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ENTREVISTA | FUNDADOR Y CEO DE MERCADO LIBRE

Marcos Galperin: “La pandemia nos convirtió en un bien esencial”

El empresario espera que la plataforma de comercio electrónico cierre el año con 100 millones de usuarios y que su crecimiento se mantenga después de la crisis del coronavirus

Jon Martín Cullell
Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, en una foto de archivo.
Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, en una foto de archivo.Diego Battiste

En el despacho de Marcos Galperin (49 años, Buenos Aires) cuelgan dos fotografías de un verano de 2007 en Nueva York: el día en que Mercado Libre empezó a cotizar en Wall Street. Deportista frustrado, el fundador y CEO de la empresa compara ese momento con ganar un grand slam, aunque el verdadero campanazo le ha llegado ahora, con la pandemia. El valor de esta plataforma de comercio electrónico, fundada en 1999 en unas cocheras de Buenos Aires, se ha disparado por encima de los 70.000 millones de dólares y ya supera a gigantes históricos como General Motors. Ha duplicado su facturación y el número de clientes y Galperin se ha erguido en la mayor fortuna argentina. Aún con la vacuna contra la covid-19 y una vuelta a la normalidad, el emprendedor cree que el auge del e-commerce en Latinoamérica no tiene marcha atrás. Atiende a EL PAÍS por videoconferencia y vestido con ropa informal desde su casa en Montevideo, Uruguay.

P. ¿La pandemia ha sido el trampolín definitivo para Mercado Libre?

R. No lo veo como el trampolín. Esta pandemia no cambió dramáticamente la trayectoria de la empresa. Lo que hizo fue acelerarla. Nos puso en la curva de crecimiento tres o cuatro años adelante de lo que hubiésemos estado sin la pandemia.

P. ¿Esa aceleración ha sido difícil de gestionar?

R. En nuestros centros de almacenamiento hubo muchísima más demanda. Los vendedores no podían acceder a sus bodegas y entonces usaban la nuestra para poder continuar vendiendo. De alguna manera nos convirtió en un bien esencial para la sociedad y la economía y sobre todo para las pequeñas y medianas empresas que no podían vender. Eso le puso mucha presión a las partes operativas.

P. Acaban de reforzar su red logística con una flotilla de aviones en Brasil y México. ¿Qué ventajas ofrece contar con su propia distribución?

R. Mayor velocidad. El porcentaje de productos que entregamos en 24 horas se más que duplicó en los últimos 18 meses. Acabamos de pasar el Buen Fin en México. Crecen muchísimo los envíos para las empresas de correos y muchas veces no tienen la capacidad. En estas épocas de fiestas se producían cuellos de botella y clientes frustrados.

P. ¿El pequeño comercio es el gran perdedor del auge del comercio electrónico?

R. Para nada. Creo que al revés. Las pymes han visto que el comercio electrónico es su mayor aliado y que pueden competir por primera vez con las grandes cadenas. Al subirse a una plataforma como la nuestra, pueden aceptar todos los medios de pago, dar financiación a los compradores, tener una logística que les hace llegar sus productos en menos de 48 horas a todo México o Brasil.

P. ¿Pero una pequeña empresa tiene la capacidad para dar ese salto digital?

R. Ese salto le ha costado más a las grandes empresas que sentían que de alguna manera iban a perder el control con internet. Veían con más preocupación plataformas como la nuestra porque democratizan el comercio. La gente busca productos, no tanto marcas, y eso ayuda a las pequeñas y medianas empresas. Este año llevamos más de 12 millones de empresas vendiendo en Mercado Libre.

P. El éxito del e-commerce ha puesto el foco sobre el abuso de ciertos trucos para hacer que el usuario compre más.

R. Mentir está mal ya sea en el comercio electrónico, en un noticiero o en una red social. Por supuesto que hay cosas que están éticamente mal. Pero no me parece algo que sucede particularmente en el comercio electrónico más que en otro medio.

P. ¿Le falta regulación al sector o le sobra?

R. El comercio electrónico tiene una infinidad de regulaciones. Si son demasiadas o pocas no lo sé, pero está muy regulado. A diferencia de la Unión Europea, donde plataformas como la nuestra tiene un centro de almacenamiento en España pero luego las reglas europeas son comunes, en Latinoamérica todo varía, las normas fiscales, las monedas, los sistemas de gobierno. No es fácil.

P. Mercado Libre está en una lucha cerrada con Amazon por el dominio en la región. ¿Cómo viven esa rivalidad?

R. Siempre miramos a nuestra competencia muchísimo. Si uno se dedica a jugar al fútbol, ¿qué es más lindo que jugar contra el Real Madrid en el Bernabéu? Pero nosotros vemos qué equipo tenemos y tratamos de jugar nuestro partido, hacer las cosas bien, e invertir más porque nuestros competidores tienen un capital mucho mayor al nuestro.

P. Acaban de renovar un acuerdo con Amazon para utilizar su nube. Habrá a quien le sorprenda que se metan en la cama con su principal competidor.

R. Sin duda, no es lo que más nos gusta, ser un cliente de Amazon Web Services, que además es una unidad muy rentable de la empresa [dice con media sonrisa]. Pero lo venimos haciendo desde hace muchos años y nos va muy bien con ellos. También utilizamos otras plataformas como la nube de Google.

P. Latinoamérica, la región por la que compiten, arrastra problemas de acceso a internet y un déficit de infraestructura de banda ancha. ¿Supone eso un tope a su crecimiento?

R. Esas barreras sí son ciertas y la situación en Latinoamérica en relación con otras regiones es peor. Por eso el comercio electrónico aquí va a suponer el 10% del total este año; en Estados Unidos, el 25%; y en China, el 40%. Pero eso lo que muestra es cuánta oportunidad todavía queda.

P. ¿Se plantean salir fuera de la región?

R. No, no. Para fin de año entre compradores, vendedores y gente que utiliza Mercado Pago vamos a tener alrededor de 100 millones de personas usando nuestras aplicaciones. En América Latina hay 600 millones de personas. Estamos enfocados en crecer aquí.

P. ¿Teme un retroceso cuando termine la pandemia?

R. Preferimos que la economía vuelva a la normalidad lo antes posible. El comercio electrónico y físico se complementan y es importante que este vuelva a existir, pero sentimos que el electrónico es más eficiente y que la gente lo ha probado, le ha gustado, y va a continuar comprando online incluso cuando se levanten las restricciones. Volveremos a tasas de crecimiento más razonables, similares a las que teníamos antes de la pandemia, pero sobre una plataforma más alta.

P. ¿Compra usted todo en plataformas digitales?

R. Compro mucho por internet, pero los productos frescos, en un supermercado cerca de mi casa. No soy de pedir comida online. Me gusta comer en casa y cocinar o ir a un restaurante.

P. ¿Algún producto que sea imposible de encontrar en Mercado Libre?

R. Mirá el otro día estaba buscando ballenitas para el cuello de la camisa. Fui a una mercería y no tenían. Busqué por Mercado libre y encontré, así que la verdad no se me ocurre casi más nada que no esté en la plataforma [ríe].

Cambio de Gobierno y mudanza a Uruguay

La vida de Galperin en los últimos años ha sido un ir y venir entre Argentina, su país natal, y Uruguay, donde dice sentirse “muy cómodo”. Sus mudanzas han sido analizadas con olfato político. En Montevideo vivió entre 2002 y 2016, todo el periodo kirchnerista. Regresó a Buenos Aires poco después de tomar posesión el presidente Mauricio Macri, con el que mantuvo una buena sintonía. Tras la llegada de Alberto Fernández al poder en 2019, ha vuelto a cruzar al país vecino. Galperin dice que no tiene que ver con los cambios en la Casa Rosada. De Uruguay valora “una alternancia de poder de distintos partidos políticos que sin embargo no cambian las instituciones, la justicia, la independencia de la prensa”. “Para mí todas esas cosas son muy importantes”, afirma.

 

Sobre el primer año del nuevo Ejecutivo, el empresario piensa que es difícil de evaluar. “La pandemia cambió los planes de todos los Gobiernos del mundo. Creo que el argentino está lidiando con la pandemia lo mejor que puede. Hizo una renegociación de la deuda positiva y ahora esperamos que aparezca la vacuna”. En noviembre, la mayoría oficialista aprobó un nuevo impuesto a la riqueza. Con una fortuna valorada en más de 6.000 millones de dólares según 'Forbes', Galperin dice que prefiere no opinar, pero señala que Argentina ya tiene una de las tasas más altas del mundo. “Cada país determinará cuál es la mejor forma de encontrar un crecimiento sostenido”, zanja. Por ahora, no tiene planes de volver.

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Sobre la firma

Jon Martín Cullell
Es redactor de la delegación de EL PAÍS en México desde 2018. Escribe principalmente sobre economía, energía y medio ambiente. Es licenciado en Ciencias Políticas por Sciences-Po París y máster de Periodismo en la Escuela UAM- El PAÍS.

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