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La revolución de ‘Las Azules’: mujeres policías con silbato

La primera serie dramática de Apple TV+ en México aborda la historia del primer grupo femenil de la policía nacional en busca de un asesino serial y en contra del machismo y la misoginia de toda una nación

Un fotograma de la serie 'Las Azules' (Apple).
Un fotograma de la serie 'Las Azules' (Apple).Apple

La negrura de la noche oculta todo y apenas deja ver lo que las luces tenues de la ciudad se atreven a iluminar. Al interior de una vieja y solitaria cafetería, dos mujeres terminan sus labores de limpieza para poder ir a descansar. Una de ellas, la más joven, le avisa a su compañera que debe irse, mientras toma su bolso y se arregla la gabardina que cubre su uniforme. La otra, con preocupación, trata de averiguar a dónde va y, con una mirada temerosa, le pide que se cuide “porque la ciudad está muy peligrosa”. La radio a sus espaldas da cuenta de la víctima más reciente de un asesino serial que ha cobrado la vida de varias mujeres jóvenes en la Ciudad de México y ha evidenciado la ineficacia de una autoridad más preocupada por su estadía en el poder que por la tranquilidad y seguridad de sus habitantes. Pero la joven solo sonríe y le dice que no pasa nada poco antes de subir a un misterioso automóvil y convertirse en otra víctima más.

Ambientada en el México de inicios de la década de los 70 —a pocos años de que a las mujeres se les permitiera votar—, Las Azules se inspira en la historia de la primera fuerza policial femenil del país para mantener sobre la mesa una conversación necesaria sobre el feminicidio, en una nación que suma diariamente casi 10 asesinatos de mujeres y niñas. “La violencia y represión contra la mujer en los setenta era alarmante, pero muy distante a lo que vivimos ahora”, afirma Fernando Rovzar, creador, guionista y director de Las azules. “En algunos casos hemos mejorado pero, en otros, todavía no. Tenemos que hablar de estos temas, y la manera que encontré para hacerlo fue el primer cuerpo policiaco de mujeres de la Ciudad de México, y unirlo con las cifras alarmantes de feminicidios en el país en la actualidad. Al juntarlos, decidí junto a Pablo Aramendi —cocreador y coguionista de la serie— inventar a un asesino serial que mata exclusivamente a mujeres que trabajan”.

Hoy las mujeres son parte de la policía, aunque más de la mitad del cuerpo son hombres. Pero no era así en la década de los 70. Y debido a la tensión provocada por sucesos históricos como la matanza de Tlatelolco, en 1968, o El Halconazo, en 1971, el Gobierno de Luis Echeverría decidió crear un pequeño grupo de mujeres policías que, más que llevar a cabo acciones de seguridad, funcionarían más como un elemento publicitario que desviara la atención de la represión y la violencia institucional que agitaba al país.

Una policía observa la marcha del 8-M de este año en Monterrey (Estado de Nuevo León).
Una policía observa la marcha del 8-M de este año en Monterrey (Estado de Nuevo León).Antonio Ojeda (Getty Images)

Portando un pequeño uniforme azul cielo, con minifalda y largas botas de cuero —que parecía más el uniforme de una sobrecargo de la extinta línea aérea Pan Am—, Las azules contaban únicamente con un silbato y un monedero para llamar “a los verdaderos policías” en caso de una emergencia. Pero en aquellos momentos en los que nadie las tomaba en serio, el gran espíritu de sororidad y las ganas enormes de cambiar al mundo que rodeaba a este novel cuerpo policiaco, les permitieron iniciar un cambio que, a medio siglo de distancia, se sigue abriendo paso entre el machismo y la misoginia.

Azules que hacen historia

Luego del éxito de series mexicanas como Acapulco o The Mosquito Coast, Apple TV+ hace de Las azules su primera serie dramática —y hablada 100% en español— realizada en México. Filmada en 82 locaciones de la capital, el Estado de México y Puebla, cuenta con un diseño de producción a cargo del nominado al Ariel Carlos Lagunas, quien recreó a detalle el espíritu de los años setenta. La estación de policía, el set más importante de la serie, fue construido en los estudios Gabriel García Márquez, en Tlalnepantla, con unas dimensiones de casi medio campo de futbol y seis metros de alto, permitiendo que la cámara —de cinefotógrafos como María Sarasvati Herrera (Cien años de soledad) o Alejandro Martínez (House of the Dragon)— pudiera desplazarse por distintos pasillos que conectaran con todas las habitaciones creadas, moverse 360 grados, filmar desde lo alto e, incluso, realizar tomas amplias que capturaran la esencia de la época.

La banda sonora, con versiones y temas de aquella década, ayudan a complementar el universo de Las azules; una curaduría sonora a cargo de Lynn Fainchtein, la gran supervisora musical del cine mexicano fallecida en marzo pasado. “Ella fue una inspiración con la música mexicana de los setentas. Ella me presentó a nuestro compositor Lucas Vidal (Ni una más) y logró terminar este proyecto y verlo en su totalidad. Lynn fue mi hermana, mi aliada y compañera durante veinte años. Le debo toda la identidad de esta serie y la curiosidad musical que ha guiado mi carrera”, dice Rovzar.

Encontrar en el pasado la fuerza del presente

La actriz Bárbara Mori descubrió con sorpresa e indignación la manera en que se denigraba a Las azules. “¿Cómo es posible que les dieran minifaldas para salir a la calle, y silbatos, y no armas, para defender a la ciudadanía?”, se preguntó al mirarse por primera vez portando el uniforme de María, una mujer que, en plena crisis matrimonial, retoma sus sueños perdidos y se une a la policía para convertirse, algún día, en una brillante detective.

Como parte del proceso de construcción de estos personajes, el elenco principal de esta serie se reunió con Las azules originales. “Entrevistarlas fue muy lindo”, recuerda Mori. Su charla con Atala Cristina Pérez, la primera mujer policía en ser ascendida al rango de capitán, le permitió mirar desde otra perspectiva aquellos sentimientos que le indignaban a la hora de interpretar esta historia. “Al hablar con ellas, nos dimos cuenta de que, en aquellos momentos, su percepción de las cosas era muy diferente a la nuestra en la actualidad. Lo que hoy nos indigna, y nos permite darnos cuenta de comentarios misóginos, agresivos y violentos, era invisible para sus ojos. A pesar de todo, ellas siempre se sintieron muy empoderadas, su minifalda la veían como esa prenda novedosa y moderna de la época. En aquellos momentos, ellas no se dieron cuenta de que estaban siendo violentadas por los hombres”.

Natalia Téllez en el papel de 'Valentina'.
Natalia Téllez en el papel de 'Valentina'.María Medina (Apple)

Para Natalia Téllez, quien da vida a la aguerrida Valentina, “voltear al pasado y recordar a las personas que abrieron camino es un acto revolucionario”. Téllez afirma que “hablar de la realidad que viven los hombres y la que sufren las mujeres nos lleva a descubrir muchas injusticias. Quisimos hacerlo de la manera correcta, que tocara puntos sensibles de los corazones y llegara a los lugares correctos”. Para Amorita Rasgado, quien, a través de Gabina, su personaje, experimenta el machismo y la misoginia como parte de una familia llena de policías que le impiden seguir sus sueños en la fuerza pública, Las azules “podaron y sembraron un camino que, si no hubiera ocurrido en los setenta, no sabría dónde estaríamos. Porque, aun a cincuenta años de distancia, en esta serie hay muchas escenas y diálogos que siguen siendo exactamente iguales en nuestro”.

En el México del Siglo XXI, donde una mujer asumirá por primera vez en la historia la presidencia del país, pero donde las cifras de feminicidios han aumentado a niveles alarmantes, retomar la historia de Las Azules es, para Rovzar, una gran oportunidad de recordar aquella deuda histórica que el país tiene con un grupo de mujeres que, de alguna u otra forma, iniciaron una revolución. “Son unas guerreras. Yo esperaba encontrarme con personas duras y fuertes porque pensé: ‘si se forjaron en la policía, deben tener piel gruesa y un carácter de hierro’. Pero conocí a mujeres amables, respetuosas, sensibles, inteligentes y hasta chistosas. Ellas me mostraron que uno no tiene que sacrificar su humanidad para estar en la policía. Yo creo que le debemos a esas mujeres un festejo, una marcha, una medalla, una estatua. Y nada de eso ha pasado. Ojalá que la serie ayude a cambiar la percepción que la policía hoy tiene acerca de ellas y las ponga en el lugar que merecen”.

Las Azules llega al catálogo de Apple TV+ el 31 de julio con el estreno semanal de cada uno de sus diez episodios.

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