El Gobierno asegura que “está cerca” el rescate de los mineros de Pasta de Conchos, a 18 años de la tragedia

Una de las tragedias mineras más grandes en la historia de México, la muerte de 65 mineros en la mina de Pasta de Conchos, parece finalmente cumplir con la última etapa que acerca a las familias de los trabajadores a la recuperación de sus restos. Tras 18 años de la explosión, el 19 de febrero de 2006, en el Estado de Coahuila, el Gobierno Federal ha anunciado que aproximadamente entre los meses de mayo y agosto, los trabajos de recuperación de los restos de 63 de los 65 mineros fallecidos en la mina de carbón —los dos restantes ya habían sido localizados— estarán en una etapa final de rastreo y podrían ser entregados finalmente a sus familiares. El anuncio también ha incluido el avance en los esfuerzos para rescatar a seis de los 10 mineros que en 2022 murieron en la mina de El Pinabete, en la misma región minera del Estado.

Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) —la empresa estatal que está a cargo de la búsqueda— aseguró que colaborar para encontrar y rescatar en esas minas colapsadas e inundadas ha requerido un trabajo “de enormes magnitudes”: “En Pasta de Conchos ya se encontró la boca de la galería donde seguramente están [los restos de los mineros]. Estamos cerca”, aseguró. Además, Bartlett recordó las condiciones en las que asumieron la tarea: “Hace 18 años, cuando estalló este accidente en la mina Pasta de Conchos, el Grupo México, propietario de la mina, hizo muy tibios intentos para rescatar los restos de los mineros atrapados. Consideró que era muy peligroso y que significaba muchos recursos. Una de las empresas más poderosas y ricas del país, no siguió en este proceso humanitario”, dijo.

Luisa María Alcalde, secretaria de Gobierno, ha explicado que a partir de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometiera, en mayo de 2019, a llevar a cabo el rescate de los 63 trabajadores de Pasta de Conchos, se ha cumplido con los compromisos que se adoptaron en esa fecha al respecto: la conformación del Comité para la Reparación y Justicia de Pasta de Conchos —integrado por las familias de los mineros, dependencias del Gobierno, y por profesionales en la materia—, y el plan integral para la reparación, que consistió en la entrega de indemnizaciones, viviendas —que aún no se cumple por completo—, la construcción de un memorial y el rescate de los restos. Estos últimos dos se cumplirán casi simultáneamente, una vez hallados los cuerpos.

En una detallada exposición técnica sobre los trabajos que se llevan a cabo tanto en Pasta de Conchos como en la mina El Pinabete, el ingeniero a cargo, César Fuentes explicó que en el primer caso, hay unos 24,5 kilómetros de galerías (espacios que se usan para comunicar otras áreas del lugar) a unos 170 metros de profundidad, donde se explotaba el carbón y donde, muy seguramente, se encontraban trabajando los 65 mineros que después quedaron atrapados.

A través de la construcción de lumbreras (excavaciones verticales que dan acceso a un espacio, como las galerías), y de dos rampas, plantean iniciar entre los meses de mayo y agosto la búsqueda, una vez colocados a una menor distancia de los puntos probables señalados en los que se pueden encontrar los restos. “Tenemos que controlar 2 variables: el agua, y la calidad del aire, la concentración de metano que debe de existir para trabajo en un ambiente seguro”, explicó Fuentes.

A finales de 2022 las familias de los mineros cuestionaron a la CFE después de que rescindiera el contrato con las empresas encargadas de la construcción de túneles y rampas por incumplir los plazos de entrega. “No queremos que terminen de construir el memorial si todavía no han rescatado a nuestros familiares”, decía en una entrevista a este diario Elvira Martínez, integrante de la Organización Familia Pasta de Conchos. Lleva esperando casi dos décadas para enterrar a su marido, Jorge Vladimir Muñoz Delgado, muerto cuando tenía 32 años.

Los trabajos en El Pinabete

En el caso de la mina El Pinabete —a unos 27 kilómetros de Pasta de Conchos, en Coahuila—, Fuentes ha explicado que, debido a las características del terreno, no se pudieron establecer galerías subterráneas, por lo que los trabajos son a través de un tajo abierto —una especia de alberca gigantesca al aire libre— cuya excavación es de unos 65 metros de profundidad, en donde, sospechan, pueden encontrarse las galerías donde los mineros quedaron sepultados. “Hemos sacado 5.300.000 toneladas de material para poder descubrir el tajo abierto. Hemos tenido mucho cuidado con la población que vive al rededor”, explicó Fuentes, que también aseguró que aproximadamente en la primera semana de junio podrán ingresar de forma segura a las galerías donde esperan hallar indicios de los trabajadores.

El 3 de agosto de 2022, 10 mineros quedaron sepultados bajo el derrumbe del pozo de carbón del Pinabete, en Sabinas, Coahuila. El 29 de agosto, López Obrador dio por muertos a los mineros, de una forma sutil: en su discurso diario dejó de hablar de “rescate” y se refirió a la tragedia como un operativo para “recuperar los cuerpos”. El Lo que en los primeros días tras el desplome fue una lucha frenética y desesperada para rescatar con vida a los obreros, se ha transformado en un paréntesis que todavía parece eterno para sus familiares, cuyo único objetivo es recuperar los restos.

Entre el 27 de diciembre de 2023 —poco más de un año después del derrumbe— y el 16 de enero de 2024 se han recuperado los restos de cuatro mineros, de los 10 que murieron. “Nos falta encontrar todavía a seis. Los vamos a localizar, de acuerdo con los estudios, en las galerías subterráneas, afortunadamente solo tenemos que hacer un recorrido de unos 250 metros.”, dijo.

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