La importancia del cribado en la detección del cáncer

Esta herramienta es esencial para mejorar los pronósticos y rebajar la mortalidad de las patologías oncológicas. Así funcionan los programas de prevención de tres de los cánceres más frecuentes

El diagnóstico precoz del cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres, eleva la tasa de supervivencia al 90%.
El diagnóstico precoz del cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres, eleva la tasa de supervivencia al 90%.pixelfit (Getty Images)

Detectar un tumor a tiempo -en los estadios iniciales, cuando aún es pequeño y no se ha extendido- es, a grandes rasgos, sinónimo de cura. Dos ejemplos: en el cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres, el diagnóstico precoz eleva la tasa de supervivencia al 98%, según la Sociedad Española de Oncología Médica. Si tomamos el cáncer de próstata, el más habitual entre la población masculina, el 75% de los hombres con tumores localizados sanarán, estima la Asociación de Cáncer de Próstata. Las cifras hablan por sí solas: prevenir es curar. Una misión en la que los programas de cribado –pruebas masivas para detectar esos cánceres entre la población susceptible– juegan un papel esencial, tal como constata Fernando Colmenarejo, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza: “En el caso del cáncer de mama, una mamografía a tiempo se correlaciona directamente con el descenso de la mortalidad”. Así funcionan estas iniciativas para tres cánceres diferentes.

Cáncer colorrectal | Una prueba inocua y sencilla

El colorrectal es el cáncer con más prevalencia en España entre los comunes a ambos sexos. El año pasado se diagnosticaron unos 44.000 casos nuevos, unos 4.000 más que en 2023. Ekaterina Meshoulam, oncóloga médica de la unidad de Tumores Digestivos y de la unidad de Tumores Ginecológicos del Instituto Oncológico Rosell del Hospital Universitari Dexeus (Barcelona), encuentra este aumento “preocupante, sobre todo en las edades más jóvenes”: de hecho, un reciente estudio de la revista The Lancet Oncology demostró que, en 27 de 50 países desarrollados, la prevalencia de este cáncer creció en el segmento poblacional de menores de 50 años. “Es un problema de salud importantísimo. Por eso hay que detectar de manera precoz la enfermedad, para reducir la morbilidad y la mortalidad”, señala.

La detección temprana de este cáncer, cuando el tumor está en las fases iniciales, eleva la tasa de supervivencia al 90% a cinco años. Las campañas de cribado de esta patología –que cuentan con soporte estatal– se sustentan en la prueba de sangre en heces, dirigida a hombres y mujeres de entre 50 y 69 años y con periodicidad bianual.

Para someterse a este cribado, que detecta anomalías en las heces –aunque no siempre malignas: el sangrado puede deberse a fisuras o hemorroides, entre otras cosas–, las personas que pertenezcan a los grupos de edad de riesgo son contactadas vía SMS o carta para recoger la prueba, que se realiza en casa y se llevará después al centro médico correspondiente. “La sangre en heces es una prueba inocua, fácil de hacer y poco invasiva”, explica Meshoulam. Sin embargo, hoy tan solo el 40% de la población se somete a estos cribados. “Es una cuestión educacional. Detrás de estos números hay muchos factores como el desconocimiento sobre la prueba o la pereza. Hay que hacer pedagogía y buscar un mayor compromiso de las personas en situación de riesgo”, subraya la doctora. Y entiende que sería beneficioso que estos programas se extendiesen a la población menor de 50 años, “un segmento en el que cada vez vemos más prevalencia”.

¿A qué personas se dirigen los programas de cribado?

Cáncer de mama

Cáncer de mama

  • Dirigido a mujeres de entre 50 y 69 años. A partir de los 40 si existen antecedentes familiares.
  • Periodicidad bianual.
  • Campañas con soporte estatal.
Cáncer de pulmón

Cáncer de pulmón

  • Dirigido a personas entre 50 y 80 años, con una alta exposición al humo del tabaco y que no padezcan ninguna otra enfermedad grave.
  • Sin periodicidad oficial establecida.
  • Campañas por iniciativa de algunos centros médicos.
Cáncer de colorrectal

Cáncer colorrectal

  • Dirigido a personas de entre 50 y 69 años.
  • Periodicidad bianual.
  • Campañas con soporte estatal.

La otra prueba de detección mayoritaria es la colonoscopia, que consiste en la introducción de una cámara hasta el final del colon. Está considerada, según Meshoulam, “el estándar oro” en la detección precoz del cáncer colorrectal: “Si hay positivo en el test de sangre en heces hay que hacer una colonoscopia para corroborar la sospecha de tumor. Además, permite realizar sobre la marcha biopsias o extirpar pólipos [acumulaciones celulares benignas que crecen en la pared del colon y que, en algunos casos, pueden volverse malignas]”, explica. Esta prueba, aunque “mínimamente invasiva”, conlleva un riesgo mayor que la de la sangre en heces ya que “hay que sedar al paciente”, señala la experta.

Otro método de detección novedoso fue el desarrollado hace unos pocos años por el doctor Antoni Castells y la doctora Meritxell Gironella, del grupo CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, que proponía analizar dos microRNA propios de pacientes con cáncer o adenomas avanzados. Por otra parte, y de manera puntual, algunos centros están explorando el uso de la inteligencia artificial en los programas de cribado: “La ayuda de la IA facilita la detección de algunos pólipos más escondidos que se pueden pasar en la colonoscopia”, detalla Meshoulam.

La doctora termina con una recomendación, al alcance de cualquiera, que contribuye a prevenir esta patología. “Es fundamental el replanteamiento de los hábitos higiénico-dietéticos para que incluyan el ejercicio físico, el abandono del tabaquismo y el alcohol, y la reducción del consumo de carne roja, algo que puede propiciar una disminución del riesgo de sufrir cáncer colorrectal del 5%”, detalla.

Cáncer de pulmón | Cada vez más eficaz, pero sin aplicación uniforme

El cáncer de pulmón es la primera causa de mortalidad oncológica del mundo. Lo es, principalmente, por su escasa tasa de supervivencia respecto a otros: solo uno de cada cinco pacientes diagnosticados sobrevive a los cinco años. Una de las razones de esta alta mortalidad, según María Jesús Rodríguez, jefa de servicio de Neumología de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz y General de Villalba (Madrid), es lo “tarde” que se identifica este tipo de tumores: “Al 80% de los pacientes se les detecta en estadios avanzados, cuando los tratamientos, pese a todos los avances, son mucho menos efectivos. Hay que apostar por detección precoz. Es la vía principal para reducir el impacto de este cáncer, que sigue siendo el más mortal”.

El cáncer de pulmón es la primera causa de mortalidad oncológica del mundo. Solo uno de cada cinco pacientes diagnosticados sobrevive a cinco años vista

Una de las iniciativas de detección precoz más recientes en España es el programa de cribado Deprecap –en el que participan los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba–, que se sirve de pruebas TAC de baja dosis para detectar posibles lesiones en el pulmón con mayor resolución que la que ofrece una radiografía, el hasta ahora método tradicional. El programa, puesto en marcha en 2014 e inspirado en proyectos similares llevados a cabo en EE UU en la última década, se dirige a personas de entre 50 y 80 años, con una exposición alta al humo de tabaco –una medida aproximada sería una persona que fuma un paquete al día durante 20 años– y que no sufran ninguna otra enfermedad grave que pueda condicionar el análisis. Rodríguez explica que, para acotar aún más la población de riesgo, añadieron otro criterio: “Nos centramos en los pacientes que tuvieran EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica] o un enfisema, situaciones que, según los estudios, multiplican por cuatro el riesgo de cáncer de pulmón”.

Los resultados, en palabras de Rodríguez, son alentadores: en su último análisis de 2024, extraído de una muestra de 1.400 pacientes, casi el 70% de los casos se diagnosticaron en fases tempranas de la enfermedad y la supervivencia a 10 años alcanzó el 61%.

El problema, continúa la experta, es que los programas de detección de este tipo son iniciativa de algunos centros médicos, pero por el momento no cuentan con un soporte estatal homogéneo: “Muchos hospitales los lanzan como estudios clínicos para demostrar la eficacia de los cribados. El reto está en que se pongan en marcha a nivel nacional ya que no figuran en la cartera servicios de manera uniforme. Y estos cribados podrían cambiar el paradigma de esta enfermedad”.

La sistematización de este cribado enfrenta sus particulares obstáculos. Uno de ellos es el registro del tabaquismo: “A diferencia de la edad, el único criterio en otro tipo de cribados, la exposición al humo de tabaco es un factor dinámico y no está recogido en ninguna parte”, detalla Rodríguez. Por otra parte, el TAC de baja dosis es una técnica de imagen “no siempre accesible por su coste y alta demanda”, y requiere de “una interpretación estandarizada”.

Por último, para esta neumóloga, que en 30 años de carrera ha visto cómo la tasa de supervivencia de este cáncer aumentaba tan solo un 5%, es necesario acometer el problema del tabaquismo: “Hay que ofrecer recursos públicos para la deshabituación tabáquica. Vemos a mucha gente joven que es fumadora. Si cambiamos eso ya sería mucho”, concluye.

Cáncer de mama | Un cribado extendido y aceptado

El cáncer de mama es el más prevalente en las mujeres, pero también uno de los que mejor pronóstico presenta. “En España, la mayoría de tumores se detecta en estadios tempranos y son potencialmente muy curables”, explica Fernando Colmenarejo, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Zaragoza, que este mismo lunes inauguró sus nuevas instalaciones en la capital aragonesa.

Este escenario favorable lo posibilita la mamografía, una prueba que se dirige a mujeres a partir de los 50 años y se realiza de forma bienal. “Los programas de detección de cáncer de mama tienen una aceptación que supera el 70%. Esto no significa, además, que el resto de mujeres no se haga mamografías, ya que estas pueden realizarse de forma oportunista, derivadas de otras consultas médicas”, detalla Colmenarejo.

El margen de mejora, explica el ginecólogo, reside en la personalización: “El screening [una traducción podría ser el monitoreo] debería individualizarse en función de los factores de riesgo. Una persona con antecedentes familiares de primer grado podría hacerse pruebas hasta 10 años antes de la edad recomendada”, añade. Y en la mejora de las técnicas de identificación por imagen, en las que ya se aplica la tomosíntesis y la inteligencia artificial como tecnologías de apoyo. Esta última, según un estudio reciente de The Lancet Oncology, permitió detectar un 20% más de casos de cáncer de mama en comparación con los métodos habituales.

Detección precoz y supervivencia por tipo de cáncer

Cáncer de mama

Cáncer de mama. Cuando el tumor se detecta en estadios tempranos, es decir, cuando está localizado y no se ha extendido a otros órganos o tejidos, la supervivencia de pacientes de cáncer de mama es de cerca del 90% a 10 años.

Cáncer de pulmón

Cáncer de pulmón. Según datos del programa de cribado DECRECAP, los pacientes con tumores de pulmón diagnosticados en estadios iniciales tienen un índice de supervivencia del 61% a 10 años.

Cáncer de colorrectal

Cáncer colorrectal. La supervivencia de pacientes con tumores colorrectales detectados en estadios tempranos alcanza el 90% a 5 años.

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