Los transportistas en México están expuestos a 21 robos al día y en un 80% de los casos son delitos con violencia
El Estado de México y Puebla acumulan la mayor cantidad de asaltos y ataques a los conductores, pero también hay denuncias por el cobro de ‘mordidas’ en los retenes de las autoridades


Cuatro conductores de camiones salieron de Reynosa, Tamaulipas, con destino a Oaxaca, el 18 de noviembre. Sus familiares afirman que viajaban juntos y que la última vez que hablaron con ellos fue dos días después, cuando se encontraban en el municipio de Matías Romero, de camino al Istmo de Tehuantepec. Desde entonces están desaparecidos. Sus fichas de búsqueda ya fueron emitidas por las autoridades. Hasta hoy, solo se conoce el paradero de las unidades, pero los transportistas continúan sin ser localizados. La Comisión de Búsqueda Estatal y la Fiscalía trabajan en la ubicación de Aldher Moreno (38 años), Fernando Castro (41 años), Andrés Ramos (28 años) y Juan Pérez (37 años). El episodio es uno más en la situación de inseguridad con la que se mueven los transportistas por México, que están expuestos en un 80% a delitos violentos.
Precisamente, decenas de bloqueos taparon las carreteras del país la semana pasada en demanda de mayores garantías en las carreteras. Los conductores de camiones se unieron en sus protestas contra el Gobierno a los agricultores para exponer su malestar por la inseguridad. En México, el robo a los transportistas es un delito que ocurre al menos en 8.000 ocasiones al año, unas 21 veces al día, en promedio. Si bien ha disminuido, después de un pico en 2018, cuando se registraban 35,8 por día, la violencia prevalece. Ocho de cada diez delitos reportan un atentado en contra del conductor, de acuerdo con la información del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública, que registra las carpetas de investigación de estos delitos. Solo entre enero y octubre de 2025 más de 5.200 transportes fueron robados.
Ciudad de México es uno de los puntos más importantes para el transporte de mercancías, la mayor central de abastos se encuentra en la capital y miles de productos tocan base en sus instalaciones. De igual manera llegan a los centros de distribución y otros espacios relevantes para el país. Las carreteras que rodean este punto nodal son, con diferencia, las que más delitos registran. Más del 80% de los robos con violencia a los transportistas ocurren entre el Estado de México y Puebla, seguido, muy por debajo, de Michoacán y San Luis Potosí, donde también se reportan delitos en contra de otros conductores de vehículos diversos. En el caso de los automóviles, en el 60% de los casos, se registran robos sin violencia.
De acuerdo con la información de la empresa de monitoreo Overhaul, los robos más comunes se registran contra transportes que llevan alimentos y bebidas, en un 33%, seguido de la construcción e industrial, que representan un 10%, y el 7% de productos de miscelánea. Vania Barragán, quien trabaja para una empresa de monitoreo en Ciudad de México, señala como común también el robo de dinero en efectivo, que suelen cargar los conductores para pagar el diésel, así como la sustracción del propio combustible. Además, suelen bajarlos a punta de pistola para retirarles las llantas, de las que existe un mercado negro.
Otra de las problemáticas comunes en las carreteras son las mordidas o extorsiones, pagos irregulares que exigen las autoridades. De acuerdo con Barragán, los conductores suelen ser detenidos en retenes y como pretexto de que algunos documentos están mal, los integrantes de la Guardia Nacional les piden al menos 5.000 pesos. Hay viajes en los que, al pasar más inspecciones de las autoridades, les piden dos o tres veces coimas. Algunas rutas ya están muy identificadas como las que más veces les pedirán estos pagos, como las que van a Villahermosa.
Overhaul menciona que los ataques en contra de los transportistas suelen suceder mientras están en tránsito, en un 65% de las veces y un 34% de los casos ocurren mientras las unidades están detenidas. Los propios conductores suelen evitar parar en las carreteras que son peligrosas y en caso de querer hacerlo, los monitoristas suelen desincentivarlo. Barragán recuerda además los episodios en los que se simula un choque para exigirles pagos exorbitantes y la presencia de los grupos del crimen organizado, que se identifican como tales ante los conductores. La mayor parte de los reportes ocurren entre las 18.00 y las 00.00 horas, mientras que el día más común es el miércoles.
Según Barragán, no siempre se denuncian los robos ante las autoridades, pues las empresas privadas toman la decisión de compensar las pérdidas entre los particulares, lo que representa una práctica común. Esto imita a la estadística nacional de la cifra negra, que de acuerdo con el Inegi, en el 93,2% de los delitos no hay denunciada. Para prevenir ser víctima de la delincuencia, algunas compañías solicitan custodia para sus unidades de transporte, aunque esto depende del valor de los productos que mueven.
El Gobierno de Claudia Sheinbaum asegura que los robos en carreteras se han reducido en un 54% desde 2018. Sin embargo, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), reporta un incremento del 14,2% desde 2019 hasta mediados de 2025. Esto incluye autobuses, camiones, semirremolques y tractocamiones. Entre los que más han incrementado son en los autobuses, que subieron en un 56,8%.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, se comprometió este sábado a mejorar las condiciones de las carreteras para proteger a los conductores. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) se ha unido a los reclamos de los transportistas y apunta que los afectados no son únicamente los conductores o las empresas que llevan mercancías, sino que las consecuencias se trasladan a la cadena productiva debido a los “retrasos y pérdidas económicas”. Las pérdidas para el sector, detalla la Confederación de Cámaras Industriales de México, llega a los 15 millones de pesos al día.
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