Denuncias, acoso y choques con López Obrador: ¿qué ha pasado en el caso contra María Amparo Casar?
La demanda de Pemex contra la directora de Mexicanos contra la Corrupción ha supuesto un desgaste en todos los círculos de su vida
El presidente Andrés Manuel López Obrador la llamó “traidora a la patria”, ha expuesto su sueldo y su situación fiscal públicamente, la ha relacionado decenas de ocasiones con supuestas mafias en los medios de comunicación, y al lugar que dirige —la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI)— y a ella la ha mencionado 265 veces en su conferencia matutina de Palacio Nacional, siempre para denostarlos. Así ha sido el sexenio de la columnista y analista política María Amparo Casar, una de las figuras públicas más acosadas desde la voz presidencial y las instituciones del Estado mexicano.
Hoy se cumplen 100 días desde que la Fiscalía General de la República (FGR) informó del inicio de una investigación a la presidenta de MCCI y sus hijos. La indagatoria parte de una denuncia penal de Petróleos Mexicanos (Pemex) ante la FGR “en razón de la presunta ilicitud en el otorgamiento de la pensión a particulares por la muerte de Carlos Márquez”, esposo de María Amparo Casar.
Todo había empezado semanas antes con unas declaraciones de López Obrador señalando que Carlos Márquez no había muerto por un accidente de trabajo, sino que se había suicidado por lo que era ilegal la pensión que ella había recibido todos estos años y su pago debía ser suspendido, hecho que sucedió de manera inmediata sin aviso a la familia.
Frente a esto, María Amparo Casar acusó públicamente una persecución política del gobierno por las investigaciones periodísticas de MCCI e interpuso un amparo contra la suspensión de su pensión, bajo el argumento de no haber sido formalmente notificada de ningún cambio. El 10 de mayo un juez le dio la razón y ordenó a Pemex devolverle la prestación “a menos que haya un ordenamiento firme, jurisdiccional o administrativo” contrario, lo que significa que el caso no quedó resuelto, así que Pemex debía seguirle pagando su pensión.
Aunque la denuncia de Pemex contra Casar fue de tipo penal, hasta la fecha ella no ha recibido citatorios ni notificaciones; no se han celebrado audiencias y lo único que hay es incertidumbre y miedo.
100 días después de que el director de Pemex la denostara públicamente, a ella y su familia, no han presentado pruebas del supuesto fraude, ni del supuesto acuerdo solicitado por Casar y Aguilar Camín, tampoco ha llegado una notificación formal de que la pensión será suspendida. Lo único que siguió después de esa denuncia ante la Fiscalía, han sido los ataques desde la tribuna presidencial, así como la exhibición de información privada, no solo de ella y su familia, sino de donantes de MCCI.
Apenas este 14 de agosto, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del Gobierno federal, Pablo Gómez subió también a la tribuna presidencial a informar que MCCI ha recibido casi siete millones de la Embajada de Estados Unidos en México, a través de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
En entrevista, María Amparo Casar me explicó que esta persecución —la más reciente, la relativa a la pensión de Pemex— empezó en febrero, cuando fue publicado el libro Gracias del presidente de México. En la página 100, López Obrador señala el caso de la presidenta de MCCI como un caso “muy delicado”.
María Amparo Casar ya recibió el pago al que Pemex fue obligado por el juez, pero el caso no ha sido concluido, por lo que ella vive esperando una orden de aprehensión en cualquier momento: “el juicio sigue, pero por lo pronto me regresaron y me pagaron el retroactivo que me habían quitado por dos meses y medio de pensión. Un juez dictó inmediatamente que no tenía ninguna razón de ser, que la causa de la muerte no afectaba la pensión, o sea, que tenías derecho a recibirlo; y al mismo tiempo, Bátiz declara que no me conoce. Entonces yo cargo con una demanda penal, y además una demanda penal a mis hijos. Yo creo que no me encontraron nada y tuvieron que recurrir a esto. Y yo tengo la demanda civil, que gané provisionalmente, con efectos suspensivos definitivos, y a mis hijos todavía hace 15 días, les llegó una demanda de varios millones pesos por haber recibido esa pensión, donde insisten que no tenían derecho”.
100 días después es innegable que la vida de María Amparo Casar ha cambiado, la demanda penal ha significado un desgaste en todos los círculos de su vida, desde los más cercanos hasta los laborales, estos últimos meses ha intercambiado miles de mensajes con sus abogados, se mantiene latente el acoso y el miedo, sin embargo, Casar sigue dirigiendo Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, vive en México y termina la entrevista diciendo que le queda una tarde llena de lecturas, expedientes y varios datos por verificar porque en esta semana preparan otra exclusiva sobre un caso grande de corrupción.
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