El ascenso del PP catalán enciende todas las alarmas en CiU y el PSC
Chacón: “A ver quién se atreve a decir que una catalana no puede liderar el PSOE”
“¿Cómo no vamos a estar preocupados si hasta la derecha habla ya de justicia social?”. Lo pensaba en voz alta esta semana un dirigente socialista catalán a la vista de que esta vez el PSC ya no rivaliza solo con Convergència i Unió en Cataluña. El Partido Popular, según todas las encuestas, va directo a instalarse entre los grandes de la política catalana disputándole el segundo puesto a los nacionalistas y a escasa distancia del PSC.
Este movimiento de fondo explica que la recta final de la campaña catalana se haya convertido en un campo minado en el que los tres grandes partidos lo están arriesgando todo para salir vivos. Por ahora quien peor lleva esta carrera es CiU, con serias dificultades para mantener un discurso cohesionado.
En el PSC tampoco las aguas bajan claras, pues no han podido evitar que se cuele en campaña el debate sobre el día después de las elecciones, cuando los socialistas catalanes deberán elegir nuevo líder y Carme Chacón aclarar qué papel quiere jugar en el futuro del PSOE.
* Chacón, ¿líder del PSOE?. La ministra de Defensa reabrió ayer el debate sucesorio que vivirá el PSOE a partir de la noche del próximo domingo. En un desayuno coloquio organizado por El Periódico y al ser preguntada por sus posibles aspiraciones como mujer catalana para liderar el PSOE, Carme Chacón dejó claro que no se ve en desventaja respecto a otros candidatos: “A ver quién se atreve a decir lo contrario. Es algo totalmente razonable. Muchas mujeres gobiernan ya países importantes. Lo extraño es que alguien pueda preguntarse eso”. Una frase retórica, que ha repetido un par de veces este último año. Eso sí, ayer evitó dar más detalles sobre su disposición a optar a la secretaría general del partido en un congreso que todavía no está convocado.
Chacón se siente arropada no solo por el PSC, sino por algunos sectores de otras federaciones del PSOE. Ella misma ha admitido que el día después de las elecciones sus preocupaciones serán distintas de las actuales. Este debate se ha mezclado también con la sucesión de José Montilla al frente del PSC, que se producirá en diciembre. La propia Chacón no se ha descartado como candidata a liderar el PSC, pero muy pocos en el partido creen que quiera realmente dar este paso. En cambio, sí está cada vez más claro que lo dará Miquel Iceta, actual viceprimer secretario y mano derecha de Montilla. El otro candidato con peso específico es Pere Navarro, alcalde de Terrassa (Barcelona).
* Fugas por la izquierda. Al igual que en toda España, los socialistas tienen en Cataluña fugas hacia la izquierda, pero en el caso del PSC son especialmente dolorosas. Sin ir más lejos, el diputado socialista por Madrid, el independiente Antonio Gutiérrez, apareció ayer en un acto de Iniciativa per Catalunya para dar apoyo a la candidatura de Joan Coscubiela. Gutiérrez, que fue secretario general de CC OO, expresó así su apoyo a un partido que, según las encuestas, podría triplicar su resultado de 2008 al recoger una parte significativa del voto descontento con el PSC.
Gutiérrez ya había dado muestras de serio descontento con el PSOE el pasado verano, cuando votó contra la reforma constitucional exprés en el Congreso. No es el único apoyo que ICV ha recibido estos días desde la órbita socialista: también lo hizo el sociólogo Manuel Castells y la exconcejal barcelonesa y socióloga Marina Subirats.
* Duran, cuestionado en CiU. Los nervios del PSC no son menos importantes en Convergència i Unió. Su candidato, Josep Antoni Duran, no puede permitirse ni por asomo verse superado por el PP. Máxime cuando CiU ganó cómodamente las últimas elecciones autonómicas y municipales en Cataluña y hace pocos meses aspiraba a hacer lo mismo el 20-N. El candidato nacionalista se ha lanzado a la carrera de arañar votos catalanistas y descontentos al PSC, algo que ha tenido que combinar con gestos hacia el electorado más conservador tentado de votar al PP. Ello le ha llevado a maniobras arriesgadas como las críticas al PER andaluz y sus arriesgados comentarios sobre los tratamientos psicológicos para cambiar de tendencia sexual.
Ayer tuvo otro susto. Tras varios días defendiendo un Gobierno de unidad en España, con PP, PSOE y los nacionalistas, Duran se vio cuestionado, desde sus propias filas, ni más ni menos que por Jordi Pujol, el líder histórico de su formación. El expresidente de la Generalitat aseguró a Radio Barcelona que el Gobierno de unidad no es el camino. “Si hay un partido que tiene mayoría absoluta, que asuma sus responsabilidades y no intente descargarla en este, el otro o el de más allá”, dijo erigiéndose en portavoz de los sectores soberanistas de CiU.
* La doble cara de ERC. En CiU el futuro inmediato preocupa, y mucho. Sin mayoría absoluta en el Parlamento catalán, nada les da más miedo que verse en manos de un PP con poder absoluto en el conjunto de España. En su ayuda ha salido Esquerra Republicana. Los independentistas, mientras azuzan a Duran por su escaso vigor nacionalista, han decidido darle una oportunidad al presidente de la Generalitat, Artur Mas, e intentarán negociar con CiU los Presupuestos catalanes. Su doble mensaje respecto a CiU, marca de la nueva dirección republicana, se pondrá a examen también este próximo domingo.
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