‘Cometierra’: la novela se impone a la censura con el estreno de la serie en Prime Video
La obra de la autora argentina, Dolores Reyes, recibió críticas de figuras políticas conservadoras ligadas al gobierno de Javier Milei


En 2019, Dolores Reyes (Buenos Aires, 47 años) publicó su primera novela Cometierra, una historia que, desde el realismo mágico, convierte el dolor por la crisis de las desapariciones en esperanza para salir adelante. Un par de años después, con el auge de los discursos conservadores y la eventual llegada de Javier Milei a la presidencia en Argentina, la obra enfrentó intentos de censura. La controversia —lejos de silenciarla— multiplicó sus lectores y la consolidó como un símbolo de resistencia. Ahora, la historia de la joven que puede ver el destino de personas desaparecidas al tragar la tierra del lugar donde estuvieron, salta de las páginas a la pantalla con una serie de Prime Video que traslada su atmósfera a la periferia de Ciudad de México. La producción es protagonizada por Yalitza Aparicio, Lilith Curiel, Gerardo Taracena, Juan Daniel García Treviño y Harold Torres, y se estrena el 31 de octubre en la plataforma de streaming como una de sus apuestas para impulsar el talento latinoamericano.
En un inicio, la recepción del libro de Reyes fue positiva: vendió 50.000 ejemplares solo en Argentina y se tradujo a 15 idiomas. Sin embargo, con el tiempo comenzaron las críticas desde sectores de ultraderecha que cuestionaron su “contenido sexual explícito” y temáticas “inapropiadas”. En 2022, una concejala de Neuquén se pronunció en contra de la incorporación de Cometierra y otros libros de escritoras contemporáneas en el material de lectura de las escuelas secundarias y llegó a describir su contenido como “pornográfico”. En el centro de una historia marcada por la violencia de género y la impunidad, la atención de los conservadores recayó en una escena sexual consensuada entre dos jóvenes, un momento menor dentro de la trama del libro que está dedicado a Melina Romero y Araceli Ramos dos jóvenes víctimas de feminicidio, cuyas tumbas están en un cementerio cercano a la escuela en la que trabajaba Reyes cuando empezó a escribir.

La polémica escaló y, en 2024, derivó en una demanda penal presentada por la Fundación Natalio Morelli —una organización que afirma tener como misión “salvaguardar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes”— contra el director de Cultura y Educación de Buenos Aires, Alberto Sileoni, por incluir la novela en la iniciativa Identidades Bonaerenses, que distribuye textos literarios en las bibliotecas escolares de la provincia. A pesar de que estas obras no son de lectura obligatoria, e incluyen una guía de acompañamiento y edades sugeridas para docentes que quieran utilizarlas, la vicepresidenta argentina Victoria Villarruel compartió en redes sociales dos párrafos de escenas sexuales explícitas que supuestamente aparecían en la novela de Reyes (que en realidad pertenecían a Las aventuras de la China Iron) y criticó al gobierno del peronista Axel Kicillof por imponer “la inmoralidad” en los colegios de la provincia. “Existen límites que no deben cruzarse. ¡Basta de sexualizar a nuestros hijos, saquen de las aulas a quienes promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños!”, escribió Villarruel. Por su parte, Kicillof respondió con su propia publicación en la que incluyó una fotografía leyendo Cometierra y el texto: “Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura”.
A pesar de los ataques provenientes de funcionarios y del acoso que sufrió en redes sociales, Reyes fue arropada por la comunidad literaria. En señal de apoyo, se organizó una lectura colectiva en el Teatro del Picadero, con la participación de unos 120 escritores y más de 300 asistentes. “No lo tomo solo como algo personal. Es una defensa por los libros, por la lectura y por la escuela, que es la que forma lectores en este país. Ante tanto ataque, nos juntamos y hacemos lo que no hicieron ellos: ponernos a leer”, dijo la autora durante el evento.
Con el estreno de la serie Cometierra, la historia de Reyes y su heroína que busca ayudar a que se haga justicia trasciende los intentos de censura y reafirma su vigencia como una forma de hablar de una problemática que atraviesa a toda la región.
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