La falta de formación y la marginación, los principales obstáculos para la movilidad laboral en México durante la pandemia
La prohibición de trabajar por parte de algún familiar, los bajos salarios y largas horas y la falta de formación, estuvieron entre los principales factores de despidos y renuncias al empleo
La pandemia ha hecho más difícil para los mexicanos superarse en el empleo. Datos publicados en el quinto Boletín de Movilidad Social en el Mercado de Trabajo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) muestran que la falta de formación y vivir en una zona de alta marginalidad en el país fueron las principales causas de exclusión laboral en el primer trimestre del año. Mientras tanto, la prohibición de trabajar por parte de algún familiar fue una de las principales causas de renuncia.
Alrededor de 600.000 personas se agregaron a la población excluida del mercado laboral en los primeros tres meses del año y en comparación con el mismo periodo el 2020, alcanzando un total de 7,7 millones tras un año de actividad económica en el contexto de la pandemia de la covid-19. Entre los hombres, la edad adquirió mayor peso como factor de despido injustificado, mientras que para las mujeres fue la formación y las responsabilidades familiares. Entre mujeres y hombres, aumentaron las renuncias debido a las responsabilidades en el cuidado del hogar, en un contexto en que el miedo al contagio continuó, las escuelas estuvieron cerradas y los adultos mayores se trataron de la covid-19 en casa.
“Ante este panorama, es importante enfatizar las políticas que procuren la inclusión laboral para la movilidad”, escribieron los especialistas autores del reporte publicado el miércoles. “Un ejemplo es promover la conectividad para el trabajo a distancia. En este sentido, mejorar el conocimiento de las tecnologías digitales y su acceso, en especial entre las mujeres, reduciría la exclusión y favorecería la movilidad laboral”.
Los datos analizados por el CEEY provienen del cuestionario sociodemográfico de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En comparación con el primer trimestre del año pasado, el porcentaje de respuestas que atribuyen la renuncia a la prohibición de trabajar por parte de un familiar se duplicó entre los hombres y “aumentó significativamente” entre las mujeres, dice el boletín del CEEY. El Centro espera que este factor regrese a su nivel de incidencia cuando los contagios bajen.
Los confinamientos obligaron a las empresas a adecuar sus procesos y operaciones a plataformas digitales, lo cual requiere cierto nivel de conocimiento en tecnologías de teletrabajo. Esta puede ser una razón por la que hombres sin esta formación sufrieron despidos injustificados, y por la cual muchas mujeres no tienen acceso a mejores trabajos. El peso del factor formación en la exclusión al trabajo subió de 18% a 24% en los hombres, y de 3,8 % a 4% entre las mujeres.
Cuando se trata de renuncias, los factores de mayor peso se dividen claramente por género. “Una proporción significativa de las renuncias se debe a factores desfavorables que limitan la movilidad social”; dice el reporte. Los factores más importantes, en el caso de las mujeres, son el matrimonio, el embarazo o las responsabilidades familiares relacionadas con el cuidado, ya sea de niños o de otras personas. “En el caso de los hombres, el factor más importante (que entre las mujeres es el segundo más importante) es la baja productividad; es decir, empleos con jornadas largas y salarios bajos”, explica el reporte.
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