ÓSCAR MARTÍN

"Hay científicos que están en la cuerda floja”

 La crisis golpea de lleno en la línea de flotación de la ciencia. Como ejemplo, el sistema universitario público de la Comunidad Valenciana no recibirá en 2012 el primer pago de la deuda de 800 millones reconocida por la Generalitat. El presupuesto anual de las cinco universidades de la región ya lleva un tijeretazo del 9,4%, lo que ha obligado a los rectores a ajustar a la baja los presupuestos entre el 6% y el 7%. Su reto es hacer más con 85 millones menos.

 Todos los institutos universitarios mixtos de investigación (el CSIC, el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel He...

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 La crisis golpea de lleno en la línea de flotación de la ciencia. Como ejemplo, el sistema universitario público de la Comunidad Valenciana no recibirá en 2012 el primer pago de la deuda de 800 millones reconocida por la Generalitat. El presupuesto anual de las cinco universidades de la región ya lleva un tijeretazo del 9,4%, lo que ha obligado a los rectores a ajustar a la baja los presupuestos entre el 6% y el 7%. Su reto es hacer más con 85 millones menos.

 Todos los institutos universitarios mixtos de investigación (el CSIC, el Instituto de Neurociencias de la Universidad Miguel Hernández) tienen problemas serios para consolidar su plantilla de jóvenes investigadores y doctores. Con un presupuesto anual de 11 millones (5,5 de captación de fondos competitivos), 30 líneas de investigación y 296 empleados, solo 41 son investigadores fijos. “En este momento hay seis investigadores contratados y otros 144 predoctorales con contratos de programas finalistas o europeos que fluctúan”, describe Óscar Marín, prestigioso científico en este campo con premios nacionales e internacionales y miembro del Alto Consejo Consultivo de I+D de la Generalitat.

“Hace tres o cuatro años que el CSIC no saca plazas y ninguna de nuestras instituciones universitarias puede asumir este tipo de contrataciones. Sin duda, los recortes están afectando al instituto”, reconoce. El centro consiguió contrataciones con el programa Consolider, lo que permitió atraer con contratos plurianuales a 10 doctores y una decena de técnicos de laboratorio, pero termina este año. “Hay una veintena de científicos en la cuerda floja”, advierte, preocupado, Marín.

“Los presupuestos de 2012”, agrega, “demuestran que nuestros políticos, no sé si llevados por la urgencia, no se creen que la ciencia tenga que ver con la innovación”. Las consecuencias se verán en 10 años, augura. “Si lo que quieren es renovar la ciencia española de una forma exigente, tienen que hacerlo de modo constante. No pasarse de convocatorias de plazas unos años y luego estar un lustro sin sacar ninguna”.

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