Donostia este lunes.Javier Hernández

La expansión del coronavirus está golpeando con una fuerza desmesurada en el País Vasco. A solo dos semanas del anunciado fin del estado de alarma, el 9 de mayo, el aumento de los contagios es incesante y la situación en los hospitales es crítica. El escenario es “muy preocupante”, ha reconocido este lunes la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui. Uno de los indicativos más alarmante es el incremento de la ocupación de los centros sanitarios...

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La expansión del coronavirus está golpeando con una fuerza desmesurada en el País Vasco. A solo dos semanas del anunciado fin del estado de alarma, el 9 de mayo, el aumento de los contagios es incesante y la situación en los hospitales es crítica. El escenario es “muy preocupante”, ha reconocido este lunes la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui. Uno de los indicativos más alarmante es el incremento de la ocupación de los centros sanitarios, con 568 infectados atendidos en planta y 192 enfermos graves en las UCI. El 83% de las camas de intensivos están ocupadas y el 53% las usan pacientes de covid, doblando el umbral de riesgo extremo. La cifra de pacientes hospitalizados se ha cuadruplicado desde octubre pasado. La tensión asistencial ya afecta a toda la red sanitaria, desde la atención primaria hasta las unidades de críticos. El Gobierno vasco se ha visto obligado a tomar medidas drásticas: desde este lunes y durante al menos dos semanas se pospondrán las cirugías no urgentes en todos los quirófanos del sistema público de salud. Durante este periodo, solo se practicarán las intervenciones urgentes, oncológicas y no demorables.

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Hace varias semanas que se encendió la alerta roja en Euskadi, y especialmente en Gipuzkoa, donde el virus se ha expandido por toda la provincia. Hace una semana, 65 localidades vascas habían rebasado el índice de 400 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Conforme ha ido subiendo la cifra de positivos, los hospitales han ido recibiendo enfermos sin cesar, hasta alcanzar la centena varios días, lo que se ha traducido en un aumento de la presión asistencial. Amaia Mayor, representante del sindicato de enfermería Satse, describe así la situación: “Hay mucha presión en los centros de salud, se está reorganizando las unidades hospitalarias y abriendo nuevos espacios para atender a enfermos covid. Las UCI están a tope y se están trasladando pacientes de Gipuzkoa a hospitales de Álava y Bizkaia. A esto se une que hay una mayor necesidad de enfermeras con formación para el cuidado de críticos”.

Los últimos datos de la situación epidemiológica corroboran el empeoramiento. La incidencia acumulada es de 544,7 casos en el conjunto de Euskadi, la tasa más alta de España. Los números son especialmente preocupantes en Gipuzkoa, que acumula 726,4 diagnósticos por 100.000 habitantes. Cuando se decretó el estado de alarma en octubre de 2020, Euskadi estaba en los 263,21 casos (menos de la mitad que en la actualidad). Entonces había medio centenar de enfermos en las UCI; ahora son cuatro veces más. “Esto no se había producido en Euskadi desde la primera ola de la pandemia”, afirma el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza (sanidad pública vasca), Víctor Bustamante.

El colectivo de enfermería ya ha constatado que se están “anulando citas quirúrgicas para liberar camas”, asegura Mayor, “y para poder destinar personal sanitario de quirófano para el cuidado de pacientes críticos”. Y esto se traduce en una mayor carga asistencial: “Las enfermeras de urgencias, de las plantas covid y sobre todo de las UCI están a tope y muy cansadas”. “Necesitamos incrementar el número de enfermeras y tomar nota de todo esto que está pasando para el futuro, porque estamos llevando la pandemia adelante exprimiendo a las enfermeras y al resto del personal”, advierte la portavoz sindical.

Vista de la fachada del Hospital Donostia.

Entre los médicos también ha cundido el cansancio: “Estamos muy fatigados y desesperanzados. No hemos tenido descanso, ni físico ni psicológico, incluso en épocas valle”, afirma un portavoz del Sindicato Médico de Euskadi. Añade que uno de los principales cambios que el personal médico ha observado con respecto a las anteriores olas es el descenso de la edad media de los contagiados que están ingresados, que ahora se sitúa entre los 40 y los 55 años en el País Vasco. “Hay sobrecarga en la atención asistencial” pese al “trabajo titánico”, destaca este facultativo. Dice que los profesionales están haciendo en los servicios de atención primaria mediante el filtrado de pacientes con la finalidad de “servir de muro de contención” que reduce los ingresos hospitalarios y evita la sobrecarga en las urgencias.

La capacidad máxima de la red sanitaria para hacer frente a una situación extrema generada por la pandemia es de 690 camas UCI. Si se ocupan esas camas se alcanzaría el escenario 5 del plan de contingencia, que ahora mismo se encuentra en la fase 3, según ha informado este lunes la consejería. El 20 de abril se alcanzó el máximo de ingresos hospitalarios por covid, con 117 en una sola jornada, algo que no se había producido desde noviembre pasado. Ante esta situación, el departamento de Salud está sopesando pasar del actual escenario 3 al 4 del plan de contingencia sanitaria. Esto acarrea un aumento de los recursos destinados a la atención de enfermos covid tanto en planta como en las UCI.

La consejería del ramo fía el remedio a este estresante escenario sociosanitario al buen comportamiento de la ciudadanía en el cumplimiento de las normas y las restricciones (se prohíben las reuniones en domicilios y la hostelería cierra a las 20.00), y también al efecto de las vacunaciones. En este campo, Euskadi arrancó el proceso de inoculación con una lentitud superior al resto de comunidades autónomas, lo que le situó durante los primeros meses en el último puesto en el número de vacunas administradas. Las autoridades sanitarias vascas aseguran que el ritmo se ha acelerado con la colocación del 88,1% de las vacunas recibidas. Sin embargo, sigue estando muy retrasada respecto a otros territorios: según el último informe del Ministerio de Sanidad, Euskadi solo ha vacunado al 32,2% de las personas de 70 a 79 años, cuando la media nacional es del 59,2%; en el tramo de 60 a 69 ha inmunizado al 36,9% y la media en España es el 42,3%

El plan de vacunación se ha visto salpicado por episodios de confusión y desconcierto entre la población. El envío de mensajes a los móviles de personas de edad avanzada no ha surtido el efecto deseado. El sistema de cita previa a través de la web se quedó colapsado a las primeras de cambio cuando esta se abrió a la población mayor de 70 años.

El Gobierno vasco teme que este panorama se agrave y pase del negro al muy negro si se confirma la derogación del actual estado de alarma a partir de 9 de mayo. Si antes de esa fecha no se consigue frenar la curva de contagios, aseguran fuentes de la Lehendakaritza (presidencia del Gobierno vasco), la situación podría tornarse mucho más crítica al no disponer las comunidades autónomas de instrumentos jurídicos para imponer restricciones de horarios y movilidad desde esa fecha.

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