Miguel Ángel Méndez, químico: “Es posible que la contaminación en el agua de Benito Juárez venga de un derrame o desecho ilegal de sustancias”
El investigador y Premio Nacional de Química alerta de que los productos encontrados en el suministro son cancerígenos y descarta que el contaminante esté vinculado a una fuga de Pemex
Tres semanas después de que saltaran las alarmas, los vecinos de la alcaldía Benito Juárez siguen sin saber, de manera oficial, qué sustancias han contaminado el agua de sus casas. Pese a ello, las autoridades de la capital están dispuestas a dar carpetazo al asunto y han anunciado que el suministro ha regresado a la normalidad, que el agua vuelve a ser potable y que ya ha pasado lo peor. Preocupados por el olor persistente y la turbiedad, el comité vecinal Guardianes del Agua de Benito Juárez encargó una prueba a un laboratorio independiente y agregó una de las piezas más importantes que faltaban en el rompecabezas. Los resultados de dicho estudio demostraron la presencia de químicos, disolventes e hidrocarburos que son tóxicos, cancerígenos e incompatibles con la tan ansiada normalidad que predica el Gobierno de Ciudad de México.
Los análisis arrojan que en el agua de las colonias afectadas hay presencia de cloroformo, diclorobenceno, tricloroetileno, tetracloroetileno y bromodiclorometano, entre otras sustancias. Como medidas de remediación, las autoridades han puesto en marcha un plan para atender a los vecinos con reparto de agua embotellada y limpieza de cisternas. Hasta la semana pasada, la recomendación, tanto del Gobierno de la capital como del Sistema de Aguas (Sacmex), era no beber del grifo. Ahora, la Administración de Martí Batres recomienda usar el agua de manera normal, sin haber aportado un solo dictamen claro ni pruebas contundentes que respalden esta teoría. Especialistas consultados por este diario contradicen la versión oficial y recomiendan a la población no utilizar el agua debido a la contaminación que puede seguir en el suministro.
Uno de ellos es el doctor Miguel Ángel Méndez, Premio Nacional de Química e investigador de la Universidad de las Américas de Puebla (UDLAP). “Las sustancias encontradas en el agua de Benito Juárez pueden provocar problemas inmunológicos, problemas en el sistema nervioso central y depende de la frecuencia de consumo y la exposición, pueden incluso provocar una falla renal y cáncer”, advierte. Esta es una versión condensada de la entrevista telefónica sobre los riesgos, el posible origen de la contaminación y las medidas sanitarias que deben llevarse a cabo.
Pregunta. ¿Qué opinión le merecen los resultados de los análisis independientes que presentaron los vecinos?
Respuesta. Me parece interesante que las sustancias principales que aparecen en ellos no son las que originalmente se sospechaba. Hay personas que dijeron que probablemente eran hidrocarburos de cadena larga (gasolinas, diésel...) provenientes de una fuga de un ducto de Pemex o de alguna actividad ilícita de saqueo o huachicol. Sin embargo, hay una gran cantidad de compuestos halogenados e hidrocarburos de cadena corta que probablemente vienen de usuarios, no sé si legales o ilegales, que los emplean para llevar a cabo la síntesis de compuestos orgánicos de uso farmacéutico o para la producción de drogas ilegales.
P. ¿Qué son los compuestos halogenados, doctor?
R. Son moléculas orgánicas, como el etanol, el metano o el propano donde reemplazamos uno de los átomos de hidrógeno, por ya sea cloro, bromo o flúor. Y estos productos que obtenemos van a tener una serie de propiedades diferentes. Varios de estos halogenados, por ejemplo, se emplean en el desengrasado de piezas mecánicas, así que la contaminación podría provenir de empresas que no están eliminando apropiadamente sus desechos, como marca la regulación y que probablemente los estén arrojando en barrancas, en baldíos, o incluso en el propio drenaje. Es posible que la contaminación en el agua provenga de un derrame o del desecho ilegal de estos químicos.
P. ¿Considera usted legítimo y confiable el análisis independiente que han presentado los vecinos?
R. Sí. El laboratorio tiene una certificación oficial y el análisis está hecho con una técnica analítica que sigue una norma oficial y que es muy distinto de los estudios que hasta ahora ha presentado el Gobierno, donde no están buscando comprobar que existe ese tipo de compuestos, sino que más bien tratan de dar una vuelta para no decir que estas sustancias están presentes.
P. ¿Considera usted necesario un análisis de este tipo ante el problema de contaminación en Benito Juárez?
R. Pues sí. De esta manera podemos entender que hay un problema real. Si no se resuelve la fuente de la contaminación, el problema podría persistir y extenderse por el manto freático a otros pozos. Es una cuestión de difusión y tiempo.
P. El Gobierno de Ciudad de México asegura que ha cerrado el pozo de donde supuestamente procedía la contaminación. Con estos datos que tenemos, ¿usted cree que es factible que ese pozo fuera la fuente de contaminación?
R. No se puede saber porque los pozos están conectados al manto freático que se extiende a veces por cientos de metros o kilómetros por debajo de la ciudad. En la zona donde se detectó la contaminación, recientemente también se identificó una falla geológica. Es probable que haya habido daños estructurales a tuberías, el drenaje o incluso a algún lugar donde había un almacenamiento no legal de este tipo de sustancias y que éstas hayan acabado en las fuentes de agua. Por los niveles de concentración, probablemente ahorita no es tan grave como pudiera llegar a serlo si el problema no se detecta y se arregla.
P. ¿Podría tratarse de una fuga en el drenaje?
R. Podría ser. Por norma los halogenados, sobre todo en grandes volúmenes, no se deben desechar en el drenaje. Se tienen que mandar como residuos peligrosos y hay que desintegrarlos en hornos a altas temperaturas. Pueden generar residuos tóxicos que son volátiles y que se van al ambiente. El tetracloroetileno, por ejemplo, se dejó de utilizar hace tiempo porque es muy tóxico, pero es probable que haya quien lo siga usando, porque es barato y que después lo esté tirando de manera ilegal.
P. Las autoridades han dicho que la sustancia encontrada es “de la familia de los aceites y los lubricantes”. ¿Tiene esto algún vínculo o relación con las sustancias que se han encontrado en el análisis de los vecinos?
R. No, los lubricantes por regular son hidrocarburos de cadena larga, como los aceites. Es probable que en unos análisis de cromatografía con más valores salgan aceites y lubricantes. Es probable que algunos de los otros picos que no están identificados correspondan a lo mejor a hidrocarburos de cadena larga, esos sí más parecidos a un lubricante, o incluso a un hidrocarburo de los que se usa en gasolinas. Pero los halogenados son los que dan una pista de que la contaminación no es por combustibles, sino por otra cosa.
P. En el agua de algunas cisternas había como una capa aceitosa de color blanco, ¿qué le dice eso?
R. Pues yo creo que tiene que ver con que los organohalogenados que han aparecido son utilizados para desengrasar piezas mecánicas. Ese aceite encontrado tiene que ver con la sustancia que están removiendo. Por ahí hay alguien desechando este tipo de sustancias de forma ilegal y estamos sufriendo las consecuencias.
P. ¿Qué tan peligrosos para la salud son las sustancias detectadas en los análisis?
R. Son definitivamente tóxicas. Todo depende de la frecuencia de consumo y la exposición a ellos. También pueden provocar una falla en los riñones o cáncer. Hay que tomarlo con mucha precaución.
P. Análisis realizados por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) revelaron que se habían encontrado compuestos orgánicos derivados del petróleo. ¿Está relacionado con lo que usted está diciendo?
R. Sí, son lo que llamamos hidrocarburos de cadena corta. Las gasolinas, por lo regular, son hidrocarburos de cadena larga, tienen seis, ocho o diez átomos de carbono y éstos son solo de uno o dos átomos. Los de cadena corta, son hidrocarburos muy pequeños, muy volátiles y parcialmente polares, de ahí que tengan facilidad para mezclarse con el agua y esa es la parte preocupante de todo esto.
P. Una de las medidas que está llevando a cabo el Gobierno es lavar las cisternas de los vecinos afectados. ¿Usted qué opina de esta medida?
R. Está bien para limpiar el lugar donde se almacena el agua de consumo, pero si la fuente de agua sigue contaminada, esto no lo remedia.
P. ¿Se puede utilizar el agua contaminada para regar parques y jardines?
R. No hay problema, pero primero hay que tratarla en una planta especializada. Si simplemente se desecha en el jardín o en un parque, va a permear a través de los distintos estratos del suelo y podría contaminar el acuífero.
P. ¿Se le puede echar algo al agua para que se vuelva potable, doctor?
R. Me temo que no se le puede echar algo que sea de uso común. Tendría que ser un tratamiento avanzado de absorción y desintegración catalítica, que es la manera como se hace el tratamiento de agua contaminada con organohalogenados.
P. ¿Se pueden utilizar filtros de carbón activado?
R. Los filtros de carbono podrían ayudar a disminuir. Pero hasta que las cantidades que se puedan encontrar por análisis clínico no muestren el agua como segura, no se debe consumir.
P. ¿Hay riesgo de que la contaminación se quede en las tuberías?
R. No. Las tuberías normalmente están hechas de materiales que no permiten absorción o la retención. Mientras el agua siga fluyendo, va a estar arrastrando todo el contaminante.
P. El gobierno ha asegurado que en un par de semanas el problema desaparecerá porque la sustancia se va a diluir y la corriente arrastrará el contaminante. ¿Usted qué opina de estas declaraciones?
R. Bueno, probablemente ellos saben cosas que nosotros no. Pero insisto, si no se arregla el problema de fondo, las medidas que están aplicando no tendrán ninguna utilidad.
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