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Nueve relojes que son una inversión segura (pasen los años que pasen) Algunos cuentan con más de cien años de historia y aún así, todos ellos están tan de actualidad como el primer día. Estos son los relojes en los que merece la pena invertir. En 1904 Louise Cartier, uno de los joyeros más importantes de la época, creaba un reloj para su amigo, el famoso piloto Alfonso Santos Dumont. Un diseño revolucionario que es considerado por muchos como el primer reloj de pulsera masculino de la historia. Más de 10 años después, volvió a revolucionar el mundo de la relojería con el modelo Tank. La inusual forma de sus cajas eran la clave de su éxito y en este caso, el diseño empleaba por primera vez la caja rectangular. Este modelo de Cartier puede presumir de no haber cambiado su diseño en más de cien años de historia. Tampoco le faltan admiradores célebres. El Tank ha lucido impertérrito en muñecas de lo más diversas, desde la de Gary Cooper o Yves Saint Laurent, hasta Catherine Deneuve, Diana de Gales, Madona o Michelle Obama. Es sin duda uno de esos relojes que te durarán otros cien años más. A finales de los años 40 Bvlgari sacaba al mercado uno de sus relojes más especiales, el modelo Serpenti. La caja y la esfera se asemejaban a la cabeza de una serpiente y la correa sorprendía con el estilo de la época Tubogas, una rejilla dorada que se enroscaba alrededor de la muñeca. En la década de los 60, la correa se asemejaba a las escamas del reptil y después de caer en el olvido, reaparecieron con fuerza en el año 2009. Desde entonces y cada poco tiempo, aparecen nuevas versiones de la que es ya una colección icónica de relojes. Si buscas una pieza sofisticada, con un diseño que se salga de la norma y de gran lujo, esta es la mejor inversión. Comparadas con otras firmas centenarias, Hublot está todavía en pañales pues su año de nacimiento es 1980. Sin embargo, sus diseños se han ganado ya una importante posición en la industria relojera de lujo y sus relojes están ya considerados como iconos. El secreto de su éxito ha sido el de atreverse con materiales como el caucho y convertirlos en exclusivos. El Fusion Classic es perfecto para las incondicionales de la sobriedad y la vanguardia. El modelo Black Magic con correa de caucho y completamente negro, está disponible en cuatro tamaños y si lo tienes, no querrás quitártelo nunca más. En 1991 se le pidió a Henri D’Origny, director artístico de la casa francesa desde hace más de seis décadas, que diseñara un reloj de forma cuadrada. El creativo, mucho más amigo de las formas cuadradas, ideó una caja cuadrada enmarcada por un rectángulo. Un diseño que además se inspiraba en los míticos eslabones chaine d’ancre por lo que tenía ya algunos ingredientes para convertirse en icono. En 1998 se creó una correa de piel que daba varias vueltas sobre la muñeca. Un diseño ideado para Maison by Martin Margiela que terminó por consagrar el Cape Code de Hermès como icono. Hoy puedes encontrar este modelo en mil y un colores diferentes, con doble correa o correa simple y es una de esas piezas que mejoran con el tiempo. En 1926, el fundador de Rolex, Hans Wilsdorf, estaba empeñado en hacer de los relojes de pulsera piezas más fiables y resistentes. Ese año patentó la caja Oyster, la primera hermética de la historia. Cinco años después le añadía otra palabra a este modelo, la de Perpetual. Un mecanismo de cuerda automático que revolucionó el sector. Más allá de todos aquellos hitos, el Rolex Oyster Perpetual es uno de esos relojes que suponen una inversión segura. Primero por su revalorización en el mercado de segunda mano y, después por su estilo eterno y versátil. En 1972 se presentaba en la que hoy es la feria de relojes Baselworld un controvertido diseño firmado por Audermars Piguet. Se trataba del modelo bautizado como Royal Oak y su objetivo era fusionar el estilo deportivo con el lujo más exclusivo. Su gran tamaño y su precio desorbitado para la época hicieron que llovieran las críticas. Sin embargo, más de cuarenta años después este modelo es uno de los más icónicos de la alta relojería y una de las piezas en las que desde luego merecería la pena invertir. La forma octogonal de su caja, con los tornillos a la vista y su esfera de efecto tapizado son sus señas de identidad fundamentales. Aunque, el Royal Oak se viste con nuevos materiales o colores cada cierto tiempo, el de color acero y esfera blanca es la apuesta definitiva para hacerse con un reloj eterno. A principios de 1930 el cristal de los relojes no era tan resistente y por eso Jaeger-LeCoultre ideó la forma de protegerlos durante los partidos de polo mediante una caja que podía girarse. Así nació uno de los modelos más icónicos de la alta relojería, el Reverso de Jaeber-LeCoultre. Cuenta también con una caja rectangular y un diseño de inspiración art-decó por lo que es un modelo perfecto para las que buscan ese aire vintage y una pieza que admite como ninguna el paso de los años. El de la imagen es el modelo Reverso Classic Small con correas intercambiables de cuero de avestruz. Si eres una entregada al estilo masculino, el reloj que no debería de faltar en tu muñeca es el modelo Calatrava de Patek Philippe. Un diseño creado en 1932 que fue bautizado así por un caballero de la Orden de Calatrava, con su cruz adornando su corona y cuyo diseño representa los mismos valores de la Orden: la tradición, el honor y lo clásico. Más allá de sus orígenes, este reloj aúna lujo y minimalismo. Su esfera redonda de números romanos es la máxima expresión de lo sencillo, su correa de piel es pura elegancia y su diseño está influenciado por el estilo Bauhaus. Un reloj para las que buscan piezas de máximo lujo con la máxima discreción. En 1955 Omega revolucionaba el mundo de la relojería femenina lanzando Ladymatic. Un reloj de pulsera automático pensado especialmente para ella. Su reducido tamaño se convirtió de inmediato en la pieza favorita de las mujeres que podían permitírselo. Medio siglo después la firma recuperó esta referencia actualizando su diseño pero manteniendo su esencia. La atemporalidad sigue siendo uno de los puntos fuertes de su diseño y la máxima calidad de sus materiales su seña de identidad. Dos motivos para hacer de él uno de esos modelos en los que invertir.