Los electores de todos los partidos aprueban a Rivera
El presidente del PP, Mariano Rajoy, encabeza el mayor rechazo, seguido de cerca por el líder de Podemos, Pablo Iglesias
Aunque no lo votan no lo rechazan. Esta característica solo la reúne ahora en el panorama nacional el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. El resto de los líderes de los principales partidos es rechazado por quienes no están en su órbita, y durante el mes de septiembre se ha agudizado la desaprobación de los electores ajenos. El presidente del PP, Mariano Rajoy, encabeza el mayor rechazo, seguido de cerca por el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
A efectos prácticos, tener un alto grado de aceptación no reporta en principio votos a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, pero sí indica el amplio margen de maniobra que este político puede tener si llega el momento de establecer pactos. El estudio de Metroscospia introduce el grado de aprobación o desaprobación de la actuación de los líderes políticos en el conjunto de la población. Así, Rivera obtiene un saldo evaluativo (aprueba o desaprueba) del +17 y, aunque ha descendido tres puntos de apoyo en relación al pasado mes, su situación es muy holgada al compararse con los demás.
Todos bajan de una manera muy pronunciada en tan solo un mes en el que las elecciones catalanas han sido el hecho político más relevante de los últimos tiempos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, obtenía un saldo de -41 en septiembre que ahora ha bajado al -48. Este salto a peor es moderado si se compara con lo ocurrido al resto. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha pasado de una desaprobación del -28 a un -44, en tanto que Pedro Sánchez, candidato del PSOE, y Alberto Garzón de IU, han sufrido en este mes un deterioro de su imagen a los ojos de quienes no son sus votantes. Hasta septiembre, ambos gozaban casi de la aprobación de los votantes de otros partidos, con un saldo de un -1.
Las razones por las que Sánchez ha pasado a un saldo evaluativo de un -22 y Garzón a un -24 puede deberse al haber entrado ya en precampaña y presentar un discurso de mayor agresividad con el contrario. Esta situación les afecta a todos.
Entre los potenciales votantes propios tampoco los líderes políticos tienen un apoyo total, aunque también Albert Rivera va a la cabeza en este terreno. Un +89 obtiene el líder de Ciudadanos entre sus posibles apoyos, seguido por el +74 que recibe Pablo Iglesias. Un apoyo más discreto obtiene Pedro Sánchez con un +54, por debajo del +69 que recibe Mariano Rajoy entre sus simpatizantes y posibles votantes.
Con estos resultados se vislumbra la potencialidad de Ciudadanos y su líder de hacerse con apoyos de otras fuerzas políticas. Todos los parámetros acercan a Ciudadanos a los dos ganadores de siempre, socialistas y populares, aunque el PSOE se mantiene por poco margen a la cabeza en las respuestas de los ciudadanos sobre preferencias de gobierno.
El PSOE, en cabeza
Los porcentajes son muy exiguos pero el PSOE se alza con la mayoría de quienes quieren que este partido gane las próximas elecciones generales. Un 19% responde en esa línea, seguido por un 18% que empata a PP y Ciudadanos como fuerzas políticas que querrían ver victoriosas en las urnas. El porcentaje baja al 11% que suma a quienes desean que Podemos sea la fuerza más votada; el resto hasta cien lo compone el apartado “otros”, “cualquiera o ninguno” y quienes no contestan.
La estrategia sostenida de Ciudadanos de presentarse como una fuerza transversal, superadora de las siglas y de las ideologías, con una fuerte descalificación hacia el PP y el PSOE, les da unos resultados satisfactorios. Con diferencias en la forma pero no en el fondo, Podemos ha hecho lo mismo, aunque con peor saldo, al menos de momento.
Así, una mayoría de ciudadanos opta por el partido de Albert Rivera en el caso de tener que elegir un partido para gobernar que no sea ni el PP ni el PSOE. Un 59% elige al partido naranja; en tanto que un 23% apunta al partido que lidera Pablo Iglesias. Nada menos que un 88% de potenciales votantes del PP eligen a Ciudadanos como opción de gobierno si no pudieran designar al partido conservador. Y puestos a elegir, un 61% de posibles votantes del PSOE apuntan hacia el partido que Albert Rivera lanzó a la escena nacional hace solo nueve meses.
Este escenario imaginario no se dará puesto que los ciudadanos tendrán la opción de elegir entre varias fuerzas políticas y desde luego entre PP y PSOE. Los dos grandes lucharán ahora por dejar atrás a Ciudadanos y no tenerle en la disputa por la primacía, aunque ambos se preparan para tener que pedirle su apoyo.
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