WWF vincula la supervivencia de Doñana a la creación de un plan anual de extracciones del acuífero

La organización ecologista denuncia en un informe 40 problemas ambientales que amenazan el futuro del humedal más importante de Europa

Cultivos de fresa junto al arroyo de La Cañada, en Doñana.Felipe Fuentelsaz-WWF

La supervivencia de Doñana, el humedal más importante de Europa, depende de la aprobación de un plan anual de extracciones del acuífero y del cierre de las casi 2.000 captaciones ilegales de agua que existen en su entorno, en los 25 municipios del estuario de Guadalquivir que rodean al parque nacional. “Doñana es, principalmente, agua. Y uno de sus más graves problemas es el robo de agua. Desde ...

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La supervivencia de Doñana, el humedal más importante de Europa, depende de la aprobación de un plan anual de extracciones del acuífero y del cierre de las casi 2.000 captaciones ilegales de agua que existen en su entorno, en los 25 municipios del estuario de Guadalquivir que rodean al parque nacional. “Doñana es, principalmente, agua. Y uno de sus más graves problemas es el robo de agua. Desde que en la década de los ochenta comenzaron los cultivos en invernadero de la fresa se produce una reducción de hasta un 80% del caudal que los arroyos aportan a la marisma”, ha afirmado este martes Enrique Segovia, director de Conservación de WWF España, en la presentación vía telemática de un informe sobre los problemas medioambientales que afectan a Doñana y al estuario del Guadalquivir, con territorio en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz.

Este nuevo informe de la organización ecologista corrobora que las distintas Administraciones no han solucionado los graves problemas que afectaban al humedal en 2005, cuando WWF realizó otro gran estudio que presentó en 2006, y enumera 40 problemas medioambientales que amenazan el futuro del humedal. “Hay unas 1.600 hectáreas de cultivo bajo plástico que están captando agua ilegalmente, se están cultivando montes públicos y zonas inundables de los arroyos creando una situación que somete a una mayor presión a todo el entorno natural”, añade Segovia.

El robo del agua en la Cabecera de la Rocina o en la zona regable de los Hatos sigue siendo un cáncer para el acuífero de Doñana, una situación crítica que ha llevado a España ante el Tribunal Europeo de Justicia por incumplimiento de varias directivas y obligó al Gobierno, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), a iniciar en febrero de 2019 el proceso para declarar la sobreexplotación del acuífero.

Los responsables del informe aseguran que existen instrumentos para atajar algunos de los problemas que sufre la marisma, como el Plan de la Corona Forestal, aprobado por la Junta de Andalucía en 2014. Su aplicación supondría el cierre de muchas fincas que explotan actualmente la zona pero que el Gobierno andaluz elude.

“El informe refleja la frágil situación de un territorio único donde se gestionan de manera desordenada y diferenciada por cada administración espacios marinos, turísticos, forestales, agrícolas y ganaderos con actividades culturales y recreativas”, ha comentado Juanjo Carmona, coordinador de la oficina de Doñana de WWF España, quien ha dirigido el trabajo junto a Pablo Flores. Entre las propuestas de WWF para el futuro del parque natural destacan la ampliación del espacio protegido a la zona marina, la reducción del impacto de los dragados de mantenimiento del río Guadalquivir, la gestión adecuada de plásticos agrícolas, residuos y vertederos, la no reapertura de la mina de Aznalcóllar y la exclusión definitiva de Doñana y su entorno como lugar de almacenamiento de gas.

“El análisis realizado demuestra que existen modelos de desarrollo conflictivos e incompatibles con un desarrollo sostenible a nivel ambiental, económico y social. Por eso, pedimos a las administraciones la adopción de modelos de gestión integrales, como medida de adaptación al cambio climático”, ha añadido Carmona.

Una balsa de riego de fresas clausurada en Doñana

Según la organización ecologista, el riesgo de incendios ha incrementado, como ocurrió en 2017, debido al aumento de las temperaturas y a la falta de recursos para mantener en buen estado su masa forestal. Los vertederos y escombreras ilegales, las deficiencias en las depuradoras de los municipios del estuario (solo siete de los 25 pueblos realizan el proceso correctamente), la quema de plásticos de los invernaderos y la introducción de especies exóticas invasoras, que se ha incrementado en la última década, son algunos de los problemas que amenazan la salud de Doñana, de su entorno y de sus habitantes.

“Doñana es un símbolo de la conservación y de resistencia: son 50 años luchando por su supervivencia. Vive en un difícil equilibrio ecológico; si las administraciones no toman las medidas para su protección en serio, su deterioro puede volverse irreversible y más incierto aún el futuro de este Patrimonio Mundial del que son responsables la Junta de Andalucía y el Gobierno central”, ha añadido Teresa Gil, responsable del programa de agua de WWF España.

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