En libertad el conductor del autobús accidentado en Ávila con nueve muertos
El chófer reconoció en su declaración que "dio una cabezada", según fuentes de la investigación Hay 22 heridos, seis de ellos graves
Ninguno de los pasajeros del autobús de línea de la compañía Cevesa que recorre diariamente la ruta entre Serranillos y Ávila podía imaginar este lunes que un viaje tan rutinario acabaría en el peor accidente de este tipo ocurrido en España en los últimos cinco años, tras otro percance ocurrido en Málaga con nueve víctimas mortales (las mismas que ahora). De las 34 personas que viajaban en el vehículo (que cuenta con 40 asientos), nueve perdieron la vida y otras 20 sufrieron heridas de diversa consideración al salirse de la vía en una curva del municipio abulense de Tornadizos, en la bajada del puerto de La Paramera. “Una zona bien señalizada”, recalcó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que visitó la zona de la tragedia.
En el kilómetro 123 de la N-403, a la altura del embalse de Becerril, el autobús se salió de la calzada en una curva que no es muy pronunciada y que tiene buena visibilidad. A un lado de la carretera un leve desnivel que da a un terraplén. Al otro, un quitamiedos con un filo cortante y que ayer quemaba por el calor y que el autobús destrozó al golpear por el lado derecho.
El conductor fue el único que resultó ileso y fue detenido por orden del fiscal, acusado de un presunto delito de homicidio y lesiones por imprudencia. El chófer, R. G. S., de 54 años, pasó a disposición judicial a las seis y media de la tarde, según confirmó ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que visitó a los familiares de las víctimas. El acusado reconoció en su primera declaración que “dio una cabezada”, según fuentes de la investigación. Anoche, el juez decretó su puesta en libertad provisional, comunicada y sin fianza.
Bajo un sol sofocante que comenzó a subir la temperatura hasta lo casi 30 grados, los equipos de rescate retiraban los restos del autocar. Ventanas rotas, ruedas reventadas, bolsos y maletas apilados en el arcén y sangre en la puerta del compartimento de equipajes eran el reflejo de una tragedia.
Lo que está claro es que el conductor del autobús no conducía a una velocidad excesiva (según reflejaba el tacógrafo) ni se hallaba bajo los efectos del alcohol, ya que la prueba de alcoholemia que se le practicó dio resultado negativo, según el subsecretario de Estado de Interior, Luis Aguilera. Con dos años de experiencia a los mandos de este tipo de vehículo, el chófer se encuentra, en palabras de Aguilera, “muy afectado psicológicamente”.
Según las primeras investigaciones, tampoco puede achacarse el terrible accidente a un error mecánico del autobús, teniendo en cuenta que el vehículo tenía todos los papeles en regla, había pasado la ITV hacía dos semanas y carecía de cinturones de seguridad porque era anterior a la normativa de 2007 que obliga a incorporarlos.
El dispositivo de emergencia que se activó tras la catástrofe decidió establecer tres puntos calientes para atender a familiares y heridos. En la propia Ávila capital los heridos fueron trasladados al hospital Nuestra Señora de Sonsoles en donde, según el ministro Fernández, “la mayoría se encuentra estable y con una buena evolución”. No obstante, a lo largo de la mañana las caras de nervios y las lagrimas por la incertidumbre del estado de los familiares inundaban la sala de urgencias del centro a la espera de confirmar cuándo se produciría el esperado alta hospitalario.
Una sensación de optimismo inexistente en el polideportivo Carlos Sastre, de Ávila, donde los familiares de las victimas acudían a recibir ayuda psicológica tras la fatal perdida de sus allegados. Policía y Guardia Civil custodiaban el pabellón para garantizar la privacidad de las familias.
Los heridos más graves fueron trasladados a un hospital de Salamanca. Ayer tarde, las pacientes más graves —una niña de siete años y una joven de 17 que sufrió un fuerte traumatismo craneoencefálico— estaban estables.
Según el delegado del Gobierno de Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, la mayoría de los viajeros iban sentados en la parte derecha del autobús, lado por el que volcó.
La Junta de Castilla y León ha decretado tres días de luto oficial. Los días 8, 9 y 10 de julio la bandera de Castilla y León ondeará a media asta en todos los edificios públicos de la Comunidad Autónoma.
El de ayer es el accidente más grave de un autobús en España desde 2008, cuando un vehículo lleno de turistas volcó en la provincia de Málaga, dejando nueve muertos, todos de nacionalidad finlandesa, y 22 heridos graves.
El peor accidente en cinco años
El accidente de autobús ocurrido este lunes en Ávila es el más grave ocurrido en España en los últimos cinco años. Estos fueron otros:
Julio de 2009: Seis personas pierden la vida y 39 resultan heridas, cinco graves, en San Pol de Mar (Barcelona), cuando un autobús repleto de turistas holandeses volcó y embistió a un turismo.
Agosto de 2008: Siete adultos y un niño mueren, y 45 sufren heridas, en un accidente a la altura de Oropesa del Mar (Castellón) tras reventar una de las ruedas delanteras de un autobús que se dirigía de Marruecos a Francia y en el que la mayoría de los ocupantes eran magrebíes.
Abril de 2008: Nueve turistas finlandeses fallecen en Benalmádena (Málaga) y otros 38 resultan heridos -22 de ellos graves- tras volcar el autobús en el que viajaban. El conductor que les adelantó de manera incorrecta tenía una tasa de alcoholemia del doble de lo permitido.
Febrero de 2001: Siete personas mueren y una docena resultan heridas cerca de Arévalo al volcar un autobús en el que viajaba la Compañía Lírica Española, en la ruta Gijón-Madrid.
Julio de 2000: Mueren veintitrés niños y cinco adultos al chocar un autobús de estudiantes catalanes contra un camión que transportaba ganado en Golmayo (Soria).
Abril de 1998: Mueren 10 jubilados al caer por un barranco el autobús en el que viajaban en Villafranqueza (Alicante). Otras 38 personas resultaron heridas.
Agosto de 1992: Mueren 46 personas al salirse de la A-7, a su paso por Torreblanca (Castellón), un autocar que se dirigía a Sevilla.
Julio de 1987: Mueren 38 personas en Verín (Orense), al precipitarse por un terraplén el autocar, en el que viajaba un grupo de pensionistas.
Abril de 1978: Tiene lugar el accidente con más muertos en España. Cuatro adultos y 44 niños mueren al precipitarse su vehículo al río Órbigo a su paso por Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora).
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