Un proyecto deBayer

Dos momentos en los que el riesgo cardiovascular solo afecta a las mujeres

Prevenir las enfermedades cardiacas en la población femenina implica tener en cuenta factores específicos, a los que muchas veces no se presta suficiente atención. Entre ellos, la menopausia y el embarazo.

La atención al embarazo en relación con el riesgo cardiovascular es relativamente nueva. Cuando una mujer sufría diabetes gestacional o hipertensión era normal que una vez nacido el bebé no continuara el seguimiento.
La atención al embarazo en relación con el riesgo cardiovascular es relativamente nueva. Cuando una mujer sufría diabetes gestacional o hipertensión era normal que una vez nacido el bebé no continuara el seguimiento.iStock


En la prevención de la enfermedad cardiovascular siempre se tienen en cuenta los factores de riesgo clásicos: tabaquismo, obesidad, diabetes, colesterol e hipertensión. Pero en el caso de la mujer, los vaivenes hormonales que sufre a lo largo de su vida están también asociados a situaciones que pueden disminuir o elevar el riesgo de sufrir una patología cardiaca.

Los responsables, a menudo, son los estrógenos. “Desde hace mucho tiempo se sabe que estas hormonas femeninas tienen un papel protector durante la vida fértil de la mujer, y que este efecto desaparece con la menopausia. En esta etapa, los cambios en el organismo aumentan la probabilidad de que la enfermedad cardiaca aparezca”, explica la doctora Antonia Sambola, cardióloga en el Hospital Universitari Vall’d Hebron.


Foto de Antonia Sambola, cardióloga en el Hospital Universitari Vall’d Hebron

“Durante la menopausia disminuyen los niveles de estrógenos, que tienen un papel protector durante la vida fértil de la mujer, y con ello aumentan los factores de riesgo cardiovascular”

Antonia Sambola, cardióloga en el Hospital Universitari Vall’d Hebron

Durante la vida fértil de la mujer, los estrógenos ayudan a controlar los niveles elevados de colesterol y de glucosa, así como el sobrepeso. “Pero, con la menopausia, disminuyen los niveles de estrógenos y, con ello, aumentan los factores de riesgo cardiovascular: hay alteraciones en el metabolismo de los lípidos, mayor propensión a desarrollar grasa visceral, aumenta el riesgo de obesidad y de hipertensión arterial… Todo ello hace que sea una etapa en la que hay que estar muy atentos para hacer una buena prevención”, prosigue la doctora, que es también coordinadora del Grupo de Trabajo Enfermedad cardiovascular en la Mujer de la SEC y miembro del Comité Científico de Mujer y Corazón de la SEC.

Embarazo y riesgo cardiovascular

Habla Sambola de menopausia, pero también aclara que hay otro periodo crucial que puede elevar el riesgo cardiovascular de la mujer: el embarazo. “No podemos quedarnos solo en la menopausia. Los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer durante la gestación, y las circunstancias que rodean el parto, en ocasiones pueden ser los detonantes de que un tiempo después sufra algún tipo de enfermedad cardiaca”.

La atención al embarazo en relación con el riesgo cardiovascular es relativamente nueva, explica la doctora María Goya, consultora senior de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Vall’d Hebron. “Cuando una mujer sufría diabetes gestacional, o algún estado hipertensivo del embarazo, lo normal era que estos problemas quedaran restringidos al ámbito del embarazo: una vez nacido el bebé, no se traspasaba la información y el seguimiento posparto no era adecuado”

Foto de María Goya, consultora senior de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Vall'd Hebron

“Si ha habido diabetes gestacional o estados hipertensivos en el embarazo, la madre necesita que se le explique por qué tiene un mayor riesgo cardiovascular y de qué manera puede minimizarlo”

María Goya, consultora senior de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitari Vall'd Hebron

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Esta percepción ha cambiado, continúa la doctora Goya: “Hoy se sabe que aquellas mujeres que han tenido preclampsia [una implantación anormal de la placenta que genera hipertensión arterial] tienen más riesgo de sufrir un ictus o un infarto en los 10 años siguientes. O que las que han tenido diabetes gestacional tienen un riesgo mayor de desarrollar posteriormente una diabetes, que es un factor de riesgo cardiovascular”.

El parto y el riesgo cardiovascular

No es solo el embarazo. Recientemente se ha demostrado, y así lo han recogido las guías de consenso en enfermedad cardiovascular, que el parto puede también ser relevante. Así, la doctora Goya detalla que “un parto prematuro [antes de la semana 37ª] o un bebé nacido con bajo peso [menos de 2,5 kilos], también son factores de riesgo cardiovascular: un parto pretérmino eleva cuatro veces el riesgo de ictus y cinco veces el de infarto de miocardio”, aclara.

Son datos, señalan ambas expertas, sobre los que todavía no hay suficiente concienciación. “Es muy importante que, sobre todo en el último trimestre de embarazo, la mujer que haya tenido diabetes gestacional o problemas hipertensivos sea controlada y derivada a Atención Primaria para su evaluación, porque tiene un riesgo mayor de desarrollar enfermedad cardiovascular más adelante”, advierte la doctora Sambola.

“Debemos concienciar a médicos de familia, pediatras, enfermeras, para que tengan en cuenta si la mujer ha tenido alguno de estos problemas durante el embarazo y puedan activar un seguimiento adaptado”, recomienda la doctora Goya. Su consejo es actuar de forma proactiva para explicar a esta mujer “cómo cuidar su salud. El primer año de vida de un bebé, la madre está centrada en su cuidado; necesita que haya un circuito establecido desde el que se la oriente, se le explique por qué tiene un mayor riesgo cardiovascular y de qué manera puede controlarlo y minimizarlo”.

FACTORES ESPECÍFICOS QUE AUMENTAN EL RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA MUJER

En el embarazo y parto

  • Abortos de repetición Pérdida espontánea de tres o más embarazos consecutivos antes de la semana 20 de gestación
  • Parto prematuro Cuando un bebé nace antes de las 37 semanas completas de gestación
  • Bajo peso al nacer del bebé El bebé nace con un peso inferior a 2,500 gramos, independientemente de la duración del embarazo
  • Aumento de la tensión arterial en el embarazo Su forma más grave es la preeclampsia, que se asocia con un aumento cuatro veces mayor de insuficiencia cardíaca e hipertensión y dos veces mayor de cardiopatía isquémica, accidente cerebrovascular o muertes cardiovasculares
  • Diabetes gestacional Se caracteriza por niveles elevados de azúcar en la sangre que pueden afectar tanto a la madre como al bebé. Ocurre en aproximadamente el 7% de los embarazos y se asocia con un riesgo doble de futuros eventos de enfermedad cardiovascular

En la menopausia

  • Menopausia temprana Interrupción de la función ovárica antes de los 45 años. Cada año de menopausia temprana se relaciona con un incremento del 3% del riesgo cardiovascular
  • Aumento de la grasa abdominal La grasa aumenta en las regiones central y visceral. Esta grasa secreta citocinas inflamatorias, que son un factor de riesgo cardiovascular
  • Aumento de resistencia a la insulina Los cambios hormonales pueden estar asociados con un aumento en la resistencia a la insulina y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
  • Cambios en el perfil lipídico Elevación del colesterol LDL (colesterol “malo”) y disminución del colesterol HDL (colesterol “bueno”). Mayor riesgo de acumulación de placas de colesterol en las arterias (aterosclerosis)

En la vida fértil

  • Síndrome de ovario poliquístico (SOP) Afecta a entre el 6% y el 16% de las mujeres y se asocia a múltiples factores de riesgo cardiovascular: intolerancia a la glucosa, dislipidemia, hipertensión, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y marcadores inflamatorios elevados
  • Endometriosis El tejido similar al revestimiento del útero, conocido como endometrio, crece fuera del útero.  La endometriosis se asocia con una mayor inflamación, estrés oxidativo y un perfil lipídico adverso
  • Insuficiencia ovárica prematura (menopausia precoz) Los ovarios pierden su función antes de los 40 años. La menopausia precoz se asocia con un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares
  • Hipogonadismo hipogonadotrópico Disminución en la producción de hormonas sexuales debido a una deficiencia en la estimulación de la glándula pituitaria. Esto puede aumentar factores de riesgo cardiovascular, como disfunción endotelial, cambios en la distribución de la grasa corporal o disminución de los niveles de estrógenos

Fuente: Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Grupo de Trabajo sobre Género de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC)

Riesgo cardiovascular durante la vida fértil

Pero lo largo de su vida fértil también se pueden dar otras situaciones que comprometan la salud cardiovascular de la mujer. Es el caso del síndrome de ovario poliquístico (SOP), un trastorno endocrino que se caracteriza porque los ovarios contienen múltiples quistes pequeños, así como por irregularidades menstruales y exceso de hormonas masculinas. “El SOP supone una alteración global hormonal, con un aumento de la resistencia a la insulina, lo que eleva el riesgo cardiovascular”.

Otros factores de riesgo cardiovascular específicos de la mujer son tanto la menarquia temprana [tener la primera menstruación antes de los ocho años] como la insuficiencia ovárica prematura o menopausia precoz. “Si tenemos una menopausia antes de los 40 años, va a ser necesario dar un tratamiento hormonal sustitutivo (THS)”, explica la doctora Goya, abriendo así un tema de debate: “Muchas mujeres te dicen que no a la THS porque no quieren tener cáncer de mama o de ovario; hay que explicarles que ese riesgo es bajísimo comparado con el riesgo de sufrir un ictus si no tomas esa terapia. Hay que ayudar a que tomen decisiones informadas”.

En estas decisiones informadas es importante la colaboración interdisciplinar: médicos de familia, ginecólogos y cardiólogos. “Entre todos debemos estar atentos a todas las situaciones que puedan elevar el riesgo cardiovascular de una mujer, hacer que tome conciencia de este riesgo y favorecer los chequeos de control”, concluye la doctora Goya.

PODCAST | LA MITAD DE LATIDOS

Un podcast en colaboración con Bayer en el que descubriremos que la salud cardiovascular de las mujeres, que son la mitad de la población, se ha tenido en menor consideración y eso ha afectado tanto a la investigación como a sus consecuencias en el día a día

Créditos

Redacción: María Corisco
Coordinación editorial:  Juan Antonio Carbajo
Desarrollo:  Rodolfo Mata
Diseño: Belén Daza
Coordinación de diseño: Adolfo Domenech
Locución del pódcast: Teresa Marcos
Guion del pódcast:  Sara Luque
Producción del pódcast: Alicia Fernández
Producción ejecutiva del pódcast:  Elia Fernández Granados 
Edición sonora del pódcast: Andrés Fernández   

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